Juego de ojos
¡CENSURA DEL INE,
A FAVOR DE AMLO!
RICARDO ALEMAN.
Es posible que el gobernador saliente de Puebla, Rafael Moreno Valle, haya utilizado dinero público para su candidatura presidencial y, por ello, endeudado a Puebla a niveles de escándalo.
Incluso, es probable que el Congreso de Puebla y Moreno Valle deban rendir cuentas por abusos de dinero público, con fines político-electorales.
Y hasta existe una posibilidad de que Moreno Valle resulte, con el tiempo, perseguido por presuntas pillerías como las cometidas por los gobernadores de Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo y Oaxaca.
En efecto, los escenarios anteriores son probables. Pero también es cierto que en todos los casos corresponderá a la autoridad respectiva fincar la eventual responsabilidad.
Sin embargo, también es cierto que Moreno Valle se ha convertido en un perseguido político-electoral. ¿Por qué?
Porque el INE, el mismo que solapa y protege la ilegal candidatura de Andrés Manuel López Obrador –y que hasta hace poco solapó la ilegal candidatura de Ricardo Anaya–, es el mismo INE que persigue a Moreno Valle, quien en tanto ciudadanos con derechos plenos, declaró abiertamente sus aspiraciones a la candidatura presidencial por el PAN.
Pero el caso es más escandaloso –y por ello más ridículo-, es la grosera y vulgar censura que pretende imponer el INE al ejercicio periodístico. Y es que como si fuera un vulgar “árbitro vendido” –de los deportes espectáculo–, el INE censura libertades básicas como la de expresión y hasta pretende prohibir el periodísmo profesional.
Resulta –como saben–, que Joaquín López Dóriga entrevistó a Moreno Valle –en su informativo Chapultepec 18-, en donde el mandatario poblano no solo confirmó sus aspiraciones presidenciales sino respondió a preguntas de interés general.
Es decir, que un servidor público, que ostenta un cargo de elección popular, como Moreno Valle, acudió a un programa periodístico para responder interrogantes de interés general.
El periodista no hizo otra cosa que cumplir escrupuloso su oficio. Sin embargo, según la “visión borrosa” del INE –algunos le llaman miopía-, quiso ver ese trabajo periodístico como “pecado de lesa aspiración presidencial”.
Por ello, el INE ordenó a Televisa bajar de sus plataformas digitales el programa en cuestión, lo que de inmediato fue rechazado por el político, el periodista y por Televisa.
Y, les guste o no a los malquerientes de Televisa y de Moreno Valle, lo cierto es que tienen razón López Dóriga, la televisora y Moreno Valle.
¿Por qué? Porque aceptar que el periodismo es parte de una precampaña y/o campaña presidencial, sería aceptar el fracaso de la democracias mexicana; sería regresar a los tiempos de la inquisición, la censura vulgar y grosera, la antidemocracia y la política del beneficio a los amigos y la persecución de los adversarios.
Y es que –guste o no a los señores del INE–, el intento de censura a Televisa, al periodista y a Moreno Valle, resulta un retroceso intolerable a la democracia mexicana.
Pero la parcialidad y la miopía del INE no se quedó en eso. En días pasados, el Instituto Electoral retiró su manto solapador al jefe nacional del PAN, Ricardo Anaya, a quien por meses dejo hacer y deshacer con los spots del PAN.
Sin embargo, de manera repentina, el INE ordenó a una radiodifusora retirar los spots de Anaya sobre una entrevista periodística al también precandidato presidencial. Otro intento de censura de risa loca. ¿Por qué?
Porque el decano presidencial, AMLO, lleva meses pregonando su candidatura presidencial, usando dinero público, dando decenas de entrevistas y –con el argumento de que se trata del líder del partido Morena–, el INE prefiere el silencio solapador… ¡calladito se ve más bonito!
En efecto, al señor Anaya se le pueden cuestionar muchas cosas; raterías y opacidad de millones de pesos de su patrimonio, pero en la sanción que le impuso el INE son muchos los indicios de que no existe más que consigna y un piso disparejo y empedrado para algunos presidenciables del PAN, en tanto que al campeón del engaño la mentira y la trampa; a López Obrador, el INE no lo toca ni con el pétalo de una llamada de atención.
Y es que cada vez resulta más evidente que algunos consejeros del INE se comportan como mafiosos de banda criminal, que sólo cumplen la consigna de convertir en presidente a López Obrado; presidente a costa de destruir las instituciones.
¡Al diablo las instituciones…! Para que gane AMLO.
Al tiempo.