Política gourmet
Mujer, hombre y ecoempoderamiento
Gerardo A. Herrera Pérez
Atender la participación política y democrática de las mujeres, es y será un tema en el que avanzar es fundamental para fortalecer la democracia en México. Por lo tanto el Instituto Nacional Electoral a través de Institutos Políticos genera las condiciones para que la población pueda escuchar diferentes disertaciones en favor de empoderar a las mujeres.
En Apatzingán, se llevó a cabo el Taller “Mujeres en política y la Democracia”, organizado por diversos actores sociales y políticos y en el acompañamiento del Instituto Nacional Electoral y el Instituto Político Verde Ecologista de México; evento en el cual tres diferentes enfoques desde lo intergeneracional dieron cuenta de la importancia de empoderar a la mujer.
Tanto para Yareni Pérez Vega, Mayleth Salas Tinoco y Gerardo A. Herrera Pérez quienes fueron los disertantes, plantearon diversas reflexiones en función de sus experiencias y formaciones profesionales. Así, Yareni Pérez, quien es Premio Nacional de Juventud 2018, a través de su manos, ella es una adolescente sorda, y en el marco de su ponencia “El rol de mujeres y jóvenes en la política y la democracia” expreso de manera muy cálida y sentida el cómo una discapacidad no puede detener la marcha y participación de la mujer en actividades políticas y sobre todo opinar del diseño de la política pública a favor de la mujer y en general de la población que vive con alguna discapacidad. En su disertación expreso y confirmó a través de la participación de un ejercicio lúdico en hoja blanca realizado con ocho personas del público, la importancia de darle vuelta a la vida, cuando la vida que se lleva es de apatía, de frustración, es decir una vida gris. Cambiar la vida es cambiar el modelo de intervención y construir un paradigma social en donde podamos participar, elegir, y evaluar aquello que nos permita mejorar la calidad de vida.
Por su parte, la arquitecta Mayleth Salas hizo una importante reflexión con enfoque latinoamericano, y ofreció a los presentes una importante lista de mujeres estadistas que han incursionado en política de estado y hoy muchas de ellas ocupan cargos en la toma de decisiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), como Michelle Bachelet, entre otras. Por otro lado, habló desde su experiencia como adolescente y las enseñanzas que recibió de sus familiares que provenían de familias tradicionalistas cuya participación de la mujer estaba sujeta al ámbito de la familia y la casa, es decir sin ninguna posibilidad de participación política. Así con gran decisión, expresó, hoy las mujeres que incursionan en procesos políticos ganan espacios para la participación de la mujer, consiguiendo en el día a día avanzar en el respeto de sus derechos e ir de-construyendo los esquemas de roles de género para la búsqueda de una mayor equidad de género, es decir, dar a cada quien lo que le corresponde o lo que necesita.
Con una visión amplia de las problemáticas que atraviesa el país y Michoacán, toco el turno a Gerardo A. Herrera Pérez, quienes expreso que el INE avanza con pasos firmes en la construcción de la participación ciudadana y la inclusión de grupos en condiciones de vulnerabilidad para la defensa de sus derechos, ello lo confirma el importante documento Encívica (Estrategía Nacional de Educación Cívica), los protocolos para: evitar la violencia política, la inclusión de personas con discapacidad a los procesos electorales y de la participación de las personas trans en procesos electorales a partir del 2018, además de su amplia participación en las encuestas que realiza, esta última, sobre procesos de discriminación o diferencia de trato social en niños, niñas y adolescentes.
En su disertación el ponente expreso que el empoderamiento de la mujer no puede solo ajustarse a conocer el Sistema de Género, las asimetrías del poder a través del androcentrismo, el sexismo, la identidad y rol de género, cuya división social del trabajo ha generado graves diferencias entre los público y lo privado; así como el conocer de sus derechos, y ejercer medidas cuando los mismos se encuentran violentados por sus parejas o de manera relacional con el medio en donde vive. Él dijo “el empoderamiento va más allá, va al ecoempoderamiento, es decir, al empoderamiento para la vida”, las niñas, los niños incluso, las mujeres jóvenes deben de reconocer que en el eje central de esta realidad y este mundo que habitamos es la vida y no el hombre o lo antropocéntrico es el centro. Así, en general hombres y mujeres deben de contar con ecoempoderamiento, deben de asumir una lucha por la vida, y será esta lucha la que abrace otras luchas.
Si la mujer se ecoempodera, es decir se empodera para la vida y su pareja también, podrán hacer viables todos los principios básico que tanta falta nos hacen para la sostenibilidad y sustentabilidad de la Madre Tierra previstos en la Agenda 2030 Objetivos del Desarrollo Sostenible, documentos de dimensión universal, regional y nacional, así como la Carta de la Tierra.
En su reflexión preciso la importancia de acompañar al ecoempoderamiento de la mujer con hacer que sus hijos y su pareja puedan ser atendidos desde este enfoque y en ese sentido iniciar procesos de ecoformación y adquirir la ecoética ambos para la vida. Hizo hincapié que para que la ecoformación y ecoética tengan impactos se hace necesario trabajar en un modelo de pedagogía o ecopedagogía, con ello aseguraremos que estarán presentes dos cuestiones que requerimos urgentemente, un desarrollo sostenible para esta generación y las próxima generaciones, así como una sociedad sustentable que privilegien los valores y principios de la organización social.
Continuemos trabajando en el empoderamiento de la mujer pero con un enfoque para la vida, y en la vida todos cabemos, todos debemos de respetar no solo a nuestro par, a nuestros semejantes, sino también a los seres vivos y aquellos que no siendo vivos son fundamentales en el proyecto de la vida, como el agua, el aire y la tierra.
Así, distintos actores de la vida social y política de Apatzingán impulsaron estas acciones para el fortalecimiento de la cultura política y de participación ciudadana de la mujer en Apatzingán y también del hombre, se agradeció a quienes asistieron; una diversidad social, expresada en las diferencias constituye una verdadera riqueza social.