Cárceles vacías: retos del Sistema Penal Mexicano
Santiago y El Rufo
“Sí, pero no, o no, pero sí”
Que no somos tercer país seguro afirma Marcelo, aunque actuemos como tal…
S- Los acuerdos a los que llegó Marcelo Ebrard con el gobierno de Trump, en mi opinión lo equiparan con el traidor de Álvaro Obregón y los tratados de Bucareli, por aceptar lo inaceptable, en contra del interés nacional.
R- Grrr, que bueno que abordas el tema, mi Santias. Al aceptar recibir en México a migrantes no mexicanos, Ebrard compromete al país a sufragar gastos de manutención, incluido servicio médico, más gastos de repatriación a sus países de origen; todo ello con dinero de los mexicanos; con un agravante, los migrantes que se queden en México, un país con 50 millones de pobres y contando, agravan el problema social y laboral… y el de seguridad.
S- Así es, mi Rufo. Si bien claudicar de decisiones soberanas para quedar bien o para obedecer al gobierno de los Estados Unidos, no es nuevo, la forma en que se puso de rodillas el gobierno de México ante una amenaza inviable e ilegal del Sr. Trump, como aumentar el 5% los aranceles, ¡es de vergüenza! En política la forma es fondo y decisiones en contra del interés nacional dejan un tufo a traición; si bien tenemos como antecedente los tratados de Bucareli que condicionaron el desarrollo tecnológico y económico de México durante décadas, en cuanto a servilismo no desentona el famoso “comes y te vas” que Vicente Fox le recetó a Fidel Castro obedeciendo órdenes de George W. Bush y tampoco la complicidad de Felipe Calderón, por acción u omisión, al permitir, sin reclamar, el contrabando de armas por nuestra frontera norte por parte del gobierno de los Estados Unidos, para armar a los capos del crimen organizado en México. Quizás en contraste y como un “garbanzo de a libra” para explicar la dignidad presidencial que hoy no tenemos, valga la pena recordar la ingeniosa respuesta de Adolfo López Mateos al presidente John F. Kennedy, cuando este le propuso pusiera precio al Chamizal, para así acabar con el diferendo sobre ese territorio; a lo que López Mateos respondió: “El Presidente de México no es vendedor de bienes raíces”. Hoy el Chamizal es territorio mexicano.
R- Guauuu, mi Santias, no debería ser momento para revisar conceptos como los de soberanía, nacionalidad, fronteras, derechos de migrantes, derechos humanos, etc.
S- En los hechos eso es lo que exige y reclama el Sr. Trump a los congresistas demócratas, recordemos que Estados Unidos, para fines prácticos es bipartidista, y que el Sr. Trump es Republicano, en ese tenor, lo que quiere Trump y a lo que se oponen los demócratas, es cambiar la legislación que “obliga” al pueblo norteamericano a dar entrada a gente que llega de forma ilegal a USA, pero que solicita asilo. Las leyes norteamericanas obligan al gobierno a gastar recursos en migrantes ilegales en tanto se define su situación y se les acepta o rechaza. Trump quiere rechazar de inmediato a todo aquel que entra ilegalmente a su territorio, ya que no quiere gastar dinero de los contribuyentes en ilegales y en mi opinión ¡Tiene razón!… Pero de ahí a que tengamos que recibirlos en México, como aceptó el señorito Ebrard, hay su distancia.
R- Grrr, tu posición me parece insensible e inhumana, mi ínclito amo. En mi perruna opinión, aquel que no tiene un modo de vida en donde está, por el simple hecho de existir tiene el derecho a buscar nuevos rumbos.
S- “No te azotes que hay chayotes”, perro ¿De cuando acá me resultaste humanista y experto en derechos humanos? Lo primero que tienes que entender, es que tu derecho acaba en donde empieza mi derecho, es decir, tu derecho a meterte a mi país termina en donde empieza mi derecho a cuidarme y a garantizar que tu entrada no me va a generar problemas; y para eso están las fronteras, las leyes y los trámites. Si un migrante quiere venir a trabajar a México, debe probar que sabe trabajar, que tiene donde quedarse y que no va a ser una carga o un delincuente. Si un migrante quiere venir a pasear, debe comprobar que tiene los medio$; y así en cada caso. El que entra debe justificar para que, y que no va a ser un problema, cosa que no hacen los ilegales. Después, debe demostrar que al entrar va a generar un beneficio y no a causar complicaciones, si alguien quiere trabajar, necesita comprobar que es requerido y que no va a quitarle la oportunidad a un connacional, que de hecho es lo que reclaman muchos de los obreros y trabajadores gringos; cada migrante que entra y “oferta” su trabajo barato, lesiona a los trabajadores nacionales y crea una competencia incorrecta, de ahí el justificado rechazo.
R- Auuu, insisto, entonces cambiemos las reglas.
S- ¡Tienes razón!, mi Rufo, seamos humanistas, cambiemos todo y abramos las fronteras dejando libre paso, también revisemos el concepto de propiedad privada, ya que de una manera u otra es injusto que unos tengan en exceso y otros tengan carencias, lo mismo respecto a los requisitos para subsistir que requiere el migrante en tanto encuentra trabajo ¡Necesitamos nuevas leyes, más justas y humanistas!… En ese sentido, tu visión es correcta, Rufo, pero en tanto se modifica el entramado legal, entrar de ilegal a un país, en mi opinión merece la extradición inmediata… pero no a México, ni con cargo a los mexicanos Sr. Ebrard… ¡Así de sencillo!