Teléfono Rojo/José Ureña

• Ya desocupan Hacienda y Gobernación con fines de postulación
• El priísmo apuesta: candidato, dirigente del PRI y coordinador
• ¿Qué conviene: uno allegado al PAN o que reafirme al priísmo?

Los dolores de parto empiezan a preocupar a los priístas de élite.

O supuestamente de élite, porque ni detentan la dirección nacional ni están en el juego por la sucesión presidencial, el espectáculo más florido de cada sexenio cuando están en el poder.

En todos lados se cruzan apuestas.

El punto de partida será la reunión del Consejo Político Nacional (PAN) del viernes 24 de noviembre, cuando se autorizará a sus dirigentes Enrique Ochoa y Claudia Ruiz Massieu a lanzar la convocatoria.

Estaba previsto, como anunciamos hace dos semanas en este espacio, iniciar los pronunciamientos el sábado 25 y abrir los registros de aspirantes presidenciales el lunes 27 y lunes 28.

Por algo ha cambiado el calendario.

Hasta ayer la sesión continuaba con fecha firme -jueves 24 de noviembre-, pero se ha decidido dejar abierto el resto del procedimiento… por unos días.

¿Por qué?

Para dar tiempo a varios secretarios de Estado -quien sea candidato a la Presidencia de la República, quien vaya al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y quien asuma la coordinación de la campaña- a tener lista la entrega de sus oficinas en doble vía: lo administrativo y lo político.

HACIENDA, GOBERNACIÓN, EDUCACIÓN…

En dos secretarías de Estado destacan los preparativos.

En la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) José Antonio Meade la situación es considerada normal, vaya como gobernador al Banco de México (Banxico) o como abanderado tricolor.

-El jefe está preparado para todo, para ser o no ser -me dice uno de sus confidentes principales y principales colaboradores de Meade.

-Ese es discurso oficial -refuto y escucho la respuesta.

-En verdad: no hay ninguna señal más allá de las especulaciones públicas. El presidente Enrique Peña tiene deferencias con él, pero jamás le ha hecho alguna insinuación en ningún sentido.

Lo mismo sucede en la Secretaría de Gobernación (Segob), donde Miguel Angel Osorio Chong dispuso desde comienzos del sexenio estar preparados para entregar “en cualquier momento, cuando haya la orden”.

Pues la orden está:

Tanto Meade como Osorio Chong deberán permanecer  atentos a la instrucción presidencial para el 30 de noviembre -o antes, si la criatura no aguanta el parto- para saber cuál será su destino.

El suyo y el de Aurelio Nuño, seguramente involucrado en la campaña.

Más adelante, y esto puede esperar meses, se verá a quién se envía de candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México para ser engullido por la maquinaria populista del trópico.

La liturgia política tradicional.

CARGADA: EL PRI DURO, EL PAN BLANDO

1.- A las indefiniciones del candidato y su método de postulación, el presidente Enrique Peña ha agregado otros problemas.

Dos:

-¿Cómo frenar la cargada y posicionar a otro candidato si no es José Antonio Meade?

-¿Y qué es mejor, lanzar a un candidato en aras de ganar adeptos azules y perder a los priístas duros, o mantener al priismo sólido y captar votantes indecisos o de otro partido?

Y 2.- a los provocadores de la cargada no les cuadra la postulación de un candidato de jerarquía política.

Pero si dudan de esa posibilidad, ahí está la campaña lanzada desde el poder y desde el empresariado en contra de Miguel Angel Osorio Chong, a quien no han podido derribar en las encuestas.