Lanza Leonel García su octavo álbum con 10 melodías
Al hablar de paz, nos hace pensar solamente en la parte humana y su intersubjetivación, que puede o no incluir la violencia y la guerra, es decir, al parecer cuando se habla de paz no se incluye la parte del ser vivo, plantas y animales, el agua, la luz, el aire y la tierra y desde ahí generamos violencia contra los otros seres vivos al mantenernos antropocéntricos; pero no, no es así, la paz en su construcción más amplia incorpora a distintas estructuras que son fundamentales para impulsar la paz en la tierra y con la naturaleza y en la comunicación entre la diversidad de los seres humanos.
Para hablar de paz ambiental, se requiere de comprender que la paz no es solamente social, sino que requiere del componente ambiental donde se da certeza a la vida, donde desde el agua, aire, luz, y la tierra son elementos fundamentales para contemplar la paz y la existencia de la vida; solo recordemos que los humanos somos “biopsicosocialesambientales”, solo así podemos comprender la importancia de la paz ambiental.
En este mismo sentido, será necesario hablar de la paz ambiental como parte del compromiso de revertir todo lo que se ha generado a través del norte global (norte global y sur global, de Boaventura de Sousa Santos y Frantz Fanon) impuesto por el capitalismo y sus sistemas de seguridad militar, que mantienen el crecimiento capitalista y de explotación neocolonial de recursos, tanto de recursos renovables, como aquellos fósiles o no renovables, que son desafortunadamente causa de la crisis ambiental, social y subjetiva, que hoy genera el calentamiento global, la degradación ambiental y la crisis climática.
La paz ambiental tiene un propósito fundamental y es, proteger a la naturaleza, a los seres vivos, si bien, existe un importante avance en la normativa de dimensión internacional, regional, nacional y local respecto del cuidado del medio ambiente, incluida en la Constitución de México, además de mandatos de ley para el establecimiento de estructuras operativas y el diseño de la política pública sobre el cuidado de la naturaleza, al parecer no es suficiente para revertir el calentamiento global, y la crisis ambiental que vivimos y que nos señalan los objetivos sostenibles del desarrollo, en la Agenda 2030 de la ONU.
Por ello, insistimos en la importancia de trabajar armónicamente en las tensiones entre política públicas y seguridad, cultura social, convivencia, que permitan satisfacer las necesidades de la población y las comunidades, pero, sin destruir el medio ambiente, siempre abordando los conflictos que se presenten de manera dialógica.
Por otro lado, es importante seguir construyendo comunalidad y hacer el acompañamiento y en su caso, visibilizar los grupos sociales, así como los movimientos que defienden el territorio, el agua, o el medio ambiente, o como el comité ciudadano de Uruapan en la defensa de los humedales y áreas verdes del Parque Urbano Ecológico de Uruapan, cuyo compromiso permite su protección, y regeneración de los humedales, así como la reforestación, en la que muchas personas han participado (sin importar el sexo, el género, la clase o la raza), principalmente población civil, pero hay que decirlo, acompañadas de las autoridades tanto federales, como estatales y la municipal.
En algunas ocasiones el Parque Urbano Ecológico de Uruapan ha sido violentado por particulares, no obstante, ha sido la participación de la autoridad, la que ha permitido llevar una paz ambiental, en donde se privilegia el diálogo y se renuncia a las soluciones violentas, a partir de expresar la máxima de que no hay paz sin paz ambiental.En este 2024, sigamos trabajando en la construcción de la paz ambiental, pero también en la paz neutra, así como en la paz imperfecta. Sea este mi reconocimiento para muchos niños, niñas, niñes que trabajan para fortalecer su cultura de respeto al medio ambiente y con ello, avanzan en la cultura de la paz, y de la paz ambiental. Dedico esta nota para mis ahijados y ahijadas: Zoé, adolescente con fortaleza para el deporte y comprometida con sus estudios y sus padres, ejemplo de responsabilidad; Aurora, gran pintora y de pensamiento crítico; Jesús, joven comprometido con el medio ambiente y su cuidado; Pedro, buscador de verdades y de acciones para el bien común; Itzel, comprometida con su desarrollo profesional, siempre avanzando; Carlos e Irma, que formaron una gran familia, y obsequiaron a la sociedad dos extraordinarios jóvenes; así como a Chendo, María e Irving Miguel, mis sobrinos (le dice su hermano peludo de cariño) que desde Huejutla, Hidalgo, construyen formas de intersubjetivación para el cuidado del medio ambiente.