Política gourmet
OBSERVADOR CIUDADANO
¿EL FUTURO DE MÉXICO EN MANOS DEL ITAM?
Dice Agustín Carstens Cartsens, Gobernador del Banco de México (Banxico) hasta el 30 de noviembre del año anterior, en la presentación del libro: “Autonomía de la Banca Central en México” de Eduardo Turrent, Banco de México, 1994, (realizada para celebrar 20 años de la autonomía constitucional del banco central):
“La autonomía que se otorgó al Banco de México hace casi 20 años le ha dado al país incontables beneficios. En México hoy vivimos mejor (sic) gracias, entre otras cosas, a que el banco central es autónomo y dispone a plenitud de las herramientas monetarias idóneas para procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda que emite.
“¿Por qué los bancos centrales deben ser autónomos? ¿Qué significa la autonomía? ¿Nos ha dado beneficios a los mexicanos el hecho de que el Banco de México sea una institución del Estado pero que es independiente en el ejercicio de la política monetaria? ¿Cómo se relaciona la autonomía del banco central con el cumplimiento de su objetivo prioritario de procurar la estabilidad de precios, como lo manda nuestra Constitución?”
Esas y otras cuestiones son supuestamente contestadas por el hasta hace unas semanas Gobernador del banco central en la señalada publicación (ver: http://educa.banxico.org.mx/ebooks_descargas/%7BFD19AC40-AE77-5978-6B50-41E3B4C96EF3%7D.pdf).
No es el objeto de este comentario discutir si Banxico es en efecto una institución autónoma, como lo establece la Constitución a partir de 1993, pero si llamar la atención sobre ¿cómo puede esperarse autonomía de una institución que es manejada con una visión ideológica única en un mundo y un país plurales?
Desde que se otorgó “autonomía” al Banxico este ha tenido 4 gobernadores, contando el flamante designado al cargo a partir del 1º de diciembre anterior, el Dr. Alejandro Díaz de León Carrillo. Los tres gobernadores anteriores fueron: Miguel Mancera Aguayo (abril 1994 a diciembre 1997), Guillermo Ortiz Martínez (enero 1998 a diciembre 2009), Agustín Carstens Carstens (enero 2010 a noviembre de 2017), y Alejandro Díaz de León Carrillo (a partir del 1º de diciembre de 2017). Vale señalar que todos, con excepción de Ortiz Martínez, son egresados de la licenciatura en Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM): Mancera (1956), Carstens (1982) y Díaz de León (1993), además de doctorados en universidades estadounidenses; Ortiz Martínez por su parte, fue maestro de la carrera de Economía del propio ITAM.
Por si el dominio del banco central a través de un grupo de subordinados al gobierno a través de los secretarios de Hacienda en turno fuera poco, es conveniente señalar que en días pasados el Presidente Peña Nieto propuso al Congreso de la Unión a la economista Irene Espinosa Cantellano, también egresada del ITAM (1991) como candidata a Subgobernadora del Banxico.
Nadie pone en duda la capacidad de los egresados del ITAM para despeñarse como Gobernadores y Subgobernadores del Banxico, aunque si su autonomía, independencia y pluralidad ideológica. Cabe además preguntarse ¿Qué no habrá economistas egresados de otras instituciones de educación superior en el país capaces de desempeñar esas funciones?
En México, existen 108 universidades públicas y privadas que imparten la licenciatura en economía; ver: http://www.unioportunidades.com.mx/universidad/carrera/344/Econom%C3%ADa .
Para contestar a la pregunta de si están mejor preparados los economistas del ITAM que los egresados de otras universidades, el portal Rankings https://rankings.americaeconomia.com/universidades-mexico-2017/tabla, presenta una relación de las 50 mejores universidades del país, en la que coloca en 2017 a la UNAM, al Tecnológico de Monterrey, y al IPN, como las tres mejores universidades mexicanas, y al ITAM como la número 11.
En lo personal no dudo de la buena preparación de los economistas egresados del ITAM, pero tampoco hay duda de que en muchas otras de esas 108 universidades hay economistas preparados. Creo que los economistas del ITAM, por su ideología y orientación deben concentrarse en trabajar en empresas privadas, para lo que fueron preparados, y a velar por los intereses de los grupos económicos que los formaron.
Cabe recordar que las finanzas nacionales durante los últimos sexenios han prácticamente sido manejadas por economistas preparados también en el ITAM. Los titulares de la SHCP: Pedro Aspe Armella, 1988-1994, Francisco Gil Díaz, 2000-2006, Agustín Carstens, 2006-2009, José Antonio Meade 2011-2012 y 2012-2017, y Luis Videgaray Caso 2012-2016, son todos egresados del ITAM.
Pero además de lo anterior, muchos de los titulares de carteras importantes de las últimas administraciones gubernamentales del país también han sido egresados de la misma escuela de economía del ITAM: Luis Téllez Secretario de Energía (1997-200) y de Comunicaciones y Transportes (2006-2009), Georgina Kessler, Secretaria de Energía (2006-2011), así como el propio Presidente Felipe Calderón, quien cursó la maestría en Economía en el ITAM. No se puede olvidar al tristemente célebre ex Director de Pemex entre 2012 y 2016, Emilio Lozoya Austin (egresado del ITAM en 2001), acusado de malos manejos financieros de la petrolera mexicana y de haber recibido una “mordida” de diez millones de dólares de la empresa constructora brasileña Odebrecht para corresponder con favores a la misma.
Me parece oportuno citar en este comentario un artículo publicado por Carlos Fernández Vega en su columna México, SA, del diario La Jornada del 23 de noviembre de 2006 en el que hacía, ya entonces, una enérgica reflexión, coincidente con la aquí se expresa, sobre el papel que entonces desempeñaban los economistas del ITAM en el destino del país, y que más de una década después resultó premonitoria, ver: http://www.jornada.unam.mx/2006/11/23/index.php?section=opinion&article=030o1eco
Por si fuera poca la responsabilidad de los egresados del ITAM en la grave situación, económica, financiera, social y de inseguridad, que padece hoy México, y a la que muchas veces nos hemos referido en este espacio, el PRI pretende perpetuar la conducción del país en un grupo compacto de egresados de esa institución encabezados por José Antonio Meade Kuribreña.
Como que ya tuvimos suficiente. ¿No cree usted?