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CIUDAD DE MÉXICO, 15 de abril de 2016.- La Ley Federal de Zonas Económicas Especiales, resulta de gran relevancia para el país y principalmente para 4 estados; Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, estados cuyo desarrollo ha sido frenado por debilidades estructurales, por tener un acceso limitado a los mercados y no menos importante, por tener altos niveles de pobreza y marginación, lo que conlleva a que las actividades económicas sean poco productivas, no obstante que cuentan con un gran potencial.
De acuerdo con un comunicado, en el Senado de la República se lograron mejoras muy importantes a la Ley, respecto del documento original que llegó de la cámara de diputados, logros tan importantes, como:
Sin embargo, y no obstante las mejoras conquistadas, considero que quedan algunos aspectos que no se incluyen y que me parece son clave para el desarrollo económico real y sostenido de las Zonas Económicas:
En la Ley que se aprobó no se prioriza la contratación de habitantes tanto de la zona, como de las áreas aledañas; es cierto que quizá no se cuenta con todos los perfiles técnicos, que falta personal capacitado, pero creo que se debe priorizar la contratación de la fuerza de trabajo de la zona hasta donde sea posible, el asunto es garantizar la ocupación de los habitantes de la región, el empleo aunado a la capacitación son elementos indispensables, para el crecimiento de una región; eso debería ser incluido en la ley como una política de desarrollo de la zona.
De igual forma, la obligación del Administrador integral, de garantizar los derechos laborales dentro de los parámetros de tratados y organizaciones internacionales. Es cierto que la legislación del país sigue vigente en la zona, pero también lo es, que no podemos permitir que las grandes empresas que se instalen en la zona económica, terminen fortaleciendo su estabilidad con salarios muy bajos o violaciones de derechos laborales. Se tiene que garantizar un mínimo de observancia a los derechos laborales y esto no lo garantiza el dictamen que se discute.
Por otro lado, el otorgamiento de permisos para las empresas, tiene algunos requisitos que pueden resultar inaccesibles para pequeñas y medianas empresas regionales, por ejemplo: dice el proyecto que “No se otorgará el Permiso cuando los interesados no acrediten su solvencia o capacidades, o no cuenten con la titularidad de bienes inmuebles o derechos sobre los mismos que sean necesarios para establecer y operar la Zona”, esta simple disposición, descarta la participación de muchas pequeñas y medianas empresas de la región, que no están en condiciones de competir al nivel de las grandes empresas. No puede haber crecimiento de empresas regionales si se les deja en desventaja, pues además de los incentivos fiscales, las pequeñas empresas deberían ser asesoradas para dar un impulso real a la competitividad e inserción regional.
Finalmente, en la Ley se habla de promover la formación de capital humano y capacitación de los trabajadores, pero no se establece una obligación expresa de la federación de comprometerse a destinar anualmente recursos específicos ya sea para un Fondo de Desarrollo de Capital Humano o un proyecto específico de capacitación. La garantía de desarrollo de Capital Humano, junto con el impulso de pequeñas y medianas empresas regionales, son elementos clave para el éxito de una Zona Económica.
Me parece pues, que a esta Ley le hace falta regular aspectos más garantistas para la región, no tengo duda de que es plenamente garantista para las grandes empresas que tendrán la capacidad de instalarse en las zonas, pero estamos dejando pasar, un lado muy sensible, necesario para el verdadero desarrollo regional.
No obstante lo anterior, mi voto fue a favor, con la conciencia de que todo puede ser modificable en el camino, pero, con la zozobra de que si verdaderamente se lograran los objetivos de esta Ley.