Poder y dinero
Hola hija, este domingo es tu cumple, ya eres grande y aunque siempre contigo me refiero como bebé, mi bebé (y por toda la vida serás mi bebesita hermosa changuita preciosa), ya eres un poco grande y he visto que cada vez eres más hermosa, que cada vez eres más inteligente y elegre, y que cada vez entiendes más cosas, es por eso mi motivo de esta carta para ti:
Primero quiero que sepas que cuando naciste, no sabía lo que era el amor, y al verte asi, en mis brazos tan tierna, tan hermosa, que con tus manitas me buscabas… lo entendí.
No te imaginas la revolución de pensamiento que has despertado, tú le pegaste al avispero de todo, hiciste que me cimbrara de arriba a abajo, con cada ti ti ti ti que decías, con cada mirada, con cada expresión de sonrisas hacia mi, creo que nunca los ojos de alguien me habían expresado la verdad de amor asi… y contigo lo descubrí, así de sencillo.
No puedo hablarte, verte para decirte esto, pero existen estos medios para dejar plasmado lo que mi corazón te quiere decir, lo que muero por abrazarte, por cruzar miradas, por sentir tu alegría, tus ganas de vivir y de ser feliz.
¿Sabes? No puedo dejar de imaginar estar contigo, no pido nada más, te metiste tan dentro de mi, que ya eres parte de mi, y has sido y serás mi aguja que encontré en un pajar, más que oro molido, y eres lo que tanto tiempo busqué.. y si, ese amor que busqué… al fin lo encontré en ti, mi amorcito.
Siempre serás la mujer de mi vida, la que me mueve con sólo un gesto, con un “papi”, con que señales lo que quieres basta porque sabes que moveré cielo, tierra y mar por que lo tengas, porque eres sangre de mi sangre, carne de mi carne, y así será.
Simplemente eres lo mejor que he tenido. Fin.
Te amo, tu papi.