“Seremos inflexibles en la defensa de las ideas, pero respetuosos en las formas, pues en política, frecuentemente, la forma es fondo”.
Jesús Reyes Heroles

A Silvano Aureoles Conejo le ha faltado mucho tacto político ante la nueva coyuntura sociopolítica que se vive en México tras la contundente victoria de Andrés Manuel López Obrador el 1 de julio pasado.


El titular del Ejecutivo estatal no tiene asesores políticos que lo orienten sobre la ruta que debe seguir su administración en los próximos tres años.
La guerra verbal contra el mandatario federal no abona a la solución de los múltiples y graves problemas que afronta Michoacán desde hace varios años.


Aureoles Conejo estableció una estrecha relación con el hoy expresidente Enrique Peña Nieto, relación que, por cierto, arrojó buenos dividendos para la entidad en materia de transferencias de recursos federales.


El titular del Solio de Ocampo equivoca la estrategia hacia la nueva administración federal, cuando en cada acto público o rueda de prensa cuestiona los planes que AMLO anuncia para impulsar su programa de gobierno.


La actitud del gobernador michoacano podría tener como eje la búsqueda de un liderazgo nacional de oposición, tanto al nuevo titular del Ejecutivo federal como al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).


La pregunta pertinente es cuánta credibilidad tiene Aureoles Conejo para erigirse en una legítima resistencia a los cambios que perfila el político tabasqueño en materia de desarrollo social, fiscal, financiera, seguridad pública, educación y salud.


Una revisión sobre el desempeño de la administración silvanista no deja bien posicionado al gobernador de Michoacán, particularmente en los rubros de finanzas públicas, seguridad, educación y salud.


Hace unos días la prestigiada empresa consultora Aregional publicó su Índice de Desempeño Financiero de las Entidades Federativas (IDFEF) 2018.
A través de esa herramienta se clasifica a los gobiernos estatales por su desempeño en la generación de ingresos propios, administración de su endeudamiento, control de su gasto administrativo, generación de ahorro interno y esfuerzos por canalizar recursos hacia la inversión productiva.
Michoacán aparece con una calificación de 63 en una escala de cien y en la posición 25 de 32 casos investigados, sólo superado en mal desempeño por Chihuahua, Colima, Tabasco, Sonora, Baja California, Chiapas y Veracruz.
Un dato que apuntala los hallazgos anteriores es el que de 2012 a 2017, la entidad que hoy gobierna el perredista Aureoles Conejo retrocedió en el rubro de generación de ingresos propios. En seis años se pasó del 9% al 4.9% en dicho rubro, es decir, un retroceso de casi cuatro puntos porcentuales, según estadísticas de la SHCP.


Esas cifras se complementan con investigaciones de la empresa Arias Consultores y del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO).
La primera, en una encuesta intitulada Así Van Los 32 Gobernadores–Noviembre 2018, califica de “pésimo” el desempeño del titular del Solio de Ocampo.


No obstante que el perredista subió 3 puntos porcentuales de mayo a noviembre (9.7% a 12.7% de aprobación), en temas de confianza ciudadana y empresarial, así como en apoyo a personas de escasos recursos, servicios de salud, turismo, combate a la corrupción y seguridad, los números que obtuvo son paupérrimos.


Únicamente a 14.3 por ciento de ciudadanos entrevistados le genera confianza su gobierno, mientras que en el mismo rubro, pero entre empresarios, la cifra fue de 10.2%.


Sobre la percepción de apoyo a personas de escasos recursos, sólo el 15.1% emitió una opinión positiva, contra el 83.3 de reprobación.


En el apartado de mejora de servicios de salud en la entidad, el 13.2% dio un sí, el 84.7″ manifestó que no.


En relación con el turismo, el mandatario estatal recibió el espaldarazo de 33.4 por ciento de los encuestados, con un 54.6% de opiniones negativas.
El combate a la corrupción fue uno de los rubros donde Aureoles Conejo salió peor parado: 93% lo reprobó y únicamente el 1.4% emitió un comentario positivo.


Finalmente, en materia de seguridad pública las cifras fueron también muy adversas para el gobernador perredista: el 90.3% dijo que no se ha mejorado, sólo el 8.6% consideró que sí y el 1.1% no supo qué contestar.
Casi paralelamente, el IMCO publicó su Índice de Competitividad Estatal 2018, compuesto por 98 indicadores, categorizados en 10 subíndices y que mide la capacidad de los estados y las ciudades para generar, atraer y retener talento e inversión que detonen la productividad y el bienestar de sus habitantes.


Michoacán aparece en la posición 29 de 32 entidades analizadas, únicamente por arriba de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.


Las ciudades más competitivas son las de Mexico, Querétaro, Nuevo León y Aguascalientes; las menos competitivas son Veracruz, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.


En el apartado de Competitividad Urbana 2018, aparecen Morelia (media alta), Uruapan (baja), Lázaro Cárdenas (baja) y Zamora- Jacona (muy baja).
Por último, el Observatorio Ciudadano de Michoacán (OCM) vaticinó que el 2018 será el año más violento desde que arrancó la administración silvanista en octubre de 2015.


Esa agrupación ubicó a la entidad en noveno lugar en incidencia de homicidios dolosos y en quinto en homicidios culposos.


Esta evaluación habría que contrastarla con los resultados del Índice Aregional de Seguridad y Ausencia de Violencia 2018, donde únicamente tres entidades –Baja California Sur, Hidalgo y Durango- obtuvieron calificaciones superiores a 60 puntos en una escala de cien unidades.


Según dicha empresa de consultoría, el promedio nacional sobre este rubro fue de 46.2 puntos y sólo un poco más de la mitad estuvo por encima de esa cifra.


Michoacán aparece en luz amarilla, con 54.5, en la posición novena a nivel nacional.


Bajo todo este contexto y con estadísticas confiables sobre el desempeño del gobierno de Aureoles Conejo en la primera mitad de su gestión, no será fácil para el mandatario michoacano posicionar un liderazgo nacional de oposición a la administración amloísta.


No estaría de más que el titular del Ejecutivo estatal revisará algunos aforismos de Jesús Reyes Heroles, entre ellos el siguiente:


“La política demanda pasión, pero, a la par, mesura, sosiego interno, dominio de sí mismo, para no intentar dominar a otro u otros; aspirar a dominar las cosas y no a los hombres”.