México en la prensa internacional
“Fusilamientos”, “terrorismo”, barbarie.
Por JORGE OCTAVIO OCHOA.
La violencia y brutalidad imperante en México es ya incontenible. Lo ocurrido el sábado 5 de marzo en el estadio de futbol Corregidora, en Querétaro, es la evidencia.
Aunque no es un hecho nuevo, el contexto, el saldo de víctimas y los posibles implicados en la trifulca, sí lo coloca como un suceso preocupante. Bandas del crimen organizado y el narcotráfico metidas en el deporte.
De por sí, el debate ya se encuentra enconado, desde el momento mismo en que el Presidente trivializó la ejecución de 17 personas en San José de Gracia y se rio por el uso de la palabra “fusilamiento” en algunos medios de comunicación.
No debiera sorprendernos ya la irresponsable simpleza con que el Primer Mandatario ve los asuntos de Estado, como es el tema de la seguridad nacional y la seguridad interior.
Desde el “Culiacanazo”, cuando las Fuerzas Armadas fueron doblegadas por el Cártel del Pacífico, los hechos demuestran que el gobierno federal, dígase 4T, ha sido incapaz de someter a los cárteles de la droga, la extorsión y tráfico de personas.
Lo que priva en México es una total descomposición que, a la luz de lo ocurrido en San José de Gracia, nos coloca como país en los linderos del narcoterrorismo. Los jefes criminales dominan amplias zonas a base del terror.
Es inaudito leer, por ejemplo, que los habitantes de poblados en Zacatecas serán custodiados por las fuerzas armadas para regresar a sus pueblos, pero sólo a recoger pertenencias y bienes indispensables.
Es decir, en términos reales, el Estado garantiza la libre operación, pero a los grupos criminales que se encuentran en esos lugares. Son decisiones difíciles de entender en un país que se dice libre y democrático.
Esto se ve también, a la luz de la reciente evidencia dada a conocer por REFORMA, que pone al descubierto el contubernio, la manipulación, el acoso que viven los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Un fiscal general de la República bajo sospecha, que utiliza la ley para beneficio personal. Involucrado en transferencias de recursos millonarios a paraísos fiscales, y respaldado sin requiebros por el presidente de México.
Es una mescolanza, con tufo de delincuencia organizada al más alto nivel, donde puede darse incluso el terrorismo de Estado, porque es el presidente quien propone el uso de información fiscal contra periodistas, y a los cárteles de la droga sólo les pide el cambio de nombre.
Es brutal ese abuso de poder por donde se le quiera ver. Incluso tan o más salvaje que los “fusilamientos” o el enfrentamiento de “barras” de pseudo fanáticos ahítos de sangre.
Es hasta aterrador ver como López Obrador se mofa, ríe, propone linchamientos públicos, para convertir a los presuntos reporteros de “la mañanera” en delatores, para que sean ellos quienes pidan datos fiscales de un periodista.
Enfrentar a los ciudadanos contra los ciudadanos y cambiar de nombre a los cárteles, parece ser la estrategia de Estado para transformar al país. Bajo este tipo de regímenes, no dude que pronto, un vecino sea su peor espía y enemigo.
RECOMPOSICIÓN ESTRATÉGICA.
Todo esto ocurre en México, mientras en el concierto internacional se empiezan a dar definiciones y recomposiciones estratégicas de carácter político, ideológico, comercial y financiero.
De no lograrse un acuerdo en las próximas dos semanas, el mundo empezará a vivir los efectos de una crisis de carácter global, no sólo por el acomodo de flujos financieros, sino por la reacción de las partes en conflicto.
El rechazo de México a suspender los intercambios financieros y comerciales con Rusia, sin duda tendrá una respuesta airada de los Estados Unidos, que pueden empezar con presiones de bajo nivel, pero muy efectivas.
Una de ellas se encuentra muy cerca. El gobierno de Biden tiene razones de sobra para declarar a los cárteles mexicanos de la droga como NARCOTERRORISTAS, y con ello cortar también flujos financieros, confiscar cuentas y suspender apoyos.
Así como López Obrador dijo hace poco que “si no están conmigo, están contra mí”, para Estados Unidos la disyuntiva es la misma, más aún en un estado de guerra contra su acérrimo rival: Rusia.
Se equivocan quienes piensan que el deslinde no tendrá repercusiones. Por lo pronto, los accesos de vuelos vía la Unión Americana podrían quedar restringidos, o atrapados en trámites migratorios excesivos.
Así pues, mal hace el presidente de México en burlarse tan sardónicamente de sus adversarios. El financiamiento a organizaciones no gubernamentales y el espionaje se incrementará y se le puede quedar chueca la boca en una de esas risitas.
La Casita Gris de José Ramón sólo será la puntita. Ni tan honesto, ni tan decente. Los macedonios, los ayotzinapos, son temas pendientes, que enlodan muchas manos, en territorios de tierra caliente.
El presidente abusa, porque tenemos una oposición miserable, cuyos líderes de partido están más ocupados en auto candidatearse para el 2024, como si tuvieran autoridad moral para aspirar a eso.
Pero hay hartazgo. El fastidio ya se revela a flor de tierra. El INE ha tenido problemas para reclutar funcionarios de casilla que participen en la dichosa consulta de abril próximo. Nadie cree.
Aun así, debemos ser muy cautos con los reclamos, porque el país se encuentra en esa finísima línea de pasar de la anarquía y el desorden, al autoritarismo, la militarización y el terrorismo de Estado so pretexto de la pacificación que hoy demanda el pueblo. Mucho cuidado con lo que se pide y se desea.