Paz y NEM
En esta nueva normalidad artística, y aun en medio de la pandemia por el Covid-19 y bajo el enfoque de las medidas sanitarias dictadas por las autoridades y el control del semáforo sanitario para acceder a las actividades no esenciales se realizó el Encuentro digital de neuronas con enfoque de talentos creativos de Títeres.
Encuentro digital de neuronas es un proyecto que migro de Encuentro de neuronas “interconectividad humana” impulsado desde la sociedad civil organizada y entidades públicas culturales, entre ellos del órgano constitucional de los derechos humanos; Encuentro de neuronas nace en 2017 y da inicio en 2018 y permaneció en 2019.
Ahora tras la pandemia, el Encuentro digital de neuronas se proyecta como una propuesta para trabajar a través de plataformas digitales, no solo para comunicación social, sino como un instrumento de aprendizaje, empoderamiento y participación social, entendiendo la modernidad como globalización y planetariedad, en un mundo creado por el hombre.
Encuentro digital de neuronas tiene dos puntales importantes, uno, la estructura operativa de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y la otra del Festival Internacional de Cuenta Cuentos, quienes han fortalecido las alianzas para impulsar en las plataformas digitales la cultura, el arte, las artes escénicas, la música, el canto, los títeres, la danza, el baile, y otras expresiones artísticas que generan tejido social, que construyen cohesión social y Paz.
A estos eventos digitales se suman personas y organizaciones como Mujeres de acero, Por amor a mi tierra Apatzingán OBC, Ángel de corazón porque me nace ayudar, A.C. y cientos de personas que aman y creen en los proyectos artísticos como instrumentos dialogantes de paz y transformación social.
En este contexto se realizó el encuentro de artistas de Titiriteros, acompañados de un público internacional: Colombia, España, Costa Rica, México (Tlaxcala, Veracruz, Michoacán, Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Nuevo León).
Con sorprendente agilidad mental, una habilidad para construir discurso, improvisar y dar lectura a las necesidades y expectativas de la audiencia, las y los talentos artísticos de los títeres dialogaron en un proceso muy interesante de horizontalidad, de complementariedad, de hacer alteridad y bajo un esquema de experiencias que los envuelve en sabiduría a todos ellos y ellas para expresar desde una ecología de saberes.
En el Encuentro digital de neuronas, el talento y la experiencia que es sabiduría, llegaron desde Barcelona, España y Veracruz, Tlaxcala y Michoacán, México; sin lugar a dudas, el gran maestro y decano de las artes escénicas con títeres, pero además uno de los grandes titiriteros del mundo acompañó a esta tertulia, me refiero a Toni Zafra, quien compartió con los talentos nacionales de Andrea Finck, Lorenzo Portillo, Ricardo Vieyra y Cardiela Amezcua; todos ellos constituyen las expresiones de cultura y adelantos en materia de fortalecimiento a los derechos humanos en la cultura.
El desarrollo del programa fue interesante, progresivo, esperanzador, y dio la oportunidad de escuchar al gran maestro Toni Zafra y a cada uno de los disertantes nacionales, que en su conjunto forman parte de la nueva realidad que vivimos en esta etapa posmoderna, donde los valores son líquidos y donde la vida se vive con rapidez y de manera efímera, ellos, los titiriteros nos han dado una lección de vida, ellos continúan viviendo en valores sólidos, estables, y cuya posición estructural se mantiene, y que solo han hecho adecuaciones al mundo que vivimos para mantener viva esta tradición histórica y milenaria de los títeres.
Los participantes al Encuentro digital de neuronas expresan las ideas de los creadores y pensadores del momento, nos evocan la importancia de la ciencia de los títeres, pero nos permiten reconocer que los títeres son poema, son palabra y son vida que habla sobre la vida y los seres vivos, sobre esa vida que muere.
Cuando ellos hablan (talentos creativos) de la migración (teórica y social) de los títeres como objeto de entretenimiento a sujetos sociales que son transgresión a la vida, ellos, también hablan y se refieren a la vida de los seres vivos porque los títeres encarnan no solo a lo humano, sino a aquellos seres como los animales o bien las plantas que están en la madre naturaleza y que interactúan con el agua, la tierra, la luz y el aire, en esta posición, al ser las personas género humano y al encarnar en las corporalidades de sus títeres, ellos de manera complementaria se generan como entes planetarios, es decir, tanto títeres como titiriteros son planetarios.
Los talentos creativos, tienen una ruta que caminar, que conocer, que experimentar y que será la comunicación On Line y las redes sociales que ya utilizan de manera asertiva, es decir, los derechos humanos a las tecnologías de la información y comunicación, que a través de las plataformas digitales podrían ser otra veta para enseñar al mundo su trabajo artístico, en ese diálogo horizontal que establecen primero entre el títere y el artista en complementariedad, en alteridad, en ecología de los saberes.
En las representaciones escénicas no existe el tiempo lineal, existe la atemporalidad, todo en un mismo momento; la construcción del discurso, del diálogo entre el títere vivo y el artista se sobrepone a una asimetría de poder, a un androcentrismo en el cual es el títere vivo quien determinar el camino, las condiciones, el diseño del paradigma sobre lo cual habrá de hablar su titiritero; así también encontramos las genealogías (poder) y arqueologías (saber) en dichas dinámicas que construyen y retroalimentan ambos; el asunto de los títeres tiene que ver con el pensamiento de la complejidad, con la transdisciplinariedad, con la búsqueda de lo holístico, de lo sistémico, porque sin duda el títere es sistémico e interdependiente a las problemáticas sociales, pasadas, presentes y futuras.
Los títeres son una ciencia, no es solo entretenimiento, atrás de ello, están otros telones que nos hablan del poder, del saber, de la vida, la creatividad, el talento, la entrega en respecto con el otro.
Finalmente, los talentos creativos, también viven, sueñan, generan trabajo intelectual y físico, son humanos y tienen familia y requieren de recursos para darles viabilidad a sus proyectos de vida; su compromiso requiere de ser y recibir una contribución no solo mediática, sino también económica, requiere de un reconocimiento institucional y de una retribución a su trabajo. En eso aún se debe de seguir trabajando.
Esperamos que los festivales internacionales, locales o nacionales de Títeres continúen en esta etapa de confinamiento, porque a la población no se les puede negar disfrutar del talento de los creativos; la población espera una y otra vez que los títeres dialoguen sobre las transgresiones y esperan verlos una y otra vez, porque son suyos, un títere forma parte de la colectividad, cuando este es miembro de dicha comunidad.