Sigue representando todo un misterio si efectivamente el Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador podrá encontrar la forma de pacificar al país que, a últimas semanas, se ha volcado en un frenesí de violencia y terror en diversas partes de nuestra basta  geografía.

Lo mismo que en la Sierra de Guerrero o en las calles de Uruapan, o las carreteras de Puebla o en las plazuelas de  Guanajuato, o el centro histórico de la Ciudad de México ,en cualquier parte se produce un acto delictivo o violento, no hay sitio seguro en el país.

Ante esta cruda realidad, hoy inician en Chihuahua, los foros (que serán 17) organizados por AMLO, donde se pretende escuchar todas las propuestas encaminadas a alcanzar la paz nacional y que servirán para la confección de las políticas públicas en materia de seguridad para el próximo sexenio.

Con todo y esto, seguimos sin saber si en ellos también participarán los líderes de grupos delictivos o representantes de los Cárteles que operan en el país, pues sin ellos, los foros y discusiones serán totalmente irrelevantes, habría que incluirlos para que, como mencionó el propio Presidente Electo, todos contribuyan a la pacificación de México.

También habrá que ver en qué termina el debate entre justicia, salud y comercio de drogas, tema que nunca ha enfrentado el Estado mexicano y que por el contrario, lo ha criminalizado y combatido con políticas que sólo han demostrando su total fracaso;  trayendo luto a miles de familias de mexicanos.

Por eso tanta expectación y por qué no, esperanza, por lo que estos foros puedan aportar y que pese a que el actual Secretario de Gobernación asegure que no dejan a un país en guerra, si dejan un país sumergido en la violencia, la corrupción y el hartazgo ciudadano que, a gritos piden a López Obrador, cumpla con su promesas de campaña.