Libros de ayer y hoy
Hoy quiero hablarles de un gran amigo, mismo que en algún tiempo sus compañeros seminaristas le apodaban “El Loco”, su nombre de pila es José Francisco Martínez Gracián.
Conocí al Padre Francisco después de terminar una actuación con el grupo de música P’urhépecha en Angahuan, comunidad que se localiza a 20 minutos de Uruapan, de regreso nos detuvimos en Corupo, lugar en el que estableció su ministerio para que tiempo después se trasladara a Nahuatzen. Entramos a la casa parroquial junto al templo, lo recuerdo bien, sus palabras traducidas al español fueron: pasen, bienvenidos, están en su casa, mientras con la sotana sacudía las sillas en las que estaríamos aquella tarde, que entre alimentos, risas y pirecuas se transformó en una agradable noche bohemia.
Mientras nos ofrecía una deliciosa cena, platicaba todos los problemas a los que se había enfrentado y por lo que estaba luchando en ese momento, al escucharlo inmediatamente me di cuenta que aquella persona alta, de barba y con voz medio afónica, no solamente era sacerdote, sino un líder, un luchador social por las causas justas, sobre todo un apasionado de la música y la lectura, era tan buena la plática que hasta las atápakuas se enfriaron. El Padre Paco nació un jueves 12 de mayo de 1949 en Sahuayo, es hijo de José Carlos Martínez Mora e Isabel García Zepeda. Inicio sus estudios en el seminario diocesano de la ciudad de Zamora, para después especializarse en temas geohidrológicos y así ayudar a las comunidades indígenas de la región P’urhé con sistemas de abastecimiento de agua potable, puedo destacar algunos de sus logros que me constan; promovió campañas regionales de limpieza y centros de transformación de residuos sólidos en la meseta, en el círculo educativo gestionó y fundó en Patamban la primera Secundaria Técnica Forestal de la Meseta, el Instituto de Capacitación para el Trabajo de la Meseta P’urhépecha ICATMI plantel Corupo, con extensiones en más de 10 municipios, el CECyTEM y la Secundaria Técnica Forestal de Nahuatzen, también es gestor y cofundador de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán UIIM, en el ámbito cultural fundó la P’urhé P’ukutapu Mimixekuarhu/ Casa de la Cultura P’urhé A. R. en Nahuatzen, así mismo, fundó y dirige la Editorial Palenque, que publica la revista homónima, colabora desde hace 25 años en el semanario “Guía”, participó en el Encuentro Internacional de Poetas celebrado en Morelia en su edición del 2004, creó y dirige la revista Kaxumbikua, pensamiento e identidad P’urhépecha. Aquella noche de desahogo recordó cuando estaba por el rumbo de Paracho perforando un pozo, llevaban días y noches trabajando sin encontrar agua, tal fue su desesperación al no ver resultados que se acercó a un árbol y secándose el sudor dijo; señor tú eres grande y yo soy un pendejo, ¡ayúdanos!, siguieron con los trabajos de perforación y algunos días después se llevaron la gran sorpresa de encontrar lodo, les dijo a los comuneros: esto es de ustedes, cuando vengan los gobernantes no los dejen que se adjudiquen el hallazgo de agua, defiéndanlo.
Tengo en mi memoria el registro de por los menos 10 libros de su autoría, seguramente son más, así como las condecoraciones que se le han hecho, por su parte la presea “Al Mérito Social” que tuvo a bien en entregarle el H. Ayuntamiento de Nahuatzen en 1999, la presea “José Tocavén” que entrega La Voz de Michoacán a los personajes más distinguidos en el Estado, esto en el año 2004, el Premio Estatal de las Artes “Eréndira” el máximo galardón que entrega el Gobierno del Estado de Michoacán a los artistas más destacados y reconocidos, el cual recibió el presbítero ese mismo año, en el 2010 recibió el Premio al Mérito Ambiental que también lo entrega el Gobierno del Estado de Michoacán y el Doctorado Honoris Causa por la UIIM en marzo del 2012.
Aquella noche que regresábamos a Morelia, sólo venía pensando en la magnificencia representada en su máximo esplendor y el bien común que profesa a diario el Padre Paco. Una vez establecido en Nahuatzen, nos invitó a interpretar nuestras melodías por lo menos en diez ocasiones, era un deleite para nosotros poder esperar la hora de la actuación ya que en ese inter podíamos entrar a su cuarto y observar tantos y tantos discos, libros, notas, dvds, películas, discos de acetato, fotografías, su teatro en casa era único, yo admiraba todas esas amenidades mientras degustaba un atole bien caliente. Después de cada actuación venía la cena y las historias, no podré olvidar aquella que sucedió cuando se encontraba en la sierra; conoció a un lugareño borracho que maltrataba a su familia, principalmente a su esposa, le daba consejos al hombre alcohólico y no recapacitaba, así que decidió darle unos “madrazos”, la esposa asombrada y angustiada al ver a su marido llegar a casa borracho y golpeado, guardó la ropa ensangrentada para llevársela al Diaconado, lo mandaron llamar para decirle: oye tu Francisco, que le pegaste a una persona, nos trajeron su ropa mira como quedó, a lo que el Padre Paco responde; sí, así fue y si sigue de necio le vuelvo a dar otros chingadazos.
Ediciones Palenque fundada por el hoy condecorado con la Presea Melchor Ocampo (máximo reconocimiento que otorga el Poder Legislativo del Estado de Michoacán), se solventa de recursos propios sin fines de lucro, la mayoría de sus libros se han donado a diferentes universidades y a estudiantes de diversas áreas académicas. Es una editorial dedicada a lo que otras no, pues fomenta el acercamiento a la cultura llevando los libros hasta cada biblioteca que pueda necesitarlos. Son ediciones cortas porque es muy poco el recurso que las solventa y también son pocos sus lectores, aun así mantiene una producción continua y de calidad.
Por estos y muchos motivos más, reconozco al Congreso del Estado de Michoacán de Ocampo esta decisión, seguramente los asesores de la Diputada morenista que estaba en contra no lo sabían, mucho menos ella. Manos a la obra, no en las armas.