MORELIA, Mich., 21 de mayo de 2012.- Cada año se desechan en México alrededor de 23 mil toneladas de residuos químicos peligrosos, derivados de las pilas o baterías, entre los que se encuentran carbono, zinc, dióxido de manganeso, mercurio, níquel, cadmio y litio, los cuales representan un grave problema ambiental, debido a que en la mayoría de los casos son tiradas a la basura o a cielo abierto sin control alguno, lo que constituye un riesgo para el medio ambiente y la propia vida. De acuerdo a un comunicado de prensa, el legislador Rigel Macías Hernández señaló lo anterior y dijo que es necesario fomentar entre los ciudadanos y autoridades una relación de corresponsabilidad permanente sobre el cuidado al medio ambiente, así como crear conciencia en los perjuicios y daños ecológicos que causan los componentes de las pilas, baterías y acumuladores, estableciendo para ello diversas medidas preventivas de gestión integral de los mencionados residuos.Estableció que de acuerdo a los informes especializados, se sabe que en nuestro el país se usa un aproximado de 10 pilas o baterías por cada habitante al año, lo que significa un promedio de 23 mil toneladas de residuos y desechos contenido en tales implementos.De lo anterior se desprende que en 43 años, de 1960 al 2003, en el territorio nacional se liberaron al medio ambiente cerca de 635 mil toneladas de pilas, que a su vez representan 145 mil toneladas de dióxido de manganeso; mil 232 de mercurio; 22 mil de níquel; 20 mil de cadmio y 77 toneladas de compuestos de litio.Debe mencionarse que una sola pila de mercurio o cadmio, al liberar sus componentes, puede llegar a contaminar hasta 600 mil litros de agua, además de contaminar la tierra y afectar la cadena alimenticia al entrar en contacto con la fauna.Como parte de su iniciativa de decreto para reformar y hacer adiciones a la Ley para la Prevención y Gestión Integral de Residuos en el Estado de Michoacán de Ocampo, el diputado del Partido Revolucionario Institucional, Rigel Macías Hernández, promueve el uso de pilas secundarias o recargables que se pueden reutilizar varias veces antes de eliminarlas, disminuyendo la generación de desechos, al grado de que cada una de estas baterías puede sustituir hasta 300 de las convencionales.Las pilas convencionales no son tan prácticas como aparentan, pues en relación con su manufactura no son energéticamente eficientes, ya que para su fabricación consumen hasta 50 veces más de la energía que éstas producen.Sin embargo, debido a que se trata de productos que en muchas ocasiones no se pueden sustituir en rubros de la comunicación, la medicina, la educación, y en el hogar mismo, es preciso desarrollar acciones contundentes para un mayor control de las baterías desechadas.Macías Hernández presentó formalmente ante la 72 Legislatura la propuesta de reforma y adición que entre otras cosas promueve que el depósito, devolución, retorno, recolección, tratamiento y reciclaje de todo tipo de pilas y acumuladores, impulsando que los 113 municipios de Michoacán cuenten con los elementos necesarios y suficientes para desarrollar tales acciones.