La opción
Presupuesto populista, sin estrategia
Luisa María Calderón/Quadratín
Y llegó el proyecto de Presupuesto de Egresos 2019, mismo que determina el gasto del gobierno federal que lleva 16 días al mando. Llega, por cierto, otorgando a la Cámara de Diputados sólo 15 días para que sea revisado, discutido y, en su caso, aprobado según los términos constitucionales de México.
En el ámbito rural, donde la pobreza es mayor, ahí donde las carencias obligan a los pobladores a emigrar a las ciudades, disminuyendo aún más las oportunidades de sus comunidades, ahí donde, aún en forma rudimentaria -a veces precaria-, se produce el 70% de nuestros alimentos, esperábamos un muy significativo y exponencialmente mayor apoyo de este nuevo gobierno.
Lo digo sinceramente, así lo esperábamos por el perfil del secretario de agricultura, un hombre entregado a la investigación y desarrollo de innovación en el campo, don Víctor Villalobos, reconocido investigador “chapinguero”.
Pero no fue así, la propuesta de presupuesto para el siguiente año, reduce en casi 29 % el recurso que se destinará al campo, respecto al presupuesto otorgado a ese rubro en 2018.
Reduce también en más de 30% el presupuesto destinado a medio ambiente – sí, ahora que nos ahogamos en nuestra propia contaminación y nos es más evidente la destrucción de esta nuestra casa, el Planeta Tierra , y un día después de que en Polonia, los representantes del mundo en esa materia, aprobaron la aplicación del acuerdo de París para rescatar algo de lo que hemos perdido de equilibrio ambiental, y de donde alimentamos.
El presupuesto aumenta , en cambio, el monto en fertilizantes, al tiempo que disminuye la inversión en investigación -el rubro es ciencia y tecnología-. Sí, vinculo fertilizantes -obviamente para la producción agrícola- con investigación, porque NO es aceptable que se aumente el rubro en químicos que sólo dañan el suelo y disminuyen cada vez más la productividad de ese campo.
Y, hablando de investigación tecnológica, mientras en España avanzan en generar energía eólica con aerogeneradores vórtices, es decir, que en lugar de utilizar aspas, generan energía eléctrica con la vibración de postes; en México se volverá e impulsará la utilización de energía fósil y contaminante.
¿Por qué disminuir la posibilidad de investigar nuevas formas sustentables de alimentar el suelo?
No hay manera de entender esta agenda, más que poniendo el foco en lo populista de mantener las condiciones asimétricas de los productores.
Ahora bien, para que no se diga que todo es descalificación, debo reconocer el aumento en el presupuesto destinado para caminos rurales.
Sin embargo, dentro del Ramo 16, el proyecto disminuye también lo relativo al recurso para agua, drenaje y RIEGO… ¿Cómo es que no entienden que si no hay riego, no hay producción?
Por poner un ejemplo, el presidente aumentará dinero a un programa: “Sembrando Vida”, que contempla la siembra de un millón de hectáreas con árboles maderables, así como milpa intercalada con árboles frutales en 19 estados del país. Pero, ¿apoco los árboles frutales que piensa sembrar no ocupan cantidades importantes de agua?
Al parecer, el nuevo gobierno espera que, solamente con meter lana a los precios de garantía de productos básicos, mejore la productividad y disminuya la pobreza, lo cual es un garrafal -y costosísimo- desacierto.
Así van las propuestas en el Presupuesto de Egresos 2019: sin una mirada estratégica, sin reconocer que es un sistema; sin idea de orden, sin intención de generar círculos virtuosos de las apuestas financieras.
Eso sí, es clara la agenda del presidente: populismo a costa de retroceso, contaminación, destrucción de capacidades y competencias.
Dicha agenda, evidencia que no importa cuánto dañemos a nuestra casa universal, no importa que no lleguemos al 2030 con metas cumplidas. Lo único que importa es mantener cautivos a los votantes, aunque ellos mismos estén lejos de mejorar su propia condición y desarrollo.