Santiago y El Rufo
Se veía venir la guerra mediática y desinformación en vísperas del proceso electoral. A nadie sorprende los mecanismos y, por supuesto, de lo que son capaces en el Frente Amplio por México para regresar al poder. Muchas veces, como el día de hoy, lo han hecho con manipulaciones burdas y mentiras que, al fin y al cabo, terminan desnudándose como maquinaciones. Lo han llevado a cabo desde el 2006 a la fecha. Hace 18 años, por ejemplo, lograron el objetivo de arrebatarle el triunfo a la izquierda con un monumental fraude electoral. Se comprobó, de hecho, la manipulación de urnas e irregularidades en el conteo final. El punto es que, hoy en día, el presidente ha librado todas las batallas con el inmenso apoyo de la población civil.
Pese a los intentos de la oposición, Claudia Sheinbaum ganará la elección presidencial. No hay marcha atrás: Morena domina de pies a cabeza el proceso a pesar del clima de hostilidad que, déjenme decirles, se agudizará una vez que comience el tiempo de campañas. Aun así, el Frente Amplio por México está contra las cuerdas. El pueblo de México, en un ejercicio democrático, saldrá a refrendar el apoyo no solamente al presidente López Obrador, sino al proyecto de nación que han construido los principales pilares del movimiento.
Con ese compromiso, Ricardo Monreal es uno de los protagonistas principales en la construcción del proyecto de transformación del país. Lo ha hecho desde el legislativo federal, pero también en la participación activa. De igual forma, Monreal es una voz calificada, sobre todo en conocimiento de la constitución mexicana. Él, de hecho, salió a defender el derecho legítimo que utilizó el mandatario ante la calumnia, lo mismo que su punto de vista para salvaguardar su honorabilidad. En pocas palabras, el zacatecano apoya la posición de López Obrador, al igual que millones de mexicanos.
Como sabemos, Ricardo Monreal asumió la coordinación de los senadores. Desde ahí, no hay duda de ello, defenderá a capa y espada las iniciativas que mandó el mandatario. De hecho, ya está trabajando para construir puentes de interlocución con todas las fuerzas políticas. De manera paralela, será uno de los coordinadores de campaña de Claudia Sheinbaum. Sobre esta encomienda, se sabe, recaerá la responsabilidad de 16 entidades federativas, por tanto, su liderazgo será clave en la operación territorial para llevar a Sheinbaum al triunfo contundente en las urnas.
Al mismo tiempo, Ricardo Monreal será una voz protagonista para defender la calumnia y la desinformación a partir de su conocimiento en la constitución y en materia de derecho. Aunque, además de ello, lo hará construyendo como un liderazgo que sabe perfectamente cómo jugar los procesos electorales. En ese sentido, la agenda y el trabajo en la coordinación de los senadores de Morena se multiplicará. Y Monreal, con un conocimiento multidisciplinario, será un actor clave no solamente en el diseño, sino en la defensa de la desinformación y la andanada que la derecha ha puesto en marcha.
Sabemos que la derecha es capaz de todo y llegará a escalar otras formas o mecanismos perniciosos. Lo ha hecho desde aquel 2006, año que se consumó el fraude electoral. Fue indignante atestiguar este hecho. Felipe Calderón usurpó el poder. Sin embargo, la justicia social por fin llegó en aquel 2018. El pueblo de México salió a las calles a mostrar su respaldo al proyecto de transformación que encabeza AMLO. Pero, de igual forma, dio por concluida una etapa llena de corrupción y mostró su animadversión a los partidos conservadores del PRIAN.
Será una batalla álgida por la desinformación y los mecanismos de manipulación de la derecha. La cuestión es que, pese a ello, no hay nada que detenga el paso imponente de Morena. Claudia Sheinbaum, a propósito, arrancará la campaña con más de 37 puntos de ventaja a su favor, de acuerdo con todas las encuestas de opinión pública. Eso obligará, se sabe, a que la oposición intensifique los ataques. No obstante, Morena está plenamente organizado y preparado para ese tipo de instrumentos perniciosos. Y, lo más importante de ello, tiene a la inmensa mayoría del lado del proyecto de transformación.
No hay marcha atrás: Claudia Sheinbaum ganará la elección presidencial y, con ello, llegará a Palacio Nacional en un momento histórico que muy pronto tendremos la fortuna de atestiguar.