Paridad de género, reto para Constitución de la Ciudad de México

MORELIA, Mich., 30 de abril de 2016.- Senadoras, representantes de ONU Mujeres y servidores públicos coincidieron –en el conversatorio “Las reformas constitucionales y los derechos de las mujeres en Latinoamérica”– en que el reto de la Constitución de la Ciudad de México es plasmar en el nuevo pacto social el derecho a decidir, derechos económicos, políticos, de justicia y laboral de las mujeres.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, Angélica de la Peña Gómez, dijo que se debe crear una Constitución correspondiente al Siglo XXI, “porque ya estamos en otros retos en la humanidad”, por lo que se tienen que asegurar los derechos logrados por las mujeres para que lo ganado sea el piso mínimo para la construcción de la Agenda 2030, una ciudad segura y democrática.

Para favorecer aún más a este sector, destacó la necesidad de poner sobre las mesa las propuestas de la agenda femenina para que sean negociadas y tomadas en cuenta para que sean incluidas en los cambios que se avecinan en la nueva Constitución de la Ciudad de México.

Por eso, dijo, “hemos logrado, a partir de la voluntad política, reformas muy importantes que han permitido que las mujeres” estén representadas en una cuota de género, que poco ha ido avanzando y ahora pugnando porque se tenga paridad.

A su vez, la secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado, afirmó que se vive un nuevo pacto social, ya que si bien se ha avanzado en plasmar en las leyes los derechos para las mujeres, aún falta llevarlos a la práctica en diversos ámbitos.

Manifestó que uno de los retos en el nuevo pacto social será incluir la responsabilidad de los cuidados y tareas del hogar, que exista una división sexual del trabajo, pues culturalmente se cree que éstas sólo les corresponden a las mujeres.

Ana Güezmes García, representante de ONU Mujeres en México, destacó que la Constitución de la Ciudad de México será la primera que se realiza en el marco del nuevo paradigma de desarrollo sostenible de la ONU. La Agenda 2030 articula por primera vez el desarrollo ambiental, económico y social, por lo que ésta debe responder a este paradigma, detalló.

Consideró que hay estándares internacionales para llevar a cabo una nueva Constitución que sea incluyente, igualitaria y no discriminatoria, la cual, debe observar tres canales para el éxito: la democracia paritaria, una ciudad segura y la igualdad sustantiva.

Teresa Incháustegui, directora del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, subrayó que esta representa una oportunidad para diseñar instituciones de gobierno y mecanismos de participación, de exigencia, de rendición de cuentas, de devolución de atribuciones que el Estado se ha apropiado y que deben ser gestionados por la ciudadanía.

“Nuestro futuro como ciudad depende mucho de que tengamos la capacidad de construir salidas políticamente viables pero de avanzada, corresponsables, sustentables financieramente”, que permitan continuar siendo una gran ciudad, agregó.

En el evento también participaron Karia Uriona, presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia; María Paula Romo, abogada feminista ex asambleísta, Ecuador; Catalina Soberanis, coordinadora de la Unidad de Análisis Estratégico y del Proyecto de Análisis Político y Escenarios Prospectivos en el PNUD de Guatemala; y Begoña Lasagabaster, jefa de Liderazgo y Gobernabilidad, de ONU Mujeres en la sede en Nueva York.