Escenarios nacionales
Dar limosna, una despensa, poner piso en una casa o pavimentar una calle no es desarrollo comunitario, eso es campaña política, promoción de un partido o funcionario u obra pública.
El desarrollo comunitario inicia por el respeto a la persona, o como decía Jesús El Cristo, por amar al prójimo… ¡Sí!, como lo digo: ¡Amar al prójimo!, porque solo amando al prójimo podemos verlo como un igual al margen de su personal situación y así, tratarlo como igual en su dignidad personal y su derecho a acceder a una vida digna, y no como prospecto electoral (votante), mendigo o “pobre” al que hay que darle “algo” como caridad y/o para que no genere problemas y menos como “alguien” al que hay que decirle que, cuando y como lo haga…
El desarrollo comunitario es otra cosa, más cuando se asocia al desarrollo humano, cito a mi cuate Luis Fernández Godard en su documento “El desarrollo ¿para qué?”: “El enfoque del desarrollo humano, desarrollado por el economista Mahbub Ul Haq, se apoya en el trabajo de Amyrta Sen sobre las capacidades humanas a menudo formulado en términos de si las personas cuentan con las opciones de “ser” y “hacer” aquello que desean en su vida”,… lo comparto, ya que confirma lo que en mi opinión es una de las características esenciales de la persona: ¡La libertad!… ¡Estoy convencido!, es parte intrínseca de nuestra humanidad el ser libres, es por eso que muchas de nuestras instituciones no funcionan, porque en sentido contrario a la libertad, que no libertinaje, buscan el control de las personas, pero esa, esa es otra historia; volvamos al desarrollo comunitario, mismo que solo podrá darse si la comunidad está formada por personas libres, es decir, si antes o en forma paralela alcanzamos el desarrollo humano medido este por la libertad de que gozan las personas de “ser” y “hacer”, es decir: ¡La capacidad de decidir!.
Permíteme estimado lector regresarme un paso para definir lo que es comunidad, cito del Programa Impulso del gobierno de Guanajuato: “Grupo de mujeres y hombres que comparten origen, cultura o espacio y que se interrelacionan voluntariamente conformando una sociedad mediante reglas formales e informales.” Si estamos de acuerdo en la definición de comunidad y en que el ser humano tiene como esencia la libertad y por ende el deseo y derecho a decidir, coincidiremos que en el Desarrollo Comunitario debe ser una tarea a realizar por los integrantes de una comunidad, tarea que tendrá como eje la autodefinición de sus prioridades a partir de un diagnóstico y la propuesta de objetivos y metas a alcanzar (Plan de Desarrollo Comunitario) mediante “proyectos”, lo que solo es posible con la participación social, es decir el trabajo coordinado de los integrantes de una comunidad; en este sentido comparto la propuesta del Equipo Maíz de El Salvador referente a los que es participación, cito: “La participación no es que la comunidad haga lo que otras personas, desde fuera, deciden. Participación es que la comunidad tome sus propias decisiones y realice acciones para resolver sus problemas.
A veces, en una comunidad solo deciden los hombres, aquellos que tienen más poder dentro de la comunidad, o que tienen un liderazgo muy fuerte. Eso tampoco es participación.”
Bien hasta ahora y espero nos hayamos entendido estimado lector, pero hay un problema de capacidades; si se deja sola a una comunidad, seguramente no tendrá los recursos económicos ni técnicos para hacer aquello que desea para alcanzar sus metas y objetivos ¡Es verdad!, pero hay una buena noticia: El ser humano es por definición un ser social y si le ponemos un poquito de espiritualidad, de manera natural somos seres projimales, nos identificamos y somos solidarios con los demás, con los “otros”, por eso todas las comunidades tienen la oportunidad de recibir el apoyo de otras personas (agentes externos), de otras comunidades, de instituciones, de ong´s y de gobiernos, en una palabra, de gente linda que tiene como vocación el servir y el ayudar y es ahí donde está la clave del desarrollo social y económico comunitario: en el trabajo coordinado y generoso de los gobiernos con su pueblo (incluidas instituciones y organizaciones) para alcanzar eso que denominamos “Gobernanza”: “La gobernanza implica no sólo la acción eficaz del gobierno, sino también la participación activa y coordinada de la sociedad.” Luis F. Aguilar. Visto así y si estamos de acuerdo: los pueblos y comunidades debe ser actores responsables de su desarrollo,… con el apoyo y acompañamiento amoroso y la facilitación generosa de gobiernos, instituciones, organizaciones, personas y líderes ajenos a la comunidad… Bajo la convicción de que el progreso de uno, tarde que temprano es el progreso de todos… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador