Decapita Godoy al PRD; Báez tira la toalla

MORELIA, Mich., 3 de marzo de 2014.- El Partido de la Revolución Democrática en Michoacán se apresta a experimentar una honda crisis de gobernabilidad interna, luego de que Víctor Manuel Báez Ceja entró en rebeldía y desacatará un mandato del Consejo Estatal para continuar como presidente estatal hasta el próximo 30 de marzo.

Quadratín conoció que el ex gobernador Leonel Godoy Rangel ordenó al patzcuarense que abandone la dirigencia partidista el viernes venidero, justo cuando fenezcan los tres años para los cuales fue elegido conforme a los estatutos.

En sesión de enero, la máxima instancia de gobierno solaztequista acordó que Víctor Báez continuara como presidente hasta fin de mes, con el propósito de que entonces se elija mediante el voto de los consejeros estatales a la nueva mesa directiva por los siguientes tres años.

Es un secreto a voces que hay ya un acuerdo entre las corrientes que lideran al perredismo purépecha –encabezadas por Silvano Aureoles Conejo y Fidel Calderón Torreblanca– para que Carlos Torres Piña y Pascual Sigala asuman la Presidencia y la Secretaría General, respectivamente.

Empero, Leonel Godoy Rangel insiste en que la nueva dirigencia la encabece cualquiera de dos de sus principales incondicionales: Rafael Melgoza Radillo o Rafael Servín, ambos de dudosa reputación y con trayectorias públicas cuestionadas, llenas de irregularidades.

Al no tener ya ninguna fuerza para imponer sus condiciones, el ex secretario de Seguridad Púbica del Distrito Federal y ex gobernador de Michoacán convenció a Víctor Báez, su histórico testaferro, para que reviente la decisión del Consejo General tirando la toalla este viernes, no para cuando fue mandatado por el cuerpo colegiado.

Al consumarse la separación del ex diputado federal de la dirigencia partidista este fin de semana, el PRD en Michoacán quedará descabezado, pues de facto también quedarán sin representatividad alguna todos los demás integrantes del actual comité estatal.

Leonel Godoy Rangel le apuesta a que el caso de la renovación de la dirigencia partidista llegue a los tribunales electorales, en donde considera que podrá ganarle a las corrientes que hoy le aplican las mismas estrategias que él desplegaba cuando ostentaba el poder.