Factores importantes como el sismo del 19 de septiembre y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte -TLCAN- deberán considerarse en la revisión y aprobación del paquete económico 2018 entregado por el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña a la Cámara de Diputados el pasado 8 de septiembre. Como ya es costumbre, se contemplan varias reducciones en diversas áreas que confirman el empeño de nuestro gobierno, en mantener un modelo económico que incurre desfavorablemente en el ámbito cultural, como siempre le tocará a la cultura, una “cosa” intangible sin importancia que lo único que hace es darnos identidad, distinguirnos y sobresalir entre muchos países, modernizar nuestra sensibilidad, desarrollar nuestro intelecto, convertirnos en creadores y espectadores con crítica vitaminada para ser mejores cada día, casi nada. La propuesta es tajante e indignante, si consideramos que este año el presupuesto destinado para cultura fue de 12 mil 428 millones de pesos, para el 2018 proponen una fabulosa cantidad de 11 mil 716 millones de pesos, la cual representa una reducción del 5.7%.

Enfático, el presidente de la mesa directiva, José Carlos Ramírez Marín, puntualizó realizar una discusión a fondo sobre esta propuesta, más allá de cualquier partidismo por la transición sexenal que se avecina, formulo votos para que así sea. Lo mayormente preocupante, es la inclinación de esta moción presupuestal para dirigir los reflectores al pago de la deuda pública y a lo más trillado de cada año; el crecimiento económico del País.

Este mes resulta trascendental en la Cámara de Diputados para lograr un análisis, discusión y dictaminación de las iniciativas que forman parte del Paquete Económico 2018 propuesto por el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión, por su parte, la cámara baja tiene como fecha límite el viernes 20 de octubre para aprobar la Ley de Ingresos de la Federación -LIF- y en la Cámara de Senadores su plazo vence el 31 de octubre, mientras que el Proyecto de Presupuesto de Egresos únicamente lo revisa la Cámara de Diputados la cual tiene hasta el 15 de noviembre para aprobarlo.

Se encienden los focos rojos para la siguiente Administración Federal, les queda una herencia intestada con poco espacio fiscal, que en el peor de los escenarios los obligará a consolidar un nuevo acuerdo con la sociedad mexicana.

Sigue siendo la cultura un tema de menor importancia en la agenda legislativa, aun así, nuestros esfuerzos jamás serán en vano, sigamos con el dedo en el renglón y no quitemos la vista de las actividades de nuestros servidores públicos. ¿Por qué no se dan cuenta que seguimos en pañales? Señores; nos urgen políticas públicas innovadoras, emanadas por cualquier Institución Política, Fracción Parlamentaria o Frente Democrático o Ciudadano, pero que se apeguen a las necesidades que como sociedad tenemos en áreas culturales y sobre todo se lleven a la práctica.

En qué momento o en qué administración veremos una propuesta de crecimiento cultural de nuestro País, en que año nuestros funcionarios dejarán de ser artífices de su capital político, en que párrafo o renglón de los paquetes económicos vamos a leer un incremento considerable para fortalecer programas, instituciones, convocatorias, comunidades, tradiciones, lenguas, artesanías, creadores y artistas, en cual presupuesto de egresos de la federación observaremos reducciones en seguridad e incremento en cultura.

¿Todavía siguen preguntando por que México no crece, cambia, ni avanza?

Manos a la obra, no en las armas.