Reflexión dominical
¡LOS DEMONIOS DE LA DEMAGOGIA!
Vista panorámica
Los mexicanos queremos paz con los bienes necesarios que nos aporten seguridad, progreso, y esperanza, no politizada. Por el bien, no personal o de nuestro movimiento, sino de todos los mexicanos, la razón es que los amamos y no podemos engañarlos ni destruirlos.
La vida digna y feliz se forma con muchas riquezas y condiciones de vida.
México tiene enormes riquezas de recursos naturales y, gran riqueza de dones y carismas del alma de los mexicanos…
¿Por qué un país pletórico de riquezas va cargando tantas miserias, sufrimientos, y va a la cola entre las naciones como el más mugroso, inculto, infeliz del planeta? En las evaluaciones internacionales es de los últimos, incluso después de países diminutos, saqueados y dominados, explotados.
Los observadores, han señalado que la causa principal han sido los malos gobiernos. La clase política ha administrado de manera desacertada la riqueza. No han sido eficaces por torpeza y por intenciones torcidas y mezquinas. Esto, en un panorama mundial de injusticia y desigualdad, de explotación y saqueo de parte de las potencias políticas y económicas. Es el modelo económico de los ricos, y el abuso de las sociedades del primer mundo, del consumismo y búsqueda desenfrenada del dinero y bienes de consumo.
Son las elites, la clase política en México tiene décadas en el poder. Con relación a esta clase no hay alternancia del poder. Cambian sólo de color y se van rotando el puesto con todas las ventajas que trae consigo. Se ponen de acuerdo para definir a quien le toca, sólo se prestan el poder en el juego de las sillas.
Son todos muy hábiles para “ envolver” y hacer promesas. Tienen una narrativa demagógica. Es increíble la capacidad de “envolver” a los incautos. Son maestros en la actuación y el discurso hecho de falacias. Son alumnos consumados de los sofistas, consumados demagogos para imponer una narrativa embustera. Son consumados en las mañas y la demagogia. Construyen en el discurso el mejor país del mundo. suena coherente pero es falsedad.
Suena muy bonito: “la nueva escuela de México”. Pero detrás del nombre, ¿qué hay en realidad? La información de la elaboración de los libros se reservó como un asunto de seguridad nacional. Tal vez porque los libros no sirven a la ciencia, sino que fundamentalmente vehículan una ideología que tiene puntos de contacto con Cuba y los soviéticos. Programas que van en contra de la libertad de pensamiento y de la rica cultura mexicana. He encontrado colegas que viven bajo esas dictaduras, Cuba, Venezuela, los resultados son un pueblo oprimido, hambriento de pan y de libertad bajo el totalitarismo y la demagogia.
¿Qué les dan para hacerlos creer en su engaño? Tienen el vaho del coyote y el gato para marear la presa y hacerle caer en el hocico y las garras para despedazarlos?
Los libros de texto no fueron elaborados por la nación mexicana con el aporte de tantos hombres de la ciencia educativa, conocedores de los chicos y de las materias que se deben enseñar y las pedagogías para hacer ciudadanos sabios y libres. Un pecado original es que no escuchan. No se compartieron los planes, no se ofrecen recursos y capacitación. Todo se fundamenta en una palabra autoritaria, que no sirve a la ciencia sino a una ideología, preparando gobiernos para imposiciones dictatoriales. No es el hecho de ir contra el libro de los niños sino la calidad de los libros que no deformen ni sirvan a ideologías.
La voz de lo alto
El valor de los discursos de los funcionarios públicos tiene un aspecto de orden moral y otro de orden lógico. Es necesario que el funcionario sea virtuoso, que no quiera engañar. En el orden lógico debe estar bien informado y el discurso debe conformarse a la ciencia y a la verdad. Esta es una sola, en torno al mismo contenido no hay muchas
¿Cómo escapar de la ficción que imponen con su narrativa los poderosos del gobierno y del dinero?
¿Cómo sacudirse su influncia y salir de la enajenación, como abrir los ojos y poner los pies en la tierra y romper su burbuja de la realidad político-virtual, tiránica y perversa?
¿Quien tiene el poder de despertar las multitudes de su letargo, debilidad, y sueño inducido y dogmático, sádico y satánico de los oradores mentirosos?
¿Quién puede despertar de su enajenación al pueblo y devolverle el sentido de su dignidad, de su grandeza? ¿Quién puede liberarlos de la clase dominante, autoritaria, tiránica, de su demagogia necia?
En el problema de los libros de texto, hay que ser honestos. Y no evadir con falacias el verdadero problema. Nadie se opone al derecho de los niños a tener libros, ninguna persona cuerda esta contra su renovación y mejoramiento. Acepten el problema objetivo, no es contra el hecho, es contra la forma de ocultar la elaboración y de realizarla sin contar con la opinión pública y el aporte de los especialistas en educación. El poder a la escucha de la ciencia y la sabiduría.
La reacción es contra el autoritarismo y la utilización de los libros para sostener una ideología, imponerla a las mentes de los niños y preparar el pueblo para un régimen dictatorial como los de Nicaragua, Venezuela, en la línea de la dictadura mundial de izquierda. La aplicación de esta ley llevado ha dictaduras y genocidios, regímenes autoritarios y opresores, contrarios a la democracia y la libertad de los pueblos.
Muchos se manifiestan en contra de los libros por su falta de calidad, sus contenidos erróneos y porque no responden a las necesidades de los niños después de la pandemia y ente crisis fuertes sociales. Siempre hay que defender su valor científico, filosófico. La Educación de los niños merece lo mejor, llevado a cabo por autoridades científicas, verdaderamente preparadas capaces capaces de un proyecto educativo sirvan a la ciencia y a la formación de las nuevas generaciones.
¿Quién arrojará al infierno a los demonios de la mentira, de los actores en el juego de la silla del poder y el dinero? ¿Quién se preocupa del bien de los niños, en una formación sabia y científica que los haga fuertes en un mundo de relativismo y políticas convenencieros al servicio de otros poderes ocultos? ¿Quién se preocupa del bien verdadero de los niños y del futuro de México?
De ese tamaño es el reto que enfrentamos en el teatro electoral y problemas vitales como el de la educación. Así haremos frente a la demagogia pertinaz e invencible.