Libros de ayer y hoy
Irene Vallejo en México
Para cerrar este 2022, la doctora zaragozana Irene Vallejo Moreu está de visita en México —por segunda ocasión— en el marco de la FIL de Guadalajara.
Irene Vallejo y Alberto Manguel inauguraron el salón literario de la FIL, y recibieron la medalla Carlos Fuentes en reconocimiento a sus trayectorias, ante un auditorio Juan Rulfo abarrotado en torno a sendas figuras de la literatura de nuestra lengua.
Durante el evento, comentaron sus primeras lecturas, así como lo que representa el acto de leerlas frente al poder y la importancia del libro como símbolo de la libertad.
En un ameno diálogo, Vallejo y Manguel evocaron vivencias y experiencias sobre lo que la lectura impactó en sus respectivas carreras.
Como parte de su gira, Irene Vallejo también asistirá a la Biblioteca Central de la UNAM en la Ciudad de México, para atender los compromisos que su casa editora le marque.
Asimismo, durante esta visita, la doctora Vallejo también ha sido galardonada por la Academia Mexicana de la Lengua con el premio internacional de ensayo Pedro Henríquez Ureña, uno de los premios más relevantes del ámbito literario en español.
Entre el 18 de septiembre del 2019 —fecha en que el Infinito vio la luz— y su actual visita a nuestro país, se han vendido casi medio millón de copias, se ha traducido esta obra a 35 lenguas y ha sido considerada por el prestigioso diario el País como la segunda obra en español más importante de lo que va del siglo XXI, solo por detrás de Javier Marías y su famosa trilogía “Tu Rostro Mañana”.
En tiempos recientes, he tenido el gusto de conocerla a través de una amistad en común y he sido testigo de su sencillez, su calidad humana y su brillantez. Irene Vallejo es persona que da impresión de haberlo leído todo y que gusta de compartir su conocimiento sin esperar una sola cosa a cambio. Su lucidez y generosidad han renovado el interés mundial por la cultura del libro y por nuestra lengua. Su Infinito tiene un lugar bien ganado en la posteridad.
Para ir cerrando, hay que dimensionar que originalmente este libro fue concebido para una editorial especializada y con un público, digámoslo, “cerrado”. Debe añadirse que fue durante la pandemia y los meses más difíciles del confinamiento que el Infinito creó un microverso de lectores que a la fecha no ha dejado de expandirse. Lo anterior, indudablemente, es un hito que probablemente no volvamos a tener en esta generación.
A quienes aún no han leído el Infinito en un Junco, por favor, vayan a la librería más cercana y disfruten de esa historia sobre el único invento a través del cual el ser humano ha encontrado la trascendencia: el libro.
Secretario de Cultura del CEN del PRI