La corrupción: más que una cuestión de valores
En coordinación con la Pastoral Social de la Iglesia Católica y el Órgano Autónomo de los Derechos Humanos, se llevó a cabo la capacitación sobre los Derechos Humanos y la Paz, al evento asistieron distintos grupos sociales que integran la Forania de la Región de Zacapu; el propósito, formar a las personas en los contenidos de los derechos humanos y la paz.
De esta manera y durante el espacio de ocho horas de capacitación, se encuadro el tema del ser humano, la igualdad y no discriminación y los derechos humanos; y el gran tema, la Paz.
Así, la Paz como tema, fue abordada de diferentes maneras y posiciones, desde la academia, también la vida cotidiana, los derechos humanos, desde la cultura, y también, desde un enfoque antropológico. De esta manera, se compartió la reflexión de la Paz desde tres aspectos:
La primera reflexión, es cómo desde la pintura del siglo XIX (1810/1815) a través de Francisco de Golla, en sus obras de “los Desastres de Guerra”, pinta de manera magistral los estragos de la guerra en 82 lienzos; así como también, Pablo Picazo pinto “Guernica” condenando el bombardeo de la Legión Cóndor de la fuerza aérea allá en España.
Esto es, culturalmente a través de las artes visuales nos damos cuenta se expresa la violencia, es decir se plasma; así como se hace en la pintura, también se hace en la literatura de todos los tiempos: en el libro de la Política de Aristóteles, se le trata a la mujer al no estar dotada de razón como si fuera animal; o bien el Leviatán de Hobbes, muestra como el hombre es el lobo del hombre.
Si bien, la violencia se encuentra en las artes visuales, es ahí donde podemos encontrar las imágenes que nos remonten a lo simbólico que expresa la ausencia de violencia, que es la Paz, o dicho de otra forma, retratar lo invisible para hacerlo visible.
Así tenemos a una paloma blanca (Génesis; Noé la envió para verificar que todo estuviera en orden tras el diluvio), o bien la Bandera de la Paz (tres círculos marrón, abrazados por una circunferencia sobre una base blanca) instituida por el Pacto Roerich, 1935; o bien, el símbolo de Amor y Paz, impulsado por los años 60´s en la liberación sexual, o el signo de Paz de la lengua de señas.
Pero qué es la Paz?, de acuerdo con J Galtun “manejo de conflicto, fundado en la equidad y con respeto a las necesidades básicas de los involucrados, que sana traumas del pasado y abre perspectivas de un futuro en armonía”; esto es, no es sólo la ausencia de violencia, sino la capacidad de resolver conflictos en equidad.
La Paz es un concepto dinámico y no estático, que construye sobre la continuidad, sobre el trabajo de permanencia, en donde los derechos son universales, pero también interdependientes y progresivos, y donde se requiere del dialogo, de conocer y saber ejercer la tolerancia, el respeto, promover los valores y hacer convivencia.
La segunda reflexión, anima a revisar los conceptos de violencia, ciudadanía, bienestar y vulnerabilidad. La violencia, debe ser entendida como el uso de la fuerza contra una persona o un grupo de personas. Hay diferentes tipos de violencia, se abordaron cuando menos tres tipos: la directa, la estructural y la cultural.
La violencia directa es visible y se muestra a través de la fuerza física, verbal, económica, sexual o psicológica, política, acoso, hostigamiento, feminicida del sujeto activo. Hay otras dos violencias que no se ven, la cultural que se muestra a través de usos y costumbres y se legitima por esa vía. En tanto que la violencia estructural se da a través de la negación de necesidades básicas como la de supervivencia, la de bienestar, la de representación y la de libertades. Estas posiciones teóricas fueron diseñadas por Johan Galtung.
Es decir, la violencia estructural es aquella que invisibiliza a grupos sociales en leyes o normas, o diseño de políticas públicas; ésta violencia desde el Estado se violentan los derechos humanos de la población, de ahí la importancia de trabajar en esta pista social.
Otro de los conceptos importantes a considerar es el de Ciudadanía, para Tomas Marshall, en su libro de Ciudadanía y clase social reflexiona sobre tres tipos de ciudadanía: la ciudadanía política, la ciudadanía civil y la ciudadanía social. La ciudadanía política aborda los aspectos del derecho político a votar y ser votado; en tanto que la ciudadanía civil plantea el garantizar el respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos. La ciudadanía social, es el asumir todos los derechos para todos y todas, es decir seguir, trabajando en equidad, y fortaleciendo el tejido social con cohesión social e inclusión.
Adicionalmente se abordó el concepto de Bienestar y la vulnerabilidad; sobre el Bienestar hay que precisar que es fundamental garantizar la autonomía de un ciudadano para las oportunidades sociales y que pueda acceder a los mínimos de bienestar social, y con ello, alcanzar la dignidad humana, es decir que el Estado mexicano le proteja todos los derechos y libertades.
Con relación al concepto de vulnerabilidad, una persona es vulnerable cuando falta igualdad de oportunidades, cuando no hay forma de satisfacer sus necesidades, cuando hay desnutrición y enfermedad, incapacidad para acceder a los servicios públicos, es decir cuándo se deja de garantizar los derechos y libertades y se violenta la dignidad humana.
Hay grupos sociales o personas que no tienen autonomía o no cuentan con una ciudadanía social por lo que buscan otras alternativas para vivir, lo que provoca que no participen en la defensa de sus derechos, y con ello se promueve la violencia.
Durante el trabajo del taller se insistió en la importancia de trabajar con el concepto de Cohesión social, en ello se expresó que la cohesión social atiende a sus cuatro elementos: valores compartidos, sentidos de pertenencia, la confianza y vínculos sociales.
Los valores compartidos se refieren a motivaciones que orientan las actitudes y las conductas o acciones de los individuos, en tanto que la pertenencia se entiende en la valoración que tienen los individuos respecto de considerarse parte de una colectividad. La confianzarefiere a la expectativa de que el otro social, conocido o desconocido, se conducirá en su trato respetando un conjunto de valores y obligaciones que resultaran en una interacción no conflictiva y en la aceptación del marco institucional que permite gobernar la vida en sociedad. Los vínculos sociales remiten a la existencia y reproducción de lazos sociales formados a partir de la interacción social que tiene el individuo con otras personas: estos vínculos son el resultado de las múltiples interacciones sociales recurrentes que las personas se ven obligadas a sostener en su vida cotidiana a efecto de sobrellevar la vida en sociedad.
El Concepto de Cohesión Social debe ser delimitado por cuando menos tres conceptos, el Estado, la Desigualdad y el Enfoque Normativo. La Cohesión social puede existir sin la necesidad de la existencia de normatividad o bien de políticas públicas que orienten dichas acciones, de igual manera la desigualdad social no es necesariamente fundamental en la construcción del concepto de Cohesión toda vez que con independencia de las desigualdades en términos de confianza, vinculo, identidad y valores, si bien puede incidir no es importante, como tampoco lo es la parte normativa, porque con independencia de que los sujetos sociales cumplan dichas normatividades, las acepten o no; la cohesión social tiene otra dimensión.
La operacionalización de la cohesión social está comprometida por: los vínculos sociales en su ámbito primario (la familia, amigos), secundario (los vecinos) y el ámbito terciario (organizaciones de la sociedad o políticas, sindicatos, partidos políticos).
La confianza dividida en: confianza específica (cumple con las obligaciones, acuerdos establecidos y los demás lo apoyaran si lo necesita), generalizada (alude hacia potenciales relaciones sociales, es decir, alude a vínculos que aún no existen), y en instituciones (recurre a las instituciones en caso de que las necesite, es pues la relación del individuo con las relaciones).
Valores compartidos: conjunto de principios y motivaciones generales que orientan los juicios, actitudes y comportamientos de los individuos; y se expresan en los valores de solidaridad, Cooperación, altruismo y tolerancia.
Sentido de pertenencia: Identificación social con la familia, ciudad y país; sentido de integración, la percepción de otros miembros de la colectividad sobre él ego; sentido de comunidad, esto es el involucramiento en los proyectos de la comunidad.
De esta manera, se agradeció a todos y todas las presentes y en especial, al Padre Gerald O Rourke y el Padre Juan Antonio V. R. de Zacapu, por su entusiasta y generosa participación. Destacada colaboración operativa de Jaime Díaz de León.