LOS INTOCABLES.

RICARDO ALEMÁN.

Aquí dijimos que uno de los problemas graves de la prensa mexicana es que ciertos periodistas se creen intocables.

Suponen que pueden mentir y difamar, no solo al ciudadano sino las instituciones, de manera impune.

Sin embargo, cuando la autoridad insinúa investigar a quienes mienten y difaman, “Los Intocables” lloriquean que el gobierno los persigue.

Así ocurrió el jueves, cuando Peña Nieto negó que su gobierno espíe periodistas y activistas y dijo que no existe prueba de ello. Dijo: “espero que la Procuraduría General de la República, con celeridad, pueda deslindar responsabilidades… y espero que al amparo de la ley (la justicia) pueda aplicarse contra aquellos que han levantado estos falsos señalamientos contra el gobierno”.

El comentario desató una paliza contra el Presidente. Y reaparecieron Los Intocables; que si el Presidente amenazó a periodistas, que si atentaba contra la libertad de expresión, que si anunciaba una persecución…

En efecto, el fraseo presidencial no fue adecuado y, por eso, “la madriza”.

Sin embargo –y en rigor–, lo que dijo Peña no es más que el camino legal, a pesar de que se retractó. ¿Por qué?

Porque para investigar el supuesto espionaje del gobierno –lo que reclaman Los Intocables–, la indagatoria debe llegar no sólo a los periodistas, sino a los medios. ¿Por qué?

Por norma legal y por sentido común. Porque para investigar el origen del supuesto espionaje gubernamental, la investigación debe tocar a los espiados –los periodistas–, quienes deben presentar denuncia, pruebas y responder preguntas básicas.

Y es que el espionaje sin medios de poco sirve. Si los medios no difunden el producto del espionaje, no tiene razón de ser el espionaje. Todos los días, distintos audios, videos y documentos producto de espionaje pasan por textos, micrófonos y pantallas de periodistas que hoy gritan que son espiados y perseguidos.

¿Quién entregó a Brozo los video-escándalos? ¿Quién a Loret los muchos videos difundidos en su matutino? ¿Quién a Aristegui el espionaje de “La Casa Blanca” y otros audios y videos? Quién entregó los videos de Eva Cadena…? ¡ Si el espionaje afecta a otros, que se chinguen, mientras no toque a Los Intocables!

No aceptan Los Intocables que si alguien espía –gobierno, partido, empresa, o medios–, la otra pieza del espionaje es la difusión; medios corresponsables. Y es que espionaje y medios son la simbiosis perfecta.

Si se investiga al que espía, se debe investigar al medio y a “Los Intocables” que difunden el espionaje. Se debe saber, por ejemplo, el criterio y el interés que mueve a periodistas y medios, al difundir lo espiado. ¿Si el espionaje  limitó el periodismo de los “espiados”? ¿Cuántas “joyas periodísticas” abortaron a causa del espionaje?

¡Intocables, impunes y llorones!

Al tiempo.