Poder y dinero
Recordar es vivir
El Señor Joseph Westphal, subsecretario del ejército de USA en el 2011, declaró que: “En México, el crimen organizado pudiera compararse con una insurgencia que pretende alcanzar el poder”… ¡Tenía razón!
S- Mi Rufo. En aquellas fechas la respuesta, el gobierno mexicano por conducto del blandengue Secretario de Gobernación, el Señor Francisco Blake Mora (QPD), replicó: “(las declaraciones del Sr. Westphal) Están totalmente fuera de lugar”,… mientras la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, dijo: “Si (los norteamericanos) no saben lo que pasa en México que mejor no declaren”. Tenía razón Patricia, los norteamericanos no sabían lo que pasaba en México, con Felipe Calderón y Genaro García Luna, el crimen organizado no pretendía alcanzar el poder, ¡ya estaba en el poder!
R- Grrr… Lo interesante de estas descalificaciones que siempre hacen los gobiernos mexicanos a través de funcionarios de segunda que cobran como si fueran de primera, mi Santias, es que quienes realmente no tienen idea de lo que pasa en México (o están mintiendo flagrantemente), son ellos, nuestros ínclitos funcionarios, políticos y gobernantes, quienes olvidan o pretenden hacernos olvidar que el poder civil, así como posiciones de gobierno, no solo son aspiración de la “narcoinsurgencia” (Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Interna de USA (2011) -dixit-), sino una realidad del México de antes y del actual también.
S- ¡Tienes razón, perro!, por eso no debemos olvidar; hablando del 2011, que el narco/prófugo: Julio Cesar Godoy Toscano (medio hermano de Leonel Godoy gobernador de Michoacán en aquellas fechas, hoy dirigente y promotor del Partido Morena), no solo fue diputado de la república con la complicidad de los partidos políticos y con la connivencia silenciosa del Secretario de Gobernación en turno, sino que fue gobernante del municipio (y el puerto de mayor futuro en el Pacífico) de Lázaro Cárdenas en Michoacán; donde hoy las bandas del crimen organizado campean libremente.
R- Auuu, mi Santias, ya encarrerado el ratón, tampoco debemos olvidar los señalamientos que se hacían respecto a las ligas con el narco que pesaban sobre las administraciones de Sergio Estrada Cajigal, ex-gobernador panista del estado de Morelos y de Eugenio Hernández, ex-gobernador priísta, señalado no solo por el irregular crecimiento de la criminalidad en Tamaulipas, incluido el asesinato del candidato del PRI, sino por la opacidad en la cuenta pública y el enorme endeudamiento del estado. Así como de muchos políticos y presidentes municipales (algunos apresados y liberados, otros en investigación) que recibieron dinero del narco para sus campañas o para “dejar operar” al crimen organizado. Tampoco olvidemos el nivel de descomposición de nuestras instituciones policíacas que tuvieron al frente a un payaso corrupto en Genaro García Luna, quién, con el caso de Florence Cassez, en complicidad con el Sr. Carlos Loret de Mola, nos metió en un conflicto diplomático con Francia.
S- Y de nuestro ejército que decir, mi Rufo, sabíamos que de ahí nacieron los Zetas, como sabíamos que el General de División, Jesús Gutiérrez Rebollo (QPD), ex comisionado del desaparecido Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), estuvo preso por corrupto (casi como la historia del General Cienfuegos, aunque esta con final feliz, pues la 4aT incumplió el compromiso de investigar en México los crímenes de los que se le acusaba), y ni que decir de las múltiples transgresiones a los derechos humanos y las mentiras flagrantes del ejecutivo, como en el impune asesinato de los estudiantes del TEC de Monterrey y las violaciones de mujeres, amparados en el fuero militar con la complacencia y complicidad del Jefe máximo de la fuerzas armadas, el Presidente Calderón, quién, en mi opinión, en lugar de luchar contra los crímenes cometidos por policías y militares, poner orden y defender la justicia; luchó y lucha por callar todo aquello que pudiera manchar su imagen y la de su administración, ya enlodada por la implacable realidad.
R- Guau, en este contexto de mentira y simulación oficial de autoridades mexicanas, en mi perruna opinión, en un acto de justicia todos le debemos una disculpa al Señor Joseph Westphal, quien nos advirtió a tiempo y no quisimos escuchar… y por eso, por impunes acciones criminales del pasado, hoy con la complicidad de la 4aT y el rollo mareador de YSQ, estamos como estamos, mi Santias… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Escritor y soñador