Indicador político
“Los despidos”
Celaya, Guanajuato, 22 de diciembre del 2018
Corría el año 2001, el PRI perdió la elección en Michoacán y enseguida empezó a “basificar” a todo el personal y así le dejó una burocracia tricolor a Lázaro Cárdenas Batel.
No sé en que vaya a terminar este asunto de la 4aT, ya que tiene el síndrome “Aquimichú”, da unos pasos pa´ adelante y otros tantos para atrás. Lo que sí sé, es que está revolviendo el avispero y eso, por sí, en un país dominado por la corrupción ¡Es bueno!
Una de tantas pandemias que vive México, es la de la burocracia, construida a los largo de muchos años con la nefasta y corruptora tradición de darle empleo a los correligionarios, a los compañeros de partido que se le jugaron y trabajaron para ser recompensados con un “hueso”. El problema es que dada la alternancia, al llegar otro partido al poder, pues simplemente incrementa la burocracia para dar cabida a los suyos ¡Total!, todo se paga con dinero de los contribuyentes, no con dinero del político y/o gobernante y mucho menos con dinero del partido.
Una historia personal: en el 2008, Alfonso Martínez Alcazar, todavía panista, compitió por la alcaldía de Morelia vs Fausto Vallejo (sí, el que con gran sentido del humor decía que en su familia no había delincuentes), el caso es que en aquellos años, como consultor, fui contratado por Alfonso con una iguala de cincuenta mil pesos para asesorarle en su campaña. Alfonso perdió, y cuando fui a cobrarle, su cínica respuesta fue, no tengo dinero Santiago, perdimos. Todavía tuve la ingenuidad de reclamar –Yo no fui contratado para ganar, fui contratado para asesorarte y cumplí ¡Págame! La respuesta fue silencio,… después, ya como independiente, en el 2015 Alfonso ganó la alcaldía de Morelia, pero nunca me pagó mis cincuenta mil pesos, porque cometí un error por ingenuo (o pendejo), creí en la palabra de un político de esos (casi todos) que tienen como estrategia pagar servicio personales con chamba, contratos o dinero del gobierno,… si es que ganan.
Esta historia viene a colación, porque, dada la costumbre (corrupción) de pagar favores políticos con puestos de gobierno, es un hecho que quienes ocupan puestos en la burocracia de los tres niveles de gobierno, distan mucho, salvo honrosas excepciones, de tener el perfil, la vocación y la capacidad para ser servidores públicos eficaces. A riesgo de ser repetitivo: algo que parecen no entender los políticos, gobernantes y los partidos políticos, es que pagar servicios partidistas o electorales con puestos de trabajo en el gobierno, ¡es corrupción!, obvio, los beneficiados con una chamba ajena a sus capacidades y vocación, les vale madres (son cómplices), ya que tener un trabajo de pocas exigencias y nulo esfuerzo, es muy cómodo; aunque con estos actos de corrupción se demerite el servicio público y se caiga en la mediocridad e ineficiencia que tanto daño hace a México; por eso festino que dentro de la 4aT se esté limpiando la casa, si al hacerlo eficientamos los organismos e instituciones de gobierno; no es posible tener un salto cuantitativo y cualitativo hacia gobiernos de excelencia, cargando con la burocracia heredada de gobiernos abiertamente corruptos como los encabezados por EPN, Felipe, Chente, Salinas y anteriores. Limpiar la casa es un acto de patriotismo, una necesidad y un compromiso con el cambio prometido; adelgazar la burocracia es una necesidad imperativa para rescatar a México… Eso sí, sin abusos ni agandalles como los exhibidos en las redes, en donde bajo amenaza se pide a los trabajadores que renuncien “voluntariamente” para ahorrarse los costos de despido que las leyes mandatan. En ese sentido, bien por AMLO que le corrigió la plana a esos funcionarios corruptos de 4ª que presionan y amenazan a los trabajadores, comprometiéndose a liquidar de acuerdo con la ley a quienes sean despedidos sin causa legal alguna, ya que ser burócrata en el sentido peyorativo de la palabra o ineficaz o incapaz, en México no es causa legal de despido… Ahora bien, falta ver si dentro de la 4aT se adelgaza la burocracia, o, si como es costumbre, los despidos son reemplazados por un número igual de inútiles para pagar servicios partidistas y electorales prestados a AMLO y a Morena; esperemos que no sea así en la 4aT, pero no dejemos de estar atentos y vigilantes…
Finalmente una reflexión sobre desperdicio: un burócrata inservible o mediocre, no solo es una carga al presupuesto, sino que tiene un costo enorme al hacer mal su trabajo, además, es un recurso que se pierde, un ciudadano que no aporta a la república, que hoy requiere del concurso, el trabajo y la solidaridad ciudadana de todos los mexicanos, lo que abre una ventana de oportunidad si somos inteligentes, ya que para fines prácticos, los despidos de AMLO liberan capital humano que puede servir a México ¡Claro!, si es que quieren trabajar y saben hacer algo… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador