Libros de ayer y hoy
Todos somos la Joven de Amajac. Como una de las grandes culturas de la humanidad, la
nuestra tiene orígenes que nos vinculan a todos. Segregada la gran etapa de dominación,
siempre queda nuestro pasado y volvemos a los orígenes que están ahí y nada lo puede
borrar. Y cuando una figura legendaria como rehén arqueológico queda en un reducto, es la
representatividad de lo que somos. Como el retrato de un ancestro hallado en un archivo que
muestra el parecido indiscutible con nuestro descendiente. La herencia es inmarcesible. La
historia de la Joven de Amajac ya la conocemos y es impresionante ver y saber que los
centenares de siglos no destruyeron los orígenes de lo que somos. Ese ser representado en
un cuerpo de un metro cuarenta y cinco centímetros, aunque en su totalidad mida más de
dos metros, somos nosotros, es nuestro rostro y nuestra imagen. Podemos ser güeros,
pelirrojos, negros, chinos, morenos claros, blancos, pero todos, cuando somos mexicanos,
nacimos o vivimos en este país con la nacionalidad, somos Amajac. Negarlo es como negar
el maíz, la milpa verde que nos dio el cereal, el tomate (tomatl), el cacao, el aguacate, el
ahuehuete, la cuetlaxóchitl, el agave, la dalia, la vainilla, el chile y todo lo que es endémico
de este país. Yo soy Amajac al escribir ésto.
CAUSAR POLÉMICA POR EL SÍMBOLO DE UNA MUJER, ES UN ENFRENTAR ESTÉRIL
Desde hace meses se instaló una polémica en torno al sitio que ha quedado vacío después
de quitar la estatua del llamado descubridor Cristóbal Colón que fue cambiada de sitio.
Grupos de feministas tomaron el espacio para Justicia un antimonumento de la desaparición
forzada, cuando ya se había anunciado que ahí estaría la Joven de Amajac, monolito
huasteco de piedra caliza, que representa a una mujer gobernante, según los cálculos del
posclásico mesoamericano. Y que fue descubierta en Hidalgo de Amajac, Veracruz, el
primero de enero de 2021. Pese a que tiene su tiempo destaca la belleza y modernidad de
la estatua. Tras la radicalización de la polémica, se retiró la propuesta de la joven, pero en
ese inter sectores indígenas, cada día más numerosos, han exigido que la Joven de Amajac
sea la que esté en el sitio de la antigua estatua. La polémica parece absurda e inútil porque
la presencia de una estructura de origen indígena incluye todas las connotaciones y
demandas que se pueden hacer. No hay sector más agraviado en todos los sentidos,
desaparecidos incluso, que el indígena y las luchas que han dado para reivindicar su origen
ancestral. La joven de Amajac como un símbolo, representaría prácticamente, todas las
demandas femeninas.
SE USAN ARQUETIPOS SENSIBLES PARA GOLPEAR
En muchas de las demandas que se han dado en los últimos tiempos, se utilizan como
voceros a seres sensibles para sorprender a la opinión pública. En el Poder Judicial ya
lanzaron a sus trabajadores a pedir que no se critique a ese poder. Pero atrás de ese sector no hay ninguna postura crítica de lo que están haciendo jueces al liberar presuntos
criminales y dando orden de desalojar cuentas de personas marcadas. En el caso de las
feministas, hablan de desaparecidos, cifras que se vienen arrastrando desde hace muchas
décadas, pero respecto a las cuales nunca salieron a defender. Hay mucho de movimiento
político y de chantaje a este gobierno, donde dichos casos están en constante investigación
que no se reconocen y lo quieren adjudicar sin tomar en cuenta políticas pasadas, a algunas
de las cuales defendieron el pasado domingo 26 de febrero. A los culpables de los últimos
tres sexenios, sobre todo, les hacen mutis en esa culpabilidad. En cuanto al caso actual,
organismos legislativos y administrativos han respondido a esta polémica, que aceptarán el
acuerdo al que se arribe entre la dos corrientes. Todo, en vísperas de que el feminismo salga
a llenar las calles, acusando siempre al mismo gobierno sin una mínima autocrítica.