Claroscuros/José Luis Ortega Vidal
2018: ¿Matarían a Andrés Manuel López Obrador como a Luis Donaldo Colosio?
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Cito a Nicolás Maquiavelo autor de “El Príncipe” y considerado el padre de la ciencia política:
“…aquel que piense que los favores harán que los grandes personajes olviden ofensas pasadas se engaña a sí mismo...”
“…es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza…”
Pienso en la guerra sucia –las botargas de Hugo Chávez en Xalapa, las agresiones en Orizaba y el bloqueo para la recepción de Andrés Manuel López Obrador en Córdoba- del panismo encabezado por Miguel Angel Yunes Linares en contra de sus rivales de MORENA.
He mencionado que las posibles combinaciones de acceso a los poderes federal y estatal veracruzano son múltiples y una de ella sería: AMLO presidente con Miguel Angel Yunez Márquez gobernador.
Es evidente que "el hígado" y "la mecha corta" que caracterizan a los Yunes, padre e hijo –AMLO es un ”viejo guango”- les impide leer a Maquiavelo o por lo menos atender sus sabias palabras.
Otra combinación posible es: AMLO presidente y Pepe Yunes gobernador.
El de Perote es un político y académico serio, lejano a la práctica vulgar de la guerra sucia y en este caso la separación respecto al tabasqueño más bien es ideológica.
A su vez, Pepe Yunes requiere urgentemente de Maquiavelo por las traiciones que lo rodean: ver el caso de Vía Veracruzana y del muy pegajoso Erick lagos.
Otra posibilidad: Anaya presidente Cuitláhuac García gobernador.
No ha habido insultos de ninguna de las dos partes y las diferencias serían en el orden político, no necesariamente en la operación institucional.
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Ahora bien, más allá del ámbito estrictamente estatal crece un escenario preocupante que conduce al título de este Claroscuros: a la guerra sucia debemos sumar la polarización de la pugna política entre miembros de la oligarquía mexicana: la élite del poder de facto, la que manda sin dar la cara, la conformada con unas cuantas familias dueñas de la mayor parte de la economía nacional, inconforme con candidaturas que no protejan sus intereses...
Es decir el incremento del discurso violento, los grupos del poder institucional, la clase política creadora de los cárteles del crimen organizado hoy sin control, la serpiente que convive dentro de este sector de la partidocracia inconforme con la idea de perder la riqueza y privilegios que otorga ser "El Príncipe…"
Sumemos las estadísticas salvajes de muertos y desaparecidos por una guerra contra el crimen organizado que no da resultados…
La insistencia de todos los candidatos presidenciales y sus equipos a exhibir defectos mutuos lejos de mostrar alternativas viables para el avance democrático y el acceso al desarrollo económico y la justicia social del país…
Los antecedentes históricos del radicalismo como lucha por el poder y el abandono de la razón frente al uso irascible de la fuerza salvaje: caso Colosio, a todas luces un crimen de Estado.
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Comparto un dato a propósito de la distribución de la riqueza en México, cuyo abuso explica el hartazgo social que vive el país:
“En México la mala distribución de riqueza alcanza una cifra muy alta, pues el 80 por ciento de los activos financieros están concentrados en sólo el 10 por ciento de las familias, mientras que el 10 por ciento de las empresas del país concentran el 93 por ciento de los activos físicos, destacó la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).
El trabajo no remunerado de las mujeres en México fue uno de los puntos que aborda el informe de la Comisión, pues, de acuerdo a la medición, las mexicanas son las mujeres en América Latina que más destinan su tiempo en trabajo no remunerado: “En México uno de los temas que se debe de abordar es que hay una alta proporción de las mujeres que no participan en el mercado laboral formal”, advierte la titular Alicia Bárcena.
Otro de los aspectos que destacó es que las Reformas Estructurales de Enrique Peña Nieto no han tenido un impacto en la disminución de desigualdad, por lo que recomendó acompañarlas con Reformas Sociales”. 30 de mayo del 2017, (1)
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Meses atrás compartí en una charla con amigos los tres posibles escenarios que observaba, desde diciembre, para un eventual freno de la poderosa candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador:
- Una elección de Estado como la de 1988 cuando “se cayó el sistema”.
- Un error o una suma de graves errores de AMLO en el transcurso de la pre, la inter o la campaña –su fragilidad en el primer debate del 22 de abril pasado sería un ejemplo al respecto aunque se trató de fallas intrascendentes y las encuestas dadas a conocer ayer lo confirman-.
- Un magnicidio. Que lo maten: antes de la elección, antes de tomar posesión como Presidente o ya ejerciendo el poder. Este escenario aberrante, indeseable per se, implicaría un golpe político e histórico devastador, para el curso de la Patria, que potencialmente es posible. Idea que espanta pero está ahí en la mente de los deleznables que conviven entre nosotros en todos los niveles sociales y económicos, en todos los sectores: los cárteles,el gobierno en todos los niveles y de todos los colores, la iglesia, los poderes fácticos, la partidocracia, la oligarquía, los intereses internacionales y las relaciones oscuras de ello emanan, las fuerzas armadas, la combinación de algunos de estos elementos, etc...
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Se lee en “El Príncipe”, de Maquiavelo:
"si una persona desea fundar un estado y crear sus leyes, debe comenzar por asumir que todos los hombres son perversos y que están preparados para mostrar su naturaleza, siempre y cuando encuentren la ocasión para ello." (2)
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Remito al formidable artículo de Raúl Rodríguez Cortés –autor de la columna Gran Angular- publicado en diario El Universal ayer miércoles 2 de mayo bajo el título: Los peligros de la violencia en campañas. (3)
Ahí se lee:
“Todo se mueve así con el objetivo estratégico de frenar a toda costa a AMLO. Pero hablar de cualquier costo, incluye la locura de un asesinato, escenario que tan solo el invocarlo me hace temblar, pero que no es descartable en este clima de violencia desatada en que se encuentra el país y en el que deambulan muchos fanáticos y mafiosos dispuestos a tal oprobio. Eso sí incendiaría al país y lo llevaría al abismo”. (4)