Teléfono rojo
A casi unos días de que finalice el proceso interno para definir al candidato de Morena, a la presidencia de la República, se han desprendido hipótesis que siguen contribuyendo a alimentar más una idea que, conforme se acerque la fecha, irá cobrando mayor fuerza. Hablo de la Ciudad de México, que, al igual que ocho entidades federativas, tendrán transición de gobierno el próximo año. De hecho, semanas después de que se nombre al abanderado, seguramente iniciará la carrera interna de Morena para cubrir esas posiciones claves.
Todas tienen su importancia, sin embargo, quizá después de la presidencia de la República, en ese orden, la Ciudad de México tiene ese grado significativo, por lo que representa en términos políticos, sociales, económicos y culturales. Es, además de ello, el epicentro de grandes acontecimientos, particularmente de la lucha democrática del país. Naturalmente, aquí se concentran los tres poderes de la nación y, siendo la capital del país, la atención internacional es absolutamente influyente, de modo que, para efectos trascendentales, su impacto es muy mediático.
Y como la Ciudad de México vivirá también un curso electoral, el clima de esa transición aumenta con el paso de los días. Dado ese momento decisivo, estamos en la antesala de que ese ejercicio se ponga en marcha. Me refiero al proceso interno para elegir al abanderado, tanto de la oposición, como el de Morena. Por ese motivo, la atención se comienza a canalizar en estos puntos claves del país.
Está muy claro que las condiciones están dadas para que Ricardo Monreal, exlíder de los senadores de Morena, encabece la coalición de izquierda. En efecto, es muy probable que eso suceda después de que se nombre al coordinador nacional. Incluso, el único escenario que visualizamos es ese. Tiene su lógica después de ver cómo se han ido acomodando las piezas del ajedrez. De pronto, ese tránsito ha sido favorable con la permanencia de Rosa Icela en el gabinete de seguridad. De igual forma, sabemos que Luisa María, titular de gobernación, llegó para cerrar un ciclo con el presidente Obrador, desde Bucareli.
Algo similar pasa con Omar García Harfuch, que, hasta donde ha trascendido, no tiene interés por competir por la candidatura de la CDMX. No podemos asegurar lo mismo de Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, sin embargo, la política es de tiempos y momentos; no hay necesidad de reflexionar tanto ese tema, pues claramente no es, por lo menos en esta etapa, la coyuntura ideal que la impulse a esa posición. Y en lo que respecta a Mario Delgado, claro está, su misión es finalizar el proceso electoral. Me imagino a que es una instrucción semejante a la que recibió Zoé Robledo para terminar su periodo al frente del IMSS.
El presidente López Obrador, en palabras más políticas, abre camino para que Ricardo Monreal llegue a la candidatura de Morena en la Ciudad de México. El panorama es muy claro. Incluso, de mucho ha servido este proceso de información, máxime porque Monreal recorrió las 16 alcaldías; asimismo, muy a menudo se reúne con liderazgos de la CDMX, lo que explica más la hipótesis. De hecho, el próximo sábado cerrará el periodo de audiencias públicas en la plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, lo que puede ser considerado como el arranque de una nueva etapa que, naturalmente, tiene las condiciones dadas para llevar a cabo.
Ricardo Monreal, por ejemplo, es considerado el activo político más conocido en la Ciudad de México, de acuerdo con la última encuesta que se publicó en El Universal. Es cuestión de ir hilando la madeja, pues, como sabemos, el zacatecano abrió la puerta a esa posibilidad. Y no solo así porque así, este tiempo ha servido para calibrar el pulso de la población civil. De igual forma, para nutrir las estructuras con cuadros importantes de la ciudad y para darnos una idea, por supuesto, su nombre ya fue medido entre los posibles aspirantes de la oposición y, en todos ellos, gana Monreal con amplia diferencia.
Definitivamente, este periodo es clave y crucial para un hecho que, está claro, se le negó en 2018. Sin lugar a dudas, Monreal, por el antecedente que pasó hace seis años que tuvo que ser nombrado abanderado de Morena a la CDMX, es merecedor, por historia, lucha y lealtad, del nombramiento a convertirse en próximo candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Si hay justicia social en el movimiento lopezobradorista, es momento de que se ponga en práctica.