MORELIA, Mich., 17 de noviembre de 2015.- En el nombramiento de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no habrá fast track, pero el Senado tampoco debe correr el riesgo de abrir una segunda ronda o, eventualmente, dar pie a la designación directa por parte del Presidente de la República, adelantó el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Roberto Gil Zuarth.

“Sería gravísimo que el Senado de la República no lograra un consenso y que, en consecuencia, fuese el Presidente quien de manera directa nombrase los dos ministros”, advirtió.

De acuerdo a un comunicado advirtió que esto no debiera suceder en un régimen democrático y de equilibrio de poderes. Por ello, llamó a los integrantes del Senado a hacer un esfuerzo para generar consensos políticos, y lograr un nombramiento que fortalezca a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como órgano cúspide del Poder Judicial de la Federación.

En ese sentido, anticipó que el tiempo que dure el procesamiento de las ternas para nombrar a los dos nuevos ministros dependerá estrictamente de la generación de consensos en la Cámara de Senadores.

“La mecánica constitucional establece que el Senado de la República tiene hasta 30 días para pronunciarse sobre la terna que reciba de parte del Presidente de la República”. Si no hay un pronunciamiento, la terna se entiende como desechada y, en consecuencia, se abre la segunda ronda que implica un nuevo envío, por parte del Presidente de la República, y otros 30 días de plazo; ya con una cláusula constitucional de superación de vetos.

Esta cláusula implica que, si se agotan otros 30 días en esta segunda vuelta, el Presidente de la República puede hacer una designación directa, explicó el presidente del Senado.

Ante esta situación, Gil Zuarth pidió que el Senado sea cuidadoso y haga “el mayor de los esfuerzos para tejer un acuerdo, un consenso político en los primeros 30 días; y eventualmente en los segundos 30 días; a efecto de evitar el escenario constitucional en el cual el Presidente por sí mismo y ante sí mismo, determina quién va a integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.

Aclaró que la designación directa de los ministros, por parte del Presidente de la República, nunca ha sucedido “Lo más que ha acontecido es que tengamos estas dos rondas a la que ya he hecho referencia”.

El presidente de la Mesa Directiva indicó que a partir de mañana miércoles, el Pleno del Senado recibe las ternas, se da cuenta formal de su recepción; acto seguido aprueba un acuerdo parlamentario que norma los procedimientos internos, a efecto de hacer la auscultación de los perfiles incluidos en la terna y concluir con una votación en el Pleno del Senado.

Para ello las ternas se turnan a la Comisión de Justicia, que recibe toda la documentación que acredita el cumplimiento de los requisitos y desahoga una comparecencia. La Comisión formula un dictamen con respecto al cumplimiento de los requisitos constitucionales. Y el dictamen se remite al Pleno, pero no con un pronunciamiento sobre el nombramiento; sino simplemente con la valoración sobre si cumplen o no los requisitos.

El Pleno del Senado aprueba en primer lugar el dictamen sobre el cumplimiento de los requisitos constitucionales; y posteriormente reparte entre sus integrantes una cédula en la cual, a través de votación secreta, se elige al integrante de la Corte.

El presidente del Senado apuntó que para elegir a los ministros se requiere mayoría calificada, en votación secreta. Una vez que vuelvan a comparecer, sin preguntas, ante el Pleno del Senado.