Se ha dado a conocer los resultados de los estudios técnicos y científicos realizados por la CNDH en el caso Rancho del Sol en Tanhuato Michoacán por la muerte de 42 personas, supuestamente identificados 41 de ellos como miembros del crimen organizado y un policía federal. En estos resultados se hablan de violaciones a los derechos humanos ya que, así como lo afirma el titular Luis Raúl González Pérez, estas ejecuciones se dieron “… En desventaja respecto de sus agresores…” ya que se habla de ejecuciones a personas ya sometidas, el quemar a una persona que se encontraba aún viva, disparos en contra de personas no armadas e incluso la manipulación del lugar de los hechos, así como lo muestran en algunas fotografías en donde se puede observar como las fotografías tomadas por algunos periodistas y peritos el 22 de mayo de 2015 no son las mismas que las presentadas en su informe por parte de la policía.

A lo anterior la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) declara que todas las acciones tomadas fueron en consecuencia al peligro de la situación.

La noticia que se diera en mayo del año pasado fue tomada como un acierto por parte de la policía federal, ya que durante esos momentos se seguía viviendo un clima de mucha inseguridad en el estado de Michoacán, donde esa zona fue muy identificada por el conflicto de carteles por encontrarse en los límites del Estado de Michoacán y muy cerca de Jalisco, por lo que los enfrentamientos eran comunes; además de esto la parte de la autopista México-Guadalajara que cruza cerca del municipio de Tanhuato, era también reconocida por el gran número de robos de vehículos a mano armada.

Después de más de un año de este acontecimiento se dan algunas recomendaciones por parte de la CNDH y se dice que serán castigados los policías que hayan violado el protocolo de acción así refiriéndose e incluyendo así a los relacionados con los derechos humanos de los asesinados.

A esta situación naturalmente habrá una polaridad de posturas y opiniones, desde las que se encuentran a favor de cuidar los derechos humanos incluso en instancias tan peligrosas y con criminales como estos, hasta las completamente contrarias en las que se piensa que no se debería tener ningún tipo de consideración por los criminales que han dañado al estado, asesinado personas y han provocada una crisis financiera en el estado.

Es difícil imaginar cómo debe ser una situación de este tipo, que un michoacano o mexicano promedio se ponga en los pies de los policías que participaron en este operativo para así poder entender el porqué de sus acciones, si en realidad se debió a un abuso como tal, o el mismo nerviosismo y miedo se apoderaron de la cabeza de los policías y los hizo actuar en defensa ante cualquier situación de posible peligro que se presentó después de haber sido atacados con armas de fuego; además pueden existir más circunstancias que aunque pudieran ser castigables también puede ser humanas y entendibles, como puede ser que los policías hayan actuado de esta manera para evitar represalias posteriores por estas personas o por otros miembros de este cartel en contra de ellos y/o de su familia, ya que seguramente a más de un policía seria identificado por parte de los criminales; otra situación que no podemos dejar de lado es que muchos policías han muerto a causa de enfrentamientos de este tipo, seguramente compañeros de estos mismos policías, los cuales no querían verse ellos mismos en una situación de este tipo en un futuro.

Mientras en Michoacán y la zona de Tanhuato el crimen organizado se comienza a reagrupar y a tomar fuerza nuevamente, la CNDH y la CNS estarán invirtiendo tiempo y recursos en resolver una situación que en el corto tiempo dio una respiro de seguridad a los habitantes de esa zona, y resolver si los policías involucrados en lo anterior deben ser castigados por haber violado los derechos humanos de los criminales asesinados.