Poder y dinero
Casa Mazot y el teatro alternativa cultural.
Gerardo A. Herrera Perez
Casa Mazot, se constituye como un instrumento de política pública para fortalecer el trabajo con las poblaciones originarias Mazahuas y Otomís; enclavada en el corazón de la zona occidente de Zitácuaro, las integrantes de la Casa son mujeres otomís y mazahuas, que han logrado incluirse y generar propuestas para el fortalecimiento de las mujeres originarias que sufren violencia de género y abusos de los diferentes tipos de masculinidades.
Casa Mazot y sus integrantes, todas ellas mujeres indígenas, tienen una causa en común, avanzar en la creación y desarrollo de la conciencia social de las mujeres y promover el empoderamiento de las mismas para evitar la violencia en sus diferentes dimensiones; el trabajo no ha sido sencillo por lo que representa el empoderar a mujeres que históricamente han sido sometidas y controladas por sus compañeros.
Hoy a través del Órgano Autónomo de Derechos Humanos, se impulsan acciones que permitan motivar a proyectos relacionados con la deconstrucción de masculinidades para reposicionar masculinidades más cercanas a resolver y atender los problemas dentro de los espacios privados, o familiares, a partir de pensar, despensar y repensarse en términos de las necesidades sociales.
En esta ocasión se proyectó y desarrollo el Taller “Masculinidades y su Reconstrucción”, en donde participaron todas las integrantes de la Casa. Durante el taller se abordaron cuatro temas, que plantean la posición del hombre, la persona, el sujeto y la dignidad humana y la espiritualidad, asi como trabajar el Sistema de Genero, además de la diversidad de masculinidades y finalmente el ejercicio de pensar, para despensar, para repensarse.
Una vez concluido el contenido de la malla curricular del Taller, y a sugerencia de las participantes se prepararon las condiciones para llevar a cabo el diseño de una obra teatral que permita integrar todos los elementos aprendidos del taller para compartirlo con diferentes comunidades y enseñar a las mujeres y hombres sobre la importancia del reconocimiento y complementaridad de las parejas a partir de la decostruccion de la masculinidad y la construcción de un nuevo modelo de masculinidad que permita una mejor convivencia, a partir de evitar la violencia en cualquiera de sus dimensiones.
Durante los ejercicios para la puesta en escena de tres actos de la obra teatral, supimos de la vena histriónica y artística que tienen las mujeres mazahuas y otomís al desplazarse sobre el escenario sin dificultad y expresar de manera improvisadas sus diálogos con amplio contenido que expresa un patriarcado agotado y caduco que siente los estertores de su muerte; planteamientos que permiten expresar la perdida de los padres sobre la disciplina de los hijos y los problemas en que viven estos ahora, entre otras temáticas de interés.
La realidad que viven las comunidades indígenas en materia de violencia, de saqueo de sus recursos, de exclusión histórica y de discriminación, constituye para este Gobierno construir las políticas públicas para avanzar en su erradicación.
De esta manera, se concluyó el Taller con un propósito fundamental, de difundir la propuesta de masculinidad en donde la persona logre participar de mejor manera en la atención de las problemática de las comunidades indígenas.
Un taller como el realizado en Casa Mazot y que genera un producto cultural la obra de teatro para la promoción de la prevención de la violencia de género con enfoque étnico. Requerimos de nuevos modelos de atención sobre la prevención de la violencia de género, porque la Alerta de Violencia de Género, sigue sin dar los resultados deseables.