Libre expresión/Carlos Alberto Monge

2018…

“No espere a que le den otra oportunidad, la que tiene entre manos es buena”… Paul Arden (1940 – 2008). Escritor y publicista inglés.

Esta vez permítame compartirle la incertidumbre que nos invade a buena parte de los mexicanos, ante la cercanía del 2018, donde elegiremos al próximo Presidente de México, y hasta el momento, no se aprecia un estadista que pueda liderar el rumbo del país, y antes, convocar a las fuerzas políticas nacionales a que se olviden por lo menos un sexenio, de su voracidad personal y partidista.

Desde la lógica de algunos perredistas y panistas, se trabaja en formalizar un Frente Amplio Democrático, que pueda ganarle en las elecciones federales del próximo año, no sólo a los priistas, sino y preponderantemente, a Andrés Manuel López Obrador.

La baraja de nombres de suspirantes es enorme, pero a la vez bastante pobre o por lo menos, que no genera mayores expectativas. Bajo la lógica de dicho Frente, será prácticamente imposible que la candidatura la encabece un perredista, así que quien podría llevar mano es el PAN o incluso un apartidista. Y en esa lógica, ni Ricardo Anaya Cortés, ni la ex primera dama Margarita Zavala Gómez o Rafael Moreno Valle tienen el arrastre necesario para encabezar semejante proyecto.

En el caso estricto de los michoacanos, la incertidumbre es mayor, cuando hemos experimentado en carne propia los desafortunados resultados de gobiernos de todos los colores. En el caso de los albiazules, Felipe Calderón Hinojosa, le quedó a deber a Michoacán, pese a que en campaña comprometió que al estado le “iría bien pero muy bien”… Y nos fue tan mal, que fue durante su administración que se vivió una época insegura, con actos terroristas y el sospechosismo en el manejo de los recursos públicos, como los del Seguro Popular, que sólo quedaron en denuncias de saliva.

Con los priistas, Michoacán vivió su época más insegura, a grado tal que tuvieron que surgir los grupos de autodefensas para realizar una tarea que la autoridad no fue capaz de llevar a cabo. A nivel nacional, la inseguridad, la impunidad y la corrupción, serán el sello de un Enrique Peña Nieto que desde la mitad de su administración ha sido reprobado por la ciudadanía.

Del Partido de la Revolución Democrática, con las administraciones de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel, llenas de sospechosimo en el manejo del erario, opacidad y la generación de una deuda pública de largo y corto plazo que hoy supera los 30 mil millones de pesos, tampoco se puede confiar que tienen la gran opción nacional.

Y qué decir del Rayo de la Esperanza y su MORENA, que ha dado cabida a personajes que alguna vez el propio López Obrador fustigó y hoy son sus más cercanos y confiables asesores. Cómo creerle a quien ha tenido colaboradores que han sido evidenciados guardándose billetes por todas partes; lo menos que se puede pensar, es que Andrés Manuel o es el líder de otra mafia, o es extraordinariamente deficiente como líder y político.

Así que bajo semejante escenario, es urgente que surja un mexicano honorable, honrado, transparente y capaz de encabezar ese Frente Amplio Democrático que ven con buenos ojos panistas y perredistas, pero también con el liderazgo suficiente para hacer valer un gobierno multipartidista, con un programa muy claro, con metas muy específicas y que pueda forjarle un nuevo rostro a México.

Dicho Frente podría incluso involucrar a priistas, morenistas y etcétera, para tratar de alcanzar algo similar a lo que hicieron los españoles en octubre de 1977 con los Pactos de la Moncloa, que incluyeron los acuerdos sobre el Programa de Saneamiento y Reforma de la Economía y sobre Actuación Jurídica y Política. Y se firmaron justo con el objetivo de lograr un gobierno de transición. Pactos que además de los partidos políticos, involucraron a asociaciones empresariales y sindicatos.

Sé que resulta utópico, pero deseo que la deficiente, cuestionada y en su mayoría, corrupta clase política nacional, sea capaz de, por una vez en su vida, pensar primero en México. La liga del hartazgo en el país podría ya no resistir más ineficacias, corruptelas y opacidad.

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.

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