Libre expresión
TRAS BAMBALINAS. El ajuste de cuentas que viene
Por Jorge Octavio Ochoa. Y después de la elección, vendrá el ajuste de cuentas dentro de la actual élite gobernante. El presidente López Obrador y su partido Morena, tendrán que hacer una lectura distinta de los resultados de este domingo 6 de junio.
El ambiente ya no será el mismo y tendrán que venir los reacomodos. El primero, quizá será en la dirigencia nacional del nuevo partido de Estado. Luego sobrevendrán los cambios en el gabinete presidencial. México ya no será el mismo a partir de esta semana.
Vendrá también la pugna jurídico-electoral más grande de la historia, pero, aun así, México podría amanecer con la votación más alta de cuantas se tenga memoria, cercana al 60% de votación de la lista nominal. De ser así, nadie deberá darse por robado.
El Instituto Nacional Electoral (INE) se consolidará como un organismo confiable, capaz de conducir este tipo de procesos por encima de las presiones, de los intereses y del salvajismo conque se manifestó la delincuencia organizada.
En todo caso, son los partidos y la élite política los que quedan manchados, porque a todas luces, son el embudo por donde transitan los negocios turbios, los permisos, las concesiones y las triquiñuelas para lavar dinero y perdonar culpas.
Además, a partir de este lunes, los reacomodos estarán íntimamente ligados a la sucesión del 2024. Difícilmente Morena obtendrá la mayoría calificada necesaria para modificar la Constitución. De aquí en adelante, sólo quedarán el veto o el autoritarismo presidencial.
Así, la mañanera próxima estará movida por el morbo. Caras y gestos será el nombre del juego. El cúmulo de votos será el más grande tapabocas para alguien que no tuvo el menor respeto a las instituciones. El primer rompimiento será dentro de su partido: Morena.
Por lo pronto, desde el mismo domingo por la noche, empezaron las críticas a Mario Delgado, y Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Morena, aseguró que los resultados que se perfilan en todo el país, son un fracaso para ese partido, razón por la que el dirigente debe renunciar.
De qué tamaño será el fracaso que ya avizoran, que Alejandro Rojas advirtió: “Eso pasa por hacer a un lado a la militancia y por las imposiciones, dedazos y encuestas patito”. Todo parece indicar que uno de los grandes boquetes sufridos por Morena, será en la CDMX.
Es el principio del eclipse. El presidente López Obrador sólo podrá presumir ante Kamala Harris, este lunes, que el proceso electoral se dio en paz y sin mayores incidentes de violencia. Con ello, reconocerá tácitamente la capacidad del INE como autoridad electoral.
No se atreverá tampoco a cuestionar, cara a cara, el financiamiento del Departamento de Estado de Estados Unidos a organizaciones civiles como Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad. Sólo podrá agradecer el millón de vacunas “donadas” a nuestro país.
Pero éstas irán al norte de México, para proteger la frontera y disminuir la marea de contagios. No es, en estricto sentido, un acto altruista. Es, como el tema del financiamiento a MCCI, un asunto de seguridad nacional que no quiso entender López Obrador.
Pero Kamala Harris no se tentará el corazón. El motivo de su viaje es el creciente clima de inestabilidad que vive México. Para el gobierno de Biden, resulta preocupante la última escalada de hechos que precedieron las elecciones de este domingo.
Más allá de la discusión sobre la existencia de un sistema democrático, lo que está de manifiesto es la incapacidad de los gobernantes a los tres niveles de gobierno, para contener al crimen organizado, que se ha convertido en un nuevo poder fáctico en México.
Aunque no le gusten al presidente de la República los editoriales de diarios de Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania, lo cierto es que la violencia se hizo presente en el 80% del territorio nacional y, efectivamente, el crimen organizado controla el 35%.
¿Es el principio del declive o el principio de la entronización?