La opción
Profesión del alto riesgo…
“Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada”… José Luis Sampedro (1917 – 2013). Escritor español.
Ante las circunstancias de inseguridad e impunidad que privan en el país para desarrollar el periodismo, que inevitablemente provocan molestia, frustración, impotencia y temor, los comunicadores michoacanos salimos a las calles a exigir justicia, seguridad y garantías, para desarrollar esta hermosa profesión.
Por ello en sólo 8 días se realizaron dos marchas en Morelia. La primera por el artero asesinato de Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada y fundador del semanario RíoDoce, en Culiacán Sinaloa; y la segunda, por Salvador Adame Pardo, quien se desarrollaba como periodista en Múgica, Michoacán y que se encuentra desaparecido desde el pasado 18 de mayo.
No encuentro palabras para describir el cúmulo de emociones y pensamientos que se perciben durante este tipo de marchas para exigir que aparezca con vida un compañero, para exigir que las autoridades dejen de gobernar sólo con saliva y se pongan a trabajar.
Y es que en lo referente a Michoacán, no hay avances, el único informe que la Procuraduría de Justicia estatal hizo “respecto a la situación que guardan las indagatorias sobre periodistas asesinados y desaparecidos, data del 16 de julio del 2010, donde se señalaron los siguientes casos:
Con estos casos, sobre los cuales hay pobres avances en las investigaciones, resulta inevitable concluir que no hubo interés de las autoridades federales y estatales por esclarecerlos.
Pero lamentablemente no son todos, la asociación internacional de periodistas, Articulo 19, tiene el registro de cuando menos 3 casos más:
Y hay más datos duros. Trabajos periodísticos de El Universal y El Economista, señalan que en lo que va del presente año, suman ya la enorme cantidad de 7 periodistas muertos en el país; es decir, cada 3 semanas han matado a un comunicador y la Fiscalía especializada para la atención de delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, de la PGR, contabiliza 105 comunicadores asesinados por su labor entre los años 2000 y 2016.
Mientras tanto, la impunidad en los asesinatos de periodistas se mantiene en el 99.75% de los casos, según información del Instituto Belisario Domínguez del Senado, en un estudio realizado sobre la libertad de expresión.
México ocupa la tercera posición entre los países más peligrosos para ejercer el periodismo, sólo por debajo de Siria y Afganistán, según información de la organización Reporteros Sin Fronteras; mientras que durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, son 36 los compañeros que han sido asesinados.
Así que en México, ser periodista es una profesión de alto riesgo. Por ello la exigencia a las autoridades a actuar en consecuencia y a cada uno de los que habitamos este país, la invitación es a hacer desde ya lo correcto, no podemos darnos el lujo de acentuar más la injusticia, la impunidad y la corrupción, porque en algún momento nos alcanzarán las consecuencias.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.