Un 19 de mayo para recordar
Alejandra Barrales frente al PRD
Enrique Bautista Villegas
El sábado 16 anterior fue designada como Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD Alejandra Barrales. Como Secretaria General continuará Beatriz Mojica, quien había desempeñado la función con el efímero antecesor de la primera, el académico, que fuera cercano colaborador de Luis Donaldo Colosio, Agustín Basave.
La llegada de Barrales a la dirección del partido se da en una contexto de descomposición y crisis estructural del organismo político. El PRD se constituyó durante más de dos décadas en la esperanza de las fuerzas progresistas y de izquierdapara acceder al poderpor la vía democrática y así detener el avance del modelo de desarrollo (sic)neoliberal, que han impuesto los gobiernos de la república a partir de 1982, sumiendo al país en la crisis de pobreza, desigualad, inseguridad, y corrupción, que padece en la actualidad..
La descomposición del partido y su rápido declive como alternativa política de izquierda se ha venido dandoa partir de que las llamadas expresiones ideológicas que lo conforman, que en realidad son verdaderas pandillas de intereses grupales, se hicieron del dominio del partido dejando de lado los principios que le dieron vida.
El abandono de los principios partidistas y las alianzas encubiertas y abiertas con el gobierno y la derecha, llevaron a que quienes en su momento fueran sus máximos dirigentes, y candidatos a la presidencia de la República en las cinco ocasiones, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, a renunciar a su pertenencia partidista.
Las pugnas internas entre las corrientes, el veto expreso a quienes no pertenecieran a ellas para ocupar candidaturas y cargos partidistas y, desde luego, el desvío en el rumbo ideológico, han ido alejando al PRD de quienes lo llevaron en diversos momentos a constituirse en la segunda fuerza política nacional. Hoy, su declive lo ha colocado en condición de debilidad de la que difícilmente podrá levantarse.
Alejandra Barrales asume el complicado reto de recuperar el rumbo del partido y la esperanza de quienes en su momento confiaron en el PRD como alternativa política. En su función deberá enfrentar las presiones e intereses de las tribus que dominan la estructura partidista. En corto tiene las elecciones para renovar los poderes en tres entidades federativas: Nayarit, Coahuila, y el Estado de México, visto este último como la antesala de las elecciones presidenciales.
Deberá conducir las negociaciones para que el Consejo Nacional determine si el partido participa con candidatos propios, prefiere continuar con su estrategia de alianzas con el PAN, que en el discurso le ha redituado triunfos, pero que en la práctica lo ha alejado de sus militantes y simpatizantes y lo ha sumido en la debacle, o decide aceptar el guiño de Andrés Manuel López Obrador, para ir en alianza con MORENA.
De los resultados que logre durante su breve permanencia como lider nacional perredista, en buena medida se definirá el futuro de esa organización política, y muy probablemente el resultado de las elecciones presidenciales del 2018.
Tarea nada fácil, que solo el tiempo definirá.