Poder y dinero
“Europa en llamas”
Las noticias de Europa resaltan la ola de altas temperaturas que están generando incendios y sequias en muchas partes.
En tanto, en Chile, también con problemas de sequía, comunidades enteras se están quedando sin agua porque esta se está desviando hacia los cultivos de aguacate; y ya que hablamos de aguacates, las huertas en Portugal están en crisis por la escasez de agua, y es que el aguacate es uno de los cultivos que consumen más agua… Así es, estamos entrando a una crisis mundial por el vital líquido, al grado que hay lugares en el planeta en donde el agua para la agricultura se está limitando para poder atender la demanda del agua para beber… y ojo, si como solución para paliar la sed y la escasez de agua limitamos su uso agrícola, estaremos sembrando la semilla de una crisis alimentaria global; donde uno de los factores que más inciden en la crisis es la sobrepoblación, es decir, millones de gentes que beben y comen de los productos de un planeta redondo al que, para colmo, lo estamos contaminando.
Mencionar la crisis hídrica de Nuevo León es redundante, ya en anteriores artículos se mencionó el tema, baste por el momento decir que ni México ni ningún país del mundo está exento de sufrir escasez de agua que conllevará de manera natural a una baja producción agrícola y a un alto costo para mantener al sector ganadero, por lo que muchos productores quebrarán y tendrán que rematar o sacrificar sus reses, en tanto la leche, sus derivados y los productos cárnicos quedarán, por sus costos elevados, fuera del alcance de la mayoría de la población, cosa que ya advertí en artículo previo: “El futuro ya presente”, cito a mi hijo Santiago: “…Las cosas subirán de precio, inicialmente habrán ganadores y perdedores y al final, solo perdedores. Los ricos podrán pagar más caro hasta que se vayan agotando las reservas, y los demás perecerán o tendrán una vida indigna de supervivencia”. Podría decir que hacia allá vamos, pero sería impreciso, la realidad es que en eso estamos, unos más otros menos, pero todos con un impacto inflacionario que dejará a muchas familias con hambre y sin poder acceder a lo esencial, ¿no me crees?, mira las migraciones de Centroamérica y el Caribe hacia México y USA o las de África hacia Europa, ambas, en parte motivadas por la inseguridad, pero más por el hambre… El punto es, ante este catastrófico escenario: ¿qué hacer?; cuando se abordó el tema del hambre, mi propuesta fue: “El camino es la educación, para desarrollar ciudadanos, asociada a la formación, para que, valga la redundancia, formar personas, y unida a la capacitación, para aprovechar los recursos de forma inteligente y tener una sociedad productiva. ¿El inicio?, empecemos por el campo, para producir alimentos y cuidar recursos naturales a partir de la organización para la producción basada en principios y valores comunitarios: Huertos escuela en cada comunidad y la Universidad de la Tierra en cada estado, ¡el camino!”… Si bien la crisis alimentaria está ligada a la crisis hídrica, creo que está requiere de soluciones diferentes en algunos casos y en otros complementarias, por ejemplo, sin duda enfatizar la educación aplica en todos los casos, sin embargo, en el tema del agua mis propuestas, de manera enunciativa no limitativa, inicialmente estarían enfocadas al tema de infraestructura, a no desperdiciar agua, es de todos sabido que las redes de agua en ciudades y municipios sufren de gran deterioro y que como consecuencia de este el agua se desperdicia por fugas y contaminación, es por ello que priorizo el reparar las redes de agua para evitar lo que hoy es un desperdicio que eventualmente rebasa el 40% o el 50% del agua disponible; mi segunda propuesta la enfocaría a modernizar los sistemas de riego agrícola y a hacer esfuerzos institucionales sobrehumanos para financiar la actualización y modernización de los sistemas de riego en el campo mexicano; la tercera propuesta pondría énfasis en el marco jurídico obsoleto y elitista que hoy tenemos que en muchos casos privilegia el disponer de agua para hacer negocio y no para servir a la sociedad, a la gente… y así podría seguir con propuestas, pero dada la gravedad del problema que enfrenta la humanidad, quizás un buen principio debería ser organizar foros de expertos para, a partir de cero, diseñar como deberíamos extraer, almacenar y distribuir el agua, para obtener el mayor beneficio colectivo, empezando por garantizar el acceso de vital liquido a todos y cada uno de los mexicanos, antes de empezar a repartir el “pastel” entre todos los sectores interesados: agrícola, ganadero, industrial, comercial, etc… ¡Así de sencillo! …Continuará.
Un saludo una reflexión:
Santiago Heyser Beltrán