El modelo económico que tenemos, es decir el Neoliberalismo genera un mercado que ofrece bienes y servicios y todas ellas tienen un precio y están sometidas a las reglas de la oferta y la demanda. Pese a ello, cuando se habla de personas y no de bienes o servicios, o bien cuando le ponemos rostro a las cosas, nombre y apellido, hombre o mujer, con características para colocar en el mercado, es obvio que estamos hablando de un fenómeno que pone a los más vulnerables en condiciones de violentar la dignidad humana y sus derechos y libertades.

Es decir, cuando las personas entran en el comercio, cuando se vuelven un objeto, más claro, cuando se cosifican y son compradas para la explotación de diferentes formas (Las víctimas de trata de personas terminan en distintas situación de explotación forzada, entre ellas la construcción, actividades de minería, servidumbre, servicios domésticos, venta de productos en zonas turísticas, mendicidad forzada, prostitución forzada, pornografía, matrimonio forzado o servil, actividades ilícitas para el crimen organizado, extracción de órganos y otras más), estamos frente a un fenómeno llamado la nueva esclavitud.

La información y formación de los grupos en condición de vulnerabilidad es necesaria para evitar la invisibilidad de este fenómeno social y evitar que se dé la trata de personas. Es preocupante que la trata de personas se vea desde solo un ángulo, que es el penal, se le considera un delito y por ello se le persigue por distintas estructuras públicas que obedecen mandatos de ley para inhibirlo, de igual manera desde la perspectiva internacional se le da un tratamiento desde el enfoque de la delincuencia organizada, y se puede comprender derivado a que hay una vinculación entre el crimen organizado en todo el mundo, para atender las necesidades de mercado, pero por otro lado recordemos que es el delito con mayor presencia internacional y de mayor impacto económico.

Se considera  que el delito de trata de personas debe de tener otro enfoque aparte del penal para recibir del Estado mexicano cuando ya se cometió el delito el apoyo a las víctimas, para evitar la impunidad y su invisibilidad.   

Por ello, será importante seguir trabajando para que adicionalmente al análisis penal y criminal y de delincuencia organizada, se le vea con otro enfoque desde el análisis de los derechos humanos y las libertades, que permita una manera de ayudar a la víctima y de prevenir que no se generen más víctimas; y es que brindar un enfoque desde la perspectiva de los derechos humanos nos obliga a ver que una víctima de trata están en juego sus derechos entre ellos, la vida, la libertad, su libre desarrollo de la personalidad, su integridad y desde luego la dignidad humana.

A la luz de la sentencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos sobre el caso Hacienda Brasil Verde contra Brasil, da la posibilidad de una interpretación que permite ir trabajando nuestros corpus jurídicos y su interpretación para mejorar las condiciones de la víctima de trata de personas, al invocar la protección de un criterio que le cubre de manera genérica o integral del daño que se le ha producido, ya que la visión penal está muy limitada en su alcance.

De esta forma, la actuación de las autoridades y las instancias a las que podría acudir la víctima no solo serían las instancias de fiscalía y del Poder Judicial, además de la de atención a víctimas, sino podría incluso acudir a los Órganos Autónomos de Derechos Humanos.   

Agradezco al COTRAPEM, por permitir coadyuvar con acciones en el marco de la conmemoración del Día Mundial de lucha contra la Trata de Personas, así como al H. Ayuntamiento de Apatzingán por permitirme dar la primera conferencia del Programa Estatal de la Conmemoración en Michoacán 2019. Agradecido con la Síndico y los Regidores de Salud y Educación, así como con las organizaciones Por amor a mi tierra Apatzingán OBC,  la organización MMM, y la CEDH