Santiago y El Rufo
Dada la actuación de la delegación deportiva a los Juegos Olímpicos de Río 2016 – su muy escasa obtención de medallas – 2 de plata y 3 de bronce -, pero siendo objetivos, toda la tormenta se armó, inicialmente, por y con los cronistas y comentaristas del sector futbol profesional por la temprana descalificación=eliminación del representativo de fut bol y los respetivos negocios que dejaron de hacerse, se armó una burbuja y una gritería que pedía, por lo menos, sangre y entre ella, la cabeza del titular de la Comisión Nacional del Deporte – CONADE -, pero de éste y su cabeza, no por los resultados y sí porque engañó, abusó, exhibió e hizo mal uso de los uniformes de la delegación: registró a su novia como atleta, la vistió con el uniforme y se lució con ella en todos los espacios oficiales.
La pelotera estuvo en grande y muchísimos esperaban su no ratificación, pero, sucedieron dos acciones que desinflaron todos los mundos deseados: Una, Alfredo Castillo Cervantes, acaso por recomendación-instrucción superior pidió-ofreció-entregó una sentida disculpa y pidió perdón por haber abusado y haberse exhibido con su acompañante en los espacios oficiales y públicos y, dos, la más importante, la ratificación por parte del señor presidente de la República.
Mas la justificación presidencial no era por ahí. Centralmente las palabras fueron… ¡Porque Alfredo Castillo sí sabe del deporte!
Si bien el señor presidente, de conformidad con el artículo 89 de nuestra Constitución Política, tiene la atribución y obligación de nombrar a su gabinete y personas necesarias para la administración de la “cosa pública”, el hecho de que “sepa del deporte es sumamente relativo”.
Casi todos los anteriores directores de la CONADE fueron deportistas de muy alto nivel de competición de alto rendimiento.Muchos de ellos hasta medallistas de oro y de Plata en juegos olímpicos y Panamericanos y no por ellos, nuestro deporte y sistema deportivo nacional han cambiado, ni mejorado.
Además, el prometer para los Juegos Olímpicos de Tokio una 10 medallas y en los Juegos de 2024, otras 20, es bastante demagógico – supongo que lo dijo Castillo por la edad tan temprana de una cantidad de deportistas nacionales que ya muestran posibilidades -, pues los restantes países también tienen sus batallones de prospectos y en nuestro país, ¡quién sabe lo que pueda pasar con eses deportistas!, empezando con el titular de la CONADE, quien únicamente estará dos años, más, si bien le va.
No era por ahí, señor presidente, pero sí permite especular sobre el tamaño y la calidad del compromiso con Alfredo Castillo Cervantes… ¡Se le defendió casi inmediatamente! ¡Y apagó ese cohetón!…como dicen en el beis bol
La bola de llantos y reclamos se terminó porque la presidencia de la República actuó con autoridad y abiertamente…Esa actitud de solidaridad a un amigo se reconoce y eso nadie se lo disputa.
Pero si bien, el director de la CONADE no fue el jugador un entrenador que preparó uno o varios deportistas; ni tampoco triunfó o perdió; él no participó en ningún evento y sólo, y solo como él mismo lo afirmó, sirvió de agencia de viales entregando dinero, pero siendo objetivo, Alfredo Castillo Cervantes, probable y posiblemente, sí causo un daño irreversible peleándose con la Federación Internacional de Natación – FINA – y le disputó unos millones de dólares…Afirmo una audacia: es probable y posible que si no hubiera dado esa fricción con la FINA la actitud hacia los competidores nacionales de parte de los jueces habría sido otra…¡Cómo se pone a discutir cuestiones de dinero, con los que tienen el sartén por el mango! ¡Por Dios!
Finalmente, Castillo Cervantes hizo muy bienal recontratar como entrenador de la selección nacional de Básquet bol al español Sergio Valdeolmillos, pero, el negrito en el arroz, lo hizo un poco tarde y no pudo convencer a Ayón, la máxima figura mexicana de básquet bol en este momento, que, real, muy sensible y muy evidentemente sí hizo falta en el equipo nacional.
Por otro lado, si se le encargó una limpia en el deporte eso debió haber sido desde el inicio de la administración; ahora le queda muy poco tiempo para realizar ese trabajo de limpia en las Federaciones deportivas del país, pero, como complemento, nuestro país carece de un sistema deportivo nacional y todo lo que se haga sin él – sin el sistema. Sin el formato – , será dinero derrochado y tirado a la coladera; realmente un gasto y no una inversión. Y aquí sí es por aquí, señor presidente.