Michoacán, en quiebra: Martínez Nateras a Sheinbaum
Mateo Calvillo Paz
No conocemos a Dios ni a Cristo. No conocemos su persona y su programa y exigencias radicales y el premio de la gloria en la herencia eterna.
En tu vida.La gente tiene ideas vagas y superficiales de Cristo, no lo conoce. No conoce la biblia. No se ha encontrado con Cristo vivo.
Le pregunto a la gente: ¿quién es Cristo para ti y responde vaguedades, es mi padre, es muy bueno, es Dios, es el Señor de los milagros.
Dios habla. Debemos ser humildes y preguntarnos muy seriamente qué tanto conozco a Dios. No podemos estar tan seguros, debemos reconocer nuestra fe tan pobre.
Nuestro Dios es el del sentimiento religioso, conocimiento natural de Dios, no el conocimiento que él reveló sobre todo en Jesucristo.
Es el Dios de la tradición: imágenes, bautismo, primera comunión, fiestas, peregrinaciones. Es un Dios sin rostro como una imagen.
No tenemos un conocimiento sólido en el plano de las ideas. Sabemos muchas veces lo que sabe un niño de primera comunión, a veces prácticamente nada.
Nos falta vivir la experiencia de Cristo, de encontrarlo, seguirlo.
Hay encontrarse con él y empezar a cambiar, a caminar con él. Hay que estar dispuesto a renunciar a todos los bienes desechables, engañosos para seguirlo.
Hay que transformarse, vestirse a Cristo, como pide Pablo a los cristianos de la provincia de Galacia. Hay que llevarlo debajo de la piel.
El conocimiento de Cristo es muy vasto y profundo. El da cumplimiento a las profecías, a las figuras, del Antiguo Testamento.
Es el Hijo eterno de Dios que desciende parabuscarte, a volverte a la casa de tu verdadero Papá, a entregar su vida por ti .
“Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos…., que sea entregado a la muerte y que resucite el tercer día”.
Cuando descubren quién es, conocen a qué viene, Cristo viene a entregarse en su pasión muerte y resurrección.
Zacarías anuncia el dolor del pueblo y su asombro ante el sufrimiento del Mesías: “volverán sus ojos hacia aquél a quien traspasaron con la lanza. Harán duelo…. Llorarán amargamente”.
Cristo nos invita a seguir sus pasos, a vivir su entrega, una vida de sacrificios, renuncias, esfuerzo para vivir como Dios manda.
No tenemos la fe para resolver todos los problemas, y tener una vida de placeres, lujos. Esta vida llena de pruebas, el paraíso no está aquí como lo anuncia Alatozano y las agencias de vacaciones.
Si somos discípulos de Cristo y lo imitamos tenemos que ser como él, mártires, de entregarnos como él.
“Si alguno quiere seguirme que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y venga”.
Cristo no dice no te niegues nada, concédete todo, no hay nada prohibido, ni el placer entre homosexuales”. Hay que negarse a sí mismo.
La vida plena, el placer, la gloria, la riqueza definitiva están con Cristo que resucita. Es el cielo que se te abre cuando sales de este mundo, si no te perdiste en los placeres del sexo y del cuerpo.
“pues el que quiera conservar su complaciéndose en todo, la perderá, pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará”.
Muchos católicos viven la fe sin Cristo, como una costumbre, fórmulas del catecismo, rezos, prácticas, no como una aventura con alguien maravilloso, como una alianza con Dios para la obra grandiosa de la salvación.
Por eso la fe no da frutos, hacemos obras de tranza, corrupción, sexo desviado. Por eso muchos votan contra la justicia y la transparencia, a favor de la corrupción.
Vive plenamente. Transforma tu vida hazla maravillosa, déjate encontrar por Cristo. Acepta la pregunta: quién soy yo y sino no has vivido la experiencia de su encuentro, ya es hora….
Para reflexionar en familia. Puedes preguntar en la familia, a todo: para ti quién es Cristo¡ Verás que no saben nada, tal vez.