Libre expresión
En un texto propio, publicado previamente en esta misma página electrónica, me extendí sobre el perfil de los presidentes de nuestro país en los últimos 30 años, habiendo señalado dos perfiles principales, el político y el técnico, bajo esa premisa, puntualizamos que el Presidente Peña es un político puro. Para los políticos puros, las credenciales académicas son cosa menor y no son sustento ni de su éxito ni de su poder.
Ahora bien, en días recientes mucho se ha escrito y dicho sobre el plagio del 29% de la Tesis que para obtener el grado de licenciado en derecho por la Universidad Panamericana sustento un joven Enrique Peña Nieto.Del tema de tesis: “El presidencialismo Mexicano y Álvaro Obregón”, y de la trayectoria publica que tuvo el Presidente Peña, infiero claramente que la academia, la investigación o la especialización jurídica no estaban en las miras ni en el interés del pasante peña; la tesis claramente puede identificarse más en el rubro histórico, de administración pública o de ciencia política.
Este joven ambicioso estudio derecho, como muchos más, bajo la premisa, correcta o incorrecta, no lo sé, que esta carrera es la profesión ideal del político mexicano. Al parecer, el título de abogado le significaba solo un trámite más para entrar en el mundo laboral y/o político; seguro estoy, que infinidad de profesionistas en nuestro país tuvieron esta visión, obviamente no los que querían dedicarse a la academia y la investigación.
Desde luego que no se puede justificar el plagio, aceptando que lo hubiera sido,ni lo pretendería, sin embargo lo que sí quiero, es poner en su justa dimensión y en su contexto, una acción desafortunada de hace 25 años, que demuestra impericia metodológica del joven Enrique Peña; impericia que una periodista con sed de sangre y venganza quiso hacer ver como la gran bomba periodística. Que no lo fue. Una tristeza la perdida de imparcialidad de la que en su momento fue una gran periodista.
Parece ser, que después de una exhaustiva búsqueda de cadáveres en el closet de Enrique Peña Nieto, su familia y cercanos, por parte de Aristegui y su equipo, esto fue lo más grave que encontraron.
Repito, aceptando sin conceder, el plagio en cualquier cantidad o grado es reprochable, pero desafortunadamente esa acción y actos de corrupción como la mordida, el palancazo y el compadrazgo como merito laboral, entre otros actos, son considerados como males menores, socialmente tolerados, hasta aspirados y presumidos; el mismísimo Presidente Peña en diverso discurso lo señaló, la corrupción es un mal cultural de la sociedad mexicana, y para nuestra desgraciatiene toda la razón, y en esta desgracia esta toda nuestra clase política, pues son mexicanos que nacieron y crecieron con ese chip, el cual es urgente cambiar.
Sinceramente, quien este asombrado con el tema de la tesis de Enrique Peña, es que está siendo hipócrita, es muy puritano o es ciudadano, nacido y criado, en un país del primer mundo.
Finalmente ¿En verdad les sorprende que el Presidente Peña no sea una eminencia en la investigación y la academia?¿Creen que fue un gran estudiante? es un hecho público y notorio que las fortalezas que lo llevaron a la cumbre del poder político en México fueron su carisma y su pragmatismo político,mas no su capacidad técnica jurídica.
Críticas y comentarios: [email protected]