Observador ciudadano/Enrique Bautista

OBESIDAD, DIABETES, HIPERTENSIÓN, RETOS A VENCER
Entre los muchos retos que el gobierno que encabezará André Manuel López Obrador, Presidente del país a partir del próximo 1º de diciembre está la elevación en de los niveles de atención a la salud de la población. De los padecimientos más importantes que habrán de enfrentarse y buscarse disminuir a través de la prevención están las enfermedades crónicas no transmisibles, aunque en buena medida hereditarias, tales como la diabetes y la hipertensión arterial, que son la principal causa de mortalidad de adultos en todo el planeta. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2012 estas representaron el 82% de muertes prematuras, el 68% de muertes en general y tres cuartas partes de las muertes en países con un promedio de ingresos bajos y medios.
Este tipo de enfermedades crónicas, causadas en buena medida por la obesidad, constituyen un serio problema de salud pública en México, ya que ocupan el primer lugar en prevalencia entre adultos. En el caso de la diabetes de acuerdo a cifras conservadoras, con15.9%, y en el de la obesidad, con 32.4% de la población.
Algunos de los factores que se señalan como origen de la obesidad y el sobrepeso están: el bajo costo de alimentos procesados con altos contenidos de grasa, sal y azúcar, el aumento del consumo de comida rápida y de bebidas gaseosas con alto contenido de edulcorantes, y la reducida actividad física, entre otras. Se calcula que tres de cuatro mexicanos mayores de 18 años que viven en zonas de bajos ingresos sufren sobrepeso u obesidad.
Si bien la diabetes es una enfermedad crónica de causas múltiples, la obesidad es una de sus causas importantes. En su etapa inicial no produce síntomas y cuando no se trata adecuadamente ocasiona complicaciones de salud graves como infarto del miocardio, ceguera, falla renal, amputación de las extremidades inferiores y muerte prematura. Durante las últimas décadas el número de personas que padecen diabetes se ha incrementado y actualmente figura entre las primeras causas de muerte en México; de acuerdo con la encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012 (ENSANUT 2012), en ese año cerca de 6.5 millones de personas diagnosticadas con diabetes.
La diabetes es un reto de salud global; estimaciones de la OMS indican que en 1995 había en el mundo 30 millones de personas con diabetes, actualmente se estima que más de 400 millones de personas viven con diabetes. El reto en términos de lo que representa para la sociedad es doble: por un lado, el importante monto de recursos que requieren los prestadores de servicios de salud para su atención, y por el otro el costo económico y emocional para las personas con diabetes y sus familias. Se ha estimado que la esperanza de vida de individuos con diabetes se reduce hasta entre 5 y 10 años. La prevención del desarrollo de la diabetes puede ser altamente costo- efectiva a través de modificaciones en estilos de vida, en particular en la dieta y actividad física, así como evitar el tabaquismo. Los buenos hábitos pueden retrasar la progresión de la diabetes. No obstante, su costo-efectividad depende de su implementación a escala poblacional, en particular en países con elevado riesgo de diabetes.
Durante las últimas décadas el número de personas que padecen diabetes en México se ha incrementado y actualmente figura entre las primeras causas de muerte en el país. Los datos de la ENSANUT 2012 identificaron a 6.4 millones de adultos mexicanos con la enfermedad, es decir, 9.2% de los adultos en México tenían para ese año un diagnóstico de diabetes; esta cifra proyectada a 2018 equivaldrá a poco más de 6.5 millones de adultos con la enfermedad.
Sin embargo, el total de personas adultas con diabetes podría ser incluso el doble, de acuerdo a la evidencia previa sobre el porcentaje de diabéticos que no conocen su condición. Del total de personas que se identificaron como diabéticas aproximadamente el 16.5 no contaban con ningún tipo de apoyo médico, ya fuera del IMSS, ISSSTE o el Seguro Popular (SP)
En las últimas tres décadas, la prevalencia de la diabetes ha tenido un aumento sin precedente y su velocidad de incremento ha sido una de las más altas en el ámbito mundial. No obstante, hace muy poco tiempo que este problema se ha reconocido como uno prioritario que requiere de atención y acciones intersectoriales inmediatas para una mejor prevención, diagnóstico oportuno y control en la población.
En la ENSANUT 2012 se evaluó a 38 208 personas adultas que representan a más de 69 millones de mexicanos. De acuerdo con los puntos de corte de índice de masa corporal (IMC) (kg/m2 ) propuestos por la OMS, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en México en adultos fue de 71.28% (que representan a 48.6 millones de personas). La prevalencia de obesidad (IMC ≥30 kg/m2 ) en este grupo fue de 32.4% y la de sobrepeso de 38.8%. La obesidad fue más alta en el sexo femenino (37.5%) que en el masculino (26.8%), al contrario del sobrepeso, donde el sexo masculino tuvo una prevalencia de 42.5% y el femenino de 35.9%. La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad es solamente 3.6 puntos porcentuales mayor en las mujeres (73.0%) que en los hombres (69.4%).
Ante el acelerado incremento en el número de niños, adolescentes y adultos, tanto mujeres como hombres, con sobrepeso y obesidad, y de la aparición de enfermedades relacionadas con la nutrición, como diabetes, anemia e hipertensión, se decidió realizar la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC) en 2016, con el objetivo de dar seguimiento e identificar oportunamente el estado de salud y nutrición de la población y reforzar o ajustar las acciones necesarias para frenarlos.
La ENSANUT MC consistió en una serie de preguntas sobre el estado de salud y nutrición, como consumo de alimentos y bebidas, comprensión del etiquetado de alimentos, enfermedades de larga duración, actividad física, vacunación, servicios de salud y programas sociales de ayuda alimentaria a los que se tiene acceso, entre otras. Los resultados obtenidos fueron similares a los encontrados cuatro años a través de la ENSANUT 2012
En lo que toca específicamente al Estado de Michoacán en (Sol de Morelia) se registraron 15 mil 323 casos de obesidad en 2016 en las diversas instituciones del sistema de salud, y 10 mil 691 de diabetes mellitus, según el último reporte estadístico de población en la entidad emitido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Según los datos obtenidos en el estudio, ambos padecimientos se encuentran entre las 20 principales enfermedades sufridas por los michoacanos y con mayor registro ante el sistema de salud.
De acuerdo al Dr. José Narro Robles, Secretario de Salud del gobierno federal se debe prestar especial atención a la obesidad – que es causante principal de la diabetes-, en virtud de que a escala mundial este último padecimiento alcanzó a 422 millones de pacientes, mientras que en México la mortalidad por dicha enfermedad fue, en 1980 de 14 mil personas, ascendiendo a 105 mil en 2016
De acuerdo a datos presentados por la reportera Liliana Hernández, de Cadena Digital (4 agosto de 2017), de la Secretaría de Salud en Michoacán, en los primeros siete meses de 2017 fueron detectadas en la entidad 36 mil 862 personas con el padecimiento, de las cuales el 73.5 % eran y 24.5 % hombres; la enfermedad, en la mayoría de los casos, es detectada a partir de los 40 años.
Aunque no se tiene una cifra exacta de michoacanos que tienen diabetes, porque muchos casos no son detectados o porque quienes la padecen no acuden a atenderse, se estima que por lo menos 250 mil padecen la enfermedad.
Los padecimientos señalados: obesidad, sobrepeso, diabetes mellitus, e hipertensión, principalmente, constituyen un problema de salud pública que se ha incrementado en el país, y en particular en las zonas más pobres, de manera sostenida durante las últimas décadas. Su disminución y prevención requerirá de una mayor atención cada día de los diferentes niveles de gobierno. El éxito para lograrlo dependerá en mucho de concientizar a la población sobre la necesidad de mejorar sus hábitos de alimentación, que mucho dependen de la capacidad de compra de las familias, pero también de contar con la información para discriminar entre alimento y bebidas sanas y los denominada chatarra, como ha sucedido con el tabaco, cuyo consumo es promovido de manera excesiva e inescrupulosa a través de todos los medios, y en función de las prioridades económicas de las empresas que los producen y no de la salud y nutrición de los consumidores. En este aspecto, el gobierno debe valorar la regulación de la venta de productos chatarra en todos los ámbitos, pero sobre todo en escuelas de educación básica.