Política gourmet/Yazmin Alessandrini

Las vulgares mujeres de la 4T.

* Si Rocío Abreu tuviera dignidad recogería sus sobres con dinero sucio y se largaría a Campeche

* Asqueroso e indignante que una mujer amenace con publicar material íntimo de otra mujer

* ¿Acaso no existe una sola instancia u órgano interno en el Senado que frene estas conductas?

SALSA PICO DE GALLO.- En los tiempos estelares de la 4ª Transformación, varias de las mujeres que se dedican a la actividad política defendiendo la causa morenista-obradorista lamentablemente no han logrado entender las genuinas causas feministas que han permitido que el otrora llamado “sexo débil” rompiera varios techos de cristal que durante generaciones les impidieron el crecimiento y el desarrollo en distintas actividades consideradas sólo para hombres, entre ellas la política. Resulta vergonzoso y vergonzante, incluso repugnante, ver cómo se desempeñan y como se comportan en su actividad pública las senadoras Rocío Abreu Artiñano, Lucía Trasviña Waldenrath, Citlalli Hernández Mora o la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román. Estas cuatro señoras son la más nítida fotografía de cómo se han desvirtuado los ideales feministas por los que a diario luchan tantas mexicanas. Para estas cuatro la inclusión y la equidad son solamente el pretexto que les permite a diario rebajarse a niveles insospechados para jactarse de que son capaces de las peores vulgaridades, con las que inlcuso superan los patanes de patanes de la llamada cuatroté, como lo son el senador guerrerense Félix Salgado Macedonio y el diputado federal por la CDMX, Gerardo Fernández Noroña, quienes jamás se comportarían como lo han hecho estas cuatro finísimas y distinguidísimas damas.

CALDO ALVARADEÑO.- Mención honorífica en la galería del horror merece lo que hizo esta semana la senadora campechana Rocío Abreu Artiñano, quien en lugar de tener la cabeza escondida en el piso, como las avestruces, porque la inmortalizaron en una serie de videos recibiendo millones de pesos vaya usted a saber para qué causa y que en una primera instancia negó haberlos recibido y después fingió demencia al asegurar que no se acordaba para qué fue ese dinero; prefirió atacar a una colega, a una mujer como ella, la senadora panista Lilly Téllez, a quien le gritó “piruja” desde su escaño cuando la legisladora albiazul estaba haciendo uso de la palabra. Pero el ataque no paró ahí, porque la campechana, cuando le fue cedido el micrófono, escaló en sus insultos y amenazas al decirle a la también periodista que no se preocupara, porque muy pronto también saldrá a la luz un video suyo, nada más que éste no va a ser apto para menores de 18 años. O sea, ¿una senadora amagando abiertamente con publicar material íntimo de otra senadora? ¡Eso es una violación a la Ley Olimpia! ¿Piensan quedarse con los brazos cruzados en el Senado ante esta asquerosa ignominia? Pero esto no es todo, en redes sociales una activista y lideresa sindical llamada Daniela Acosta denunció a esta misma senadora, a Rocío Abreu, de haberla acosado sexualmente, de hacerle tocamientos inapropiados e incluso le propuso pasar a su oficina para “echarse un mezcalito” con ella. ¡Eso es una bajeza!

EMPANADAS FEMINISTAS.- Y qué opinión les merece el nivel del debate de la senadora bajacaliforniana Trasviña Waldenrath, quien para denostar y menospreciar a los ciudadanos que tomarán las calles del país el próximo domingo para impedir que se siga dinamitando al Instituto Nacional Electoral (INE) y para defender a la democracia, subió a la tribuna del Senado para vociferar “¿cuál puta democracia?” en un intento por insultar a aquellos que considera sus enemigos políticos. Ya nada más falta que en su próxima intervención la señora suba con pistola en mano (porque le encanta andar armada) para amagar a aquellos que no piensen como ella. Y de la señora Citlalli Hernández, mejor ni hablemos, porque ella es de las que acostumbran a aventar la piedra y esconder la mano, pero para su mala suerte siempre tendremos a la mano Twitter para poder recordarle sus vulgaridades, como cuando en mayo del 2012 tuiteó, en un intento por socavar la autoridad del Presidente de la República en turno, Felipe Calderón: “Viejo culero, ya militarizó el país”. Aunque ella jura y perjura que dicho tuit es falso.

Vulgares, corrientes, indignas… así son estas finas mexicanas tan representativas de nuestra actual política.

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