DIGNIDAD HUMANA Y SOLIDARIDAD

Gerardo A. Herrera Pérez.

19 de septiembre de 1985, y 32 años después, el  19 de septiembre de 2017; nos recuerda la importancia que debemos tener con el cuidado de nuestro medio ambiente, pero también nos recuerda que los valores de respeto a la dignidad humana y el valor a la solidaridad son fundamentales para acercarnos  y ayudar a nuestros semejantes.

Desde 1948, con las firmas de las Declaraciones Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y la Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (DADyDH), los Estados miembros firmantes reconocían la importancia de promover acciones contra la barbarie (Holocausto) que les permitiera alcanzar como género humano la condición de seres humanos, sí, de aquellos que tienen la racionalidad, que tienen las emociones, las libertades y su condición social y que ello, les permite  vivir socialmente para el desarrollo y la paz social.

La diferencia entre estos dos documentos la DUDH y la DADyDH es la siguiente: el primer documento DUDH,  posiciona los derechos y dos deberes (art. 10 y 27 que hablan acerca de obligaciones y deberes de las personas respecto de la comunidad), en tanto que el segundo habla de los derechos, pero también de los deberes, ambos documentos abrevaron de la Constitución mexicana de 1917.

Los valores de dignidad humana y solidaridad, también llegan a ser principios; los principios se vuelven derechos, y éstos normas, la cuestión es que cuando son normas deben ser cumplidas y atendidas por la autoridad.

Es importante comentarlo, no es posible que vivamos un mundo de derechos pensando que nuestros semejantes y el propio Estado nos debe sin ejercer esa reciprocidad; pienso que no es así, así no funciona, funciona cuando un derecho lleva consigo el deber y la responsabilidad.

La dignidad tiene diferentes interpretaciones: se relaciona y aísla de otros fines como honor, fama o reputación; desde lo jurídico se entiende como asegurar el disfrute del derecho. No obstante en esta realidad,  el concepto del valor de dignidad es un término que ya está en el acervo jurídico y cultural de la humanidad, de esta manera se utiliza dando a entender que todos aquellos que lo escuchan saben aquello que quiere decir de quien lo está empleando.  Pero creo que no es así.

Hoy, en el marco del sismo del 19 de septiembre de 2017, qué papel juega el valor de la dignidad humana de las personas que perdieron todo? de aquellas cuerpos que con vida o sin ésta están aún entre los escombros de varillas y toneladas de cemento, aun en esas condiciones sus cuerpos deben ser respetados con dignidad.

El Estado mexicano debe asumir sus responsabilidades para la atención y el respeto a las personas que son víctimas de dichos sucesos; el Estado debe coadyuvar a generar las condiciones para nuevamente impulsar la convivencia, reconociendo que el derecho a la dignidad humana es el derecho fundamental y como fundamento de todos los derechos.

Frente a estas emergencias sociales, los textos jurídicos, o teóricos poco nos servirán, si las personas y las instituciones formadas por personas no se tiene claro que  los seres humanos debemos de aprender a  respetarnos a nosotros mismos y a los demás.

Por otro lado, el término de solidaridad, significa, la adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros; el termino nos sugiere una ausencia de pluralidad de elementos en una causa y por lo tanto  y ahí su interés a la fuerte unidad que facilita la cohesión y fuerza a la causa o empresa de otro.

La solidaridad es la suma de esfuerzos de diferente índole de todos, para una presencia fuerte que ayuda a una causa; pero también genera conciencia colectiva  de necesidades en común  y de pertenencia a un grupo  en la cual todos se benefician  por la fuerza en la unión.

Desde la antigüedad se realizaban acciones de solidaridad a través de los vínculos de la amistad tan importante en estas fechas, el amor, la ayuda mutua, la comunidad.

La solidaridad no puede ser entendida solo como un instrumento de ayuda en víveres, materiales de construcción y ayuda física o mecánica de frente a fenómenos naturales; la solidaridad nos debe de impulsar a la cooperación (personal), la colaboración (personal) y la coproducción (participación económica de muchos personas, empresas o países incluso), en un ejercicio de equilibrio en donde todos participemos con responsabilidad y subsidiariedad (el compromiso y la a ayuda del Estado y otros países).

De tal manera que la solidaridad podría ser entendida como un derecho fundamental y una base para el disfrute de otros derechos.  La solidaridad es tan importante en estos días que nos tenemos que refugiar en la idea que los humanos en lo individual, como los pueblos en lo colectivo no pueden vivir  sin la ayuda del otro, entenderlo es fundamental.

Lo que hoy hemos visto en la emergencia por huracanes y temblores es diferenciado, en la Ciudad de México ha estado presente que las personas han ofrecido su protección a los demás, porque en esta visión ellos mismos se sientes protegidos, con lo que se construye una ciudad en el cual el interés colectivo es traducido al bien común, para todos aquellos que lo necesiten sin discriminación.

La solidaridad aplicada sin prejuicio, y alejada de la mezquindad, dignifica en su realización al ser humano que se olvida de su persona, para actuar en favor de su comunidad, y que a la vez ésta deberá protegerlo a él en caso de necesidad.

De ahí que no basta la solidaridad de la sociedad y el apoyo que pueda brindar a una emergencia, se requiere de la responsabilidad y subsidiariedad del Estado. Pero también se requiere de una actitud de quien entrega y de quien recibe la ayuda, quien recibe debe de utilizarlo racionalmente y hacerlo que rinda para él y su familia.

De tal suerte que aquellos que han desviado las ayudas sin mayor justificación están violentando este valor y derecho de la solidaridad; y eso es reprobable eticamente.

Vaya mi reconocimiento a todos aquellos que han avanzado en la instrumentación de estos valores, principios, derechos de la dignidad humana y la solidaridad. Mi agradecimiento a quien brindo apoyo con la mano derecha y no permitió que su mano izquierda lo supiera. No se requieren en los valores de la dignidad y solidaridad arrogancias, lo que se requiere es actuar con virtudes sociales.

La sociedad detesta aquellos sujetos sociales y políticos que traten de sacar raja política, y se mueven en la mezquindad. Hoy las y los mexicanos nos necesitan, brinda en un ejercicio de solidaridad y contribuye con el que menos tiene. Y ahí, hagámoslo con todos, sin excepción, yo no he escuchado de la situación que guardan  los internos de los Centros de Reinserción Social y el estado que guardan sus instalaciones, como tampoco he escuchado las estrategias para atender y salvar las vidas de los animales, las mascotas que viven con las personas, porque también los animales han salvado vidas, es justo retribuirles, salvando vidas también de animales.