Informe de las personas Afrodescendientes en América Latina.

 

Gerardo A. Herrera Pérez.

 

Las personas afrodescendientes y las organizaciones que los representan en la América Latina y el Caribe continúan considerando que es importante que el Estado Mexicano, en el caso de nuestro país, México, impulse una verdadera reforma que les permita el acceso a recursos públicos, pero también de la inclusión al diseño de políticas públicas para el desarrollo integral y desde luego el reconocimiento en el texto constitucional, no desean más invisibilidad.

Sus expectativas y necesidades han quedado plasmadas en el Informe de Organizaciones de la Población Afrodescendiente de América Latina 2016, elaborado por la Secretaría General Iberoamericana, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El Informe presentado este sábado 26 de agosto, y convocado por el Senado de la República ante diversos actores políticos y sociales y del cuerpo diplomático acreditado en México, se realiza en el marco  de la Década Internacional para las Personas Afrodescendientes (2015-2024).

Es un informe que incluye las expectativas y necesidades de la  población afrodescendiente en América Latina, conto con la participación de 134 organizaciones, y que desde luego plantea una exigencia de reconocimiento social, económico y político.

La conclusión es contundente en dicho Informe toda vez que señala “que no es suficiente con igualar y equiparar en lo material porque las exclusiones relacionadas con la población en situación de pobreza y marginación van más allá del nivel de ingresos; no basta con recursos y servicios, sino que son necesarias políticas públicas enfocadas, cambios en la sociedad, y cumplimiento cabal de los derechos humanos”. Esa es la razón por la que se habla en ese informe de “progreso multidimensional”.

“No se puede estar más de acuerdo con ello; sólo sería necesario agregar que si bien las exclusiones relacionadas con raza, etnia, color de piel y otras exceden el nivel de ingreso, se potencian en el caso de su combinación con otras formas de exclusión, por ejemplo, con la pobreza”. “Por lo tanto, son necesarios tanto las políticas de reconocimiento, el cumplimiento y la ampliación de derechos, y la legislación que penalice la discriminación, como los recursos y la expansión de los servicios públicos de calidad al alcance de esa población, aun en áreas remotas, por lo menos en una etapa inicial”.

En materia de discriminación, hay que decirlo, en México, se cuenta con un Sistema Nacional Antidriscriminatorio completo, la última legislación sobre el particular de carácter local fue publicada el pasado mes de mayo en Nuevo León. Por otro lado, prácticamente todo México cuenta con el delito de discriminación en sus códigos penales de las entidades federativas.

En este sentido, y al parecer, expreso,  lo que hace falta es crear y desarrollar la conciencia social. Hoy a la luz de la posmodernidad, existen nuevas formas de dominación y control de quienes son planteados como diferentes. Mientras este segmento de población no encuentre las condiciones de estar en el texto constitucional de México poco se avanzará, aunque debo de reconocer su avance en este que está planteado desde la ONU, la Década Internacional para las Personas Afrodescendientes 2015-2024.

Los Derechos Humanos y su defensa por parte de las poblaciones afrodescendientes.