En Veracruz y Chihuahua no ha civilidad posible

A la noche violenta de las campañas han seguido algunas auroras de paz.

Pocas, pero significativas.

Pongamos por muestra Quintana Roo.

La comunicación se ha establecido con relativa civilidad en estados donde se vaticinaban enfrentamientos de sangre y de tribunales para aclarar cuentas malhadadas por los gobernadores salientes.

Tal situación es apreciable aunque formalmente no haya iniciado la transición administrativa.

El gobernador electo Carlos Joaquín accedió a los planteamientos del saliente Roberto Borge de llevar el relevo por etapas, por sectores, a fin de documentar con exactitud la situación de cada uno de ellos.

La primera fase incluye seguridad pública y desarrollo social, en lo cual ya hay intercambios de información aunque la transición administrativa iniciará formalmente el 5 de septiembre.

Joaquín decidió también bajar el tono del enfrentamiento porque ya la población esperaba y pedía sangre y cárcel para quienes ella o la fama pública concibe como los saqueadores del estado.

HERRERA PLACEABA A ROSAS AISPURO

Distinto es en Durango.

El panista José Rosas Aispuro estableció un trato muy cordial con el priísta saliente Jorge Herrera Caldera –de quien fue correligionario en el Partido Revolucionario Institucional (PRI)-, pero éste malinterpretó.

Lo quiso placear por todo el estado y la gente empezó a preguntarse si Rosas Aispuro es el candidato con proyecto diferente o un empleado más de Herrera Caldera.

-Votamos por el cambio ¿y dónde está? –afirmaban y se preguntaban.

Resultado: Rosas Aispuro se ha alejado de su antecesor y estudia un cuadro de políticos profesionales para integrar un gobierno plural –priístas, panistas, perredistas, ciudadanos-, mientras su gente organiza la entrega-recepción.

Ya se firmó el primer acuerdo, en el cual están contemplados los nombres de quienes a partir del 15 de agosto revisarán la situación de los libros blancos y firmarán las actas respectivas.

Pero Rosas Aispuro ya no será caballero de compañía.

RENCORES EN VERACRUZ Y CHIHUAHUA

1.- Donde no habrá acuerdo es en Veracruz y Chihuahua.

En ambos estados lugares los gobernadores salientes y entrantes han escalado su animadversión, endurecido sus posiciones y llevado sus pleitos hasta los tribunales con denuncias, la mayoría de ellas destinadas al fracaso.

El caso más ostensible es el de Javier Duarte y Miguel Angel Yunes, quienes se acusan mutuamente de corrupción, saqueos al erario y enriquecimientos ilícitos a su paso por sus posiciones de gobierno.

En Chihuahua César Duarte ya fue notificado de demandas civiles por su sucesor, procesos sin destino.

Y 2.- cuando la violación de la ley es la norma, sorprende la decisión del gobernador de Guerrero,Héctor Astudillo.

Ante bloqueos carreteros y amenazas, ordenó detenciones en Apango y ayer, de acuerdo a Quadratín, en el grupo se encontraba el ex alcalde Cristóforo Nava, quien exigía la destitución de su sucesora Felícita Muñiz.

Entrevistado sobre esa decisión y el riesgo de mayores conflictos, Astudillo ofreció:

-El que comete delitos tiene que afrontar la ley.

Así debiera ser en todo el país pero…