OBSERVADOR CIUDADANO

INDUSTRIA FARMACÉUTICA NACIONAL EN RIEGO

El pasado martes 14 de los corrientes el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señaló en su conferencia mañanera la intención del gobierno que encabeza de adquirir en el extranjero a través de compras consolidadas los medicamentos que el sector salud requerirá para el año 2021. El presidente señaló: “Vamos a hacer compras consolidadas de medicamentos en el extranjero con supervisión de la ONU para resolver en definitiva el problema de abasto de medicinas; se nos ha dificultado porque era mucha la corrupción en la compra-venta de medicamentos, pero algo escandaloso, de millones de pesos y los que se beneficiaban con la venta de medicamentos están molestos, hay campañas en medios hablando de la escasez”.

Tales afirmaciones han generado descontento y preocupación entre los fabricantes de los medicamentos en el país afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica y las asociaciones, Mexicana de Industria de Investigación Farmacéutica, Nacional de Fabricantes de Medicamentos, y Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, ya que consideran que los señalamientos del presidente constituyen una denuncia generalizada, y que si existen responsables de los hechos señalados, deben ser sustentados ante las autoridades competentes para que se investiguen y sancione a los infractores.

De acuerdo con los industriales de los medicamentos en el país hay más de 250 plantas y 600 mil trabajadores dedicados a esa actividad, por lo que calificar a todo el sector como corresponsable de los actos de corrupción resulta injustificado. 

La industria farmacéutica nacional es por su volumen de producción y consumo una de las 15 más importantes del mundo. Una decisión de parte del gobierno de sustituir la compra de medicamentos que se hace en el país por importaciones generaría un efecto devastador para un sector industrial estratégico. 

De acuerdo con señalamientos que se han venido haciendo desde que inició el actual gobierno ha habido, en efecto, grandes irregularidades en la venta de los fármacos al gobierno, generando pérdidas multimillonarias para el presupuesto público por pago de sobreprecios a intermediarios deshonestos coludidos con funcionarios corruptos.

En este contexto, el gobierno debe erradicar la corrupción y el gasto injustificado de recursos públicos, no solo en la compra de medicamentos, sino en todos los sectores, identificando en este caso a las empresas distribuidoras de medicamentos y a los funcionarios públicos que han actuado en contubernio, para aplicarles todo el peso de la Ley.  Pero lo que no debe hacer es medir con el mismo racero a la industria farmacéutica en su conjunto y hacer pagar a justos por pecadores. 

La corrupción identificada en la compra de medicamentos e insumos médicos por parte del gobierno en años recientes se dio fundamentalmente entre empresas distribuidoras o intermediarios y funcionarios públicos corruptos, que son a quienes hay que identificar, detener y sancionar.

Por el bien del país el gobierno debe evitar hacer generalizaciones como la que parece estar haciendo con la industria farmacéutica. La lucha contra la corrupción emprendida por el presidente López Obrador es un imperativo que la inmensa mayoría de los mexicanos aprobamos y apoyamos, pero resulta injustificable y arbitrario colocar en la misma categoría y dar el mismo trato a todos los integrantes de un sector productivo, a partir de que una parte de los integrantes de la cadena de productiva de que se trate han actuado de manera deshonesta y abusiva.