Poder y dinero
Tengo amigos sacerdotes de los que me siento orgulloso de su actuar, de su compromiso y de su amistad; como el Padre Pancho de Nahuatzen y el Padre Goyo, exCura de Apatzingán.
S- Lo que no puedo dejar pasar, mi Rufo, porque el Señor dijo: “La verdad os hará libres (Juan 8:31)”; son la mentira, el ocultamiento y la corrupción eclesiástica que lastiman a mi Iglesia y desvirtúan el mensaje de amor de Dios
R- Guau, mi Santias, en ese tenor se inscriben el Padre Marcial Maciel y los solapadores del Vaticano, del empresariado mexicano y de los Legionarios que lo protegieron. También en esa categoría se inscribe, entre otros muchos, el abuso sacerdotal del que escribe Diego Osorno en http:/maspormas.com: “En la sierra norte de Oaxaca, el mismo sitio donde nació Benito Juárez, el sacerdote Gerardo Silvestre abusó sexualmente durante varios años de decenas de niños indígenas, sin que la jerarquía católica de México y El Vaticano hicieran algo, pese a tener testimonios y evidencias del ultraje que estaba ocurriendo.
Manuel Arias, uno de los sacerdotes que denunció a Silvestre, fue párroco durante varios años en los pueblos indios oaxaqueños y estudió un doctorado en Teología en la Universidad de Tübingen, Alemania. De su experiencia surgió “Y la palabra de Dios se hizo indio”, un libro emblemático en el acercamiento humano y espiritual de la Iglesia Católica con las comunidades indígenas del mundo. Para el padre Arias, la pederastia clerical de la que fueron víctimas los niños zapotecos es semejante a la masacre de Acteal y a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, porque “se trata vidas rotas, son vidas acabadas de muchos de estos niños que no tendrán futuro. Y que esto haya sido cometido dentro de la iglesia por un presbítero, no tiene nombre”.”
S- Así lo creo mi Rufo, los crímenes cometidos por sacerdotes son doblemente graves, pues se escudan en la supuesta representación de Dios abusando de que el creyente les abre las puertas o pone en sus manos a sus hijos con la confianza de lo que dicen ser… Cuando alguien con antifaz y pistola me roba, me encabrita, me molesta, pero cuando alguien se escuda en la biblia y en la Cruz para dañar, para mentir, robar o violar, me encabrona doblemente; es aquí en donde esperaría de mi Iglesia una actitud autocrítica que permita limpiar la casa y que desgraciadamente no veo; lo que está alejando a los fieles con el deterioro social que esto implica;… mientras estamos ocupados en construir una nueva Catedral en Celaya.
Regresando al tema de las catedrales, perro, la primera hasta donde sé, se construyó en Roma en el año 324 (Catedral de San Juan de Letrán, que no de San Pedro), lo que confirma el que Jesús, siendo Dios ¡No tuvo Catedral!, de hecho, El reconoció como templo el templo judío, nunca construyó un templo. El Cristo predicaba lo mismo en una colina que en un valle o un tejaban y es que la Iglesia de Jesús no fue igual a la Iglesia Católica Romana, Jesús vivió con humildad y mesura, la Iglesia romana con pompa, riqueza y buscando poder terrenal; cito de https://gotquestions.org/espanol/iglesia-original-primera.html: “En ninguna parte del Nuevo Testamento encontrarás a la “iglesia verdadera” haciendo alguna de las siguientes cosas: orando a María, orando a los santos, venerando a María, sometiéndose a un Papa, teniendo un sacerdocio selecto, bautizando a infantes, observando las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor como sacramentos, o pasando una autoridad apostólica a los sucesores de los apóstoles. Todos estos son elementos centrales de la fe católica romana. Si la mayor parte de los elementos medulares de la Iglesia Católica Romana no fueron practicados por la Iglesia del Nuevo Testamento… (Es tema el reflexionar entre la Iglesia que fundó Cristo y la Iglesia Católica Romana; lo que debería preocupar y ocupar a mi Iglesia ¿No lo crees, amigo lector?)”…
El punto es que si mi Iglesia ¡La Iglesia Católica!, viviera de acuerdo a sus postulados y el ejemplo de Cristo, sería artífice de las reconstrucción moral que sentaría las bases de una reconstrucción social que nos permitiría dar viabilidad una sociedad humanista que sustente el México del futuro en donde los mexicanos podríamos vivir tranquilos y en paz preocupados de trabajar para nuestro sostenimiento en forma colaborativa, solidaria y con responsabilidad por la naturaleza, característica del buen cristiano ¡Claro!, de manera automática se acabaría la casta que hoy encabeza a una Iglesia preocupada del poder y del tener ¿verdad Norberto?, al igual que se acabaría la calaña política depredadora, lo mismo que el narco y el comerciante que solo busca enriquecerse o el ladrón, secuestrador, violador, asesino o mentiroso… En otras palabras, la tarea que tiene enfrente mi Iglesia para regresar al mensaje de Cristo es grande, ya que hay muchas fuerzas e intereses que se van a oponer, dentro y fuera,… pero ojo, ¡No es imposible!… ¡Claro!, tendría que empezar por barrer la propia casa y seguir con humildad y amor las enseñanzas de Jesús, lo que en sí es un reto colosal. Por lo pronto, si corrigen rumbo estoy a sus órdenes, porque esta es una tarea de todos los que somos y formamos “La Iglesia”… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador