“Exportador de Chiles”

Uruapan, Michoacán, 29 de enero del 2017

¡No!, no es albur…

Preocupado por el futuro de las exportaciones agrícolas, mi amigo hablaba de las medidas que estaba tomando Trump…

-¿Qué piensas del Muro, Santiago?

-Te voy a responder con mi caso; en mi casa puse una barda, como se quisieron meter los cacos, puse alambre electrificado al que le pusieron una cobija por lo que, cuando intentaron brincarse, se rompió el alambre y empezó a chillar la alarma ¡Corrieron!, finalmente añadí alambre de púas y parece que ahora si se detuvieron; el punto es que no puse la barda de púas para detener a los rusos o a los musulmanes, ni a los alemanes, chinos o japoneses, sino para defenderme de mis compatriotas mexicanos, rateros por vocación e impunes por la inutilidad de los gobiernos para garantizar la seguridad y la paz social. Pregunta: ¿Puedo criticar a los gringos o a Trump por hacer lo mismo que hago yo para defenderme de los mexicanos ratas?

Un minuto de silencio del agricultor acompañó mi comentario y enseguida insistió: -Si nos ponen aranceles o medidas restrictivas, ya no vamos a poder exportar nuestros chiles a USA.

Yo para mis adentros pensaba: ¡Bien que la producción agrícola del campo mexicano se oriente a alimentar al pueblo de México! Y no a la exportación y a ganar dinero… ¡Gracias Donald!… <pero me quedé callado>

Mi cuate continuaba: -Mi preocupación es la de muchos agricultores mexicanos.

Mientras yo pensaba para mis adentros: que daño nos ha hecho el que llamo: “Síndrome Usabiaga”, que es el del agricultor que se siente chingón exportando mientras su pueblo pasa carencias, apoyado en políticas públicas neoliberales… <Después dije> -¿Por qué no buscas otros mercados? Evo Morales, presidente de Bolivia mandó un mensaje de solidaridad diciendo: “Hermanos mexicanos, es tiempo de voltear al Sur.”

-No pagarían los precios en dólares, replicó mi cuate.

Entonces me cayó el veinte; el problema nacional no es Trump, ni USA ni sus medidas proteccionistas, tampoco es problema de mercados ni de empresas, el problema nacional es que nos hemos vuelto dependientes de la salida fácil de colgarnos de la bonanza (economía) norteamericana ante la estupidez, corrupción, falta de iniciativa y dispendio de los mexicanos, entre los que me cuento. El problema, insisto, no es Trump, el problema son la décadas perdidas para construir una nación soberana, que afirmo: hoy no somos, y vivir colgados de la ubre de los vecinos del norte viendo indiferentes y apáticos como nuestra clase media desaparece y se convierten en pobres millones de mexicanos y con ella se acaba el mercado interno y la capacidad de comprar en México productos mexicanos, simplemente porque millones de mexicanos no tienen ni en que caerse muertos.

-¿Has pensado en exportar a Europa o a Dubái? <Pregunté> El poder adquisitivo en esos países es alto y pueden pagar en dólares o euros, sobre todo los árabes, viven el desierto y tienen petrodólares. Tú nada más imagina la economía de Dubái que tiene como patrullas coches Bugatti, cada uno de más de millón y medio de dólares.

-Sí, pero nos queda lejos, seguramente no somos competitivos por el costo del flete…

¡Chín!, el síndrome del mexicano afloró: derrotado antes de luchar, dependiente y esperanzado en que Trump nos tenga lástima, cuando con nuestra tierra y clima podríamos ser los proveedores de alimentos de países industrializados (en todo el mundo) que paguen en dólares o euros, eso si dejáramos de pensar en chiquito y tuviéramos fe en nosotros mismos en lugar de depender de los gringos; lo que tampoco es culpa de Trump.

Finalmente hablamos de un sistema de comercialización innovador para los productos del campo, en el que mostró poco interés mi cuate, porque implicaba hacer cosas diferentes e innovadoras y en un descuido, hasta un esfuerzo adicional de ventas.

Nos despedimos, yo con un vacio respecto a nuestra cultura de comercialización dependiente de los gringos y los gobiernos, cuando esta debería estar fundamentada en la organización, visión, innovación y capacidad negociadora de los mismos productores… ¿Lo bueno?, que ante la actitud timorata de muchos compatriotas, al fin podremos consumir chiles de exportación en México, pagando en pesos ¡Gracias de nuevo Donald!… ¡Así de sencillo!

Un saludo, una reflexión.

 

Santiago Heyser Beltrán

Escritor y soñador