Pide Jesús Hernández respetar la ley: le toca al PRI presidir la Jucopo
MORELIA, Mich., 21 de agosto de 2013.- Las expectativas de crecimiento económico que abrió el presidente Enrique Peña Nieto comienzan a esfumarse en una realidad económica que ha obligado a México a reducir de 3.1 a 1 por ciento sus expectativas de avance del producto interno bruto (PIB), señala un artículo que publica el prestigiado periódico español El País en su portal electrónico.
Las cifras de agosto llegan después de conocerse que el PIB del segundo trimestre se había situado en apenas 1.5 por ciento. “El crecimiento promedio de la primera mitad del año se queda por lo tanto en 1 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)”.
El reciente ajuste es el segundo que realiza la administración del presidente Peña Nieto, pues el 17 de mayo pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público rebajó sus expectativas de 3.5 a 3.1 por ciento tras conocer que el PIB en el primer trimestre había sido del 0.8, señala el diario hispano.
En esa oportunidad, el pasado 7 de agosto el Banco de México también tuvo que recortar su estimación de crecimiento para 2013 de entre 3 y 4 por ciento a una cifra entre el dos y el 3 por ciento.
Los nuevos datos se deben, según explica Hacienda en un comunicado, al “menor desempeño económico mundial” en la primera mitad de 2013, por lo que países industrializados y emergentes como EE UU, Alemania, Brasil y Rusia revisaron sus expectativas. La economía de México estuvo, por su parte, “sujeta a choques transitorios originados durante el primer semestre de 2013 provenientes del sector externo, tales como una desaceleración en la demanda externa” desde 2012.
El ajuste significativo “no es una sorpresa”, precisa Raúl Feliz, economista del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE). “Casi todos los analistas habíamos revisado ya a la baja a esta altura y rondábamos el 2 por ciento”, dice. Atribuye el entusiasmo inicial a las expectativas “infladas” por la llegada de un nuevo Gobierno cargado de proyectos de reforma.
“Es una decisión que Hacienda había postergado por algunos meses, pero había indicadores muy claros de que el crecimiento del PIB iba a ser muy inferior a lo esperado”, opina Gerardo Esquivel, economista y profesor del Colegio de México.
El subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, ha afirmado este martes que para la segunda mitad del año se espera una aceleración en la economía global, sobre todo en el sector industrial de EE UU, por lo que aguarda un aumento de la exportación no petrolera. También cree que se producirá un aumento de la demanda nacional por la expansión del empleo, del crédito bancario y de la inversión pública.
La estimación de crecimiento para el año próximo de expertos como Raúl Feliz ronda el 3.6 por ciento, lo que no significa una mejora estructural. “México puede tener un par de años de crecimiento de 4 por ciento pero en seguida desciende y pierde dinamismo. Tenemos una estructura productiva deficiente y pobre que no permite crecer”, afirma. En cuanto a los efectos de las reformas del presidente Enrique Peña Nieto (energética, educativa, de telecomunicaciones…), habrá que esperar a que el Gobierno concrete los detalles